|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El veterano director Robert Wise, tras llevarse dos años sin rodar ninguna producción, vuelve ahora a la dirección con un género que está de moda en el que ya en su momento hizo una lejana incursión con la película titulada 'Ultimátum a la Tierra' (1951), con Michael Rennie y Patria Neal como principales protagonistas.
Allí se contaba la historia del aterizaje de una nave extraterrestre en Washington y advertía a los habitantes de la Tierra que debían vivir en paz o serán destruidos porque de esa manera son un peligro para otros planetas.
Ahora estamos en unos tiempos muy distintos e incluso el género de la ciencia ficción ha cambiado enormemente con todos los adelantos que se han producido en los últimos tiempos, en los que se mezclan la influencias aventureras de tantos films recientes de batallas espaciales, con el trasfondo filosófico de la obra maestra del género que impuso en este sentido '2001, una odisea del espacio' (1968), dirigida por Stanley Kubrick.
El almirante James T. Kirk retoma el mando del USS Enterprise para tratar de interceptar una nave extraterrestre de enorme poder que se acerca peligrosamente hacia la Tierra de la que no se sabe cuales son sus intenciones.
La historia se centra así sobre esa nave que se dirige a nuestro planeta que va destruyendo cuantas naves u objetos tratan de interponerse su camino.
A su encuentro va el Enterprise, cuya tripulación llegará a dominar el secreto de esta máquina viiviente de infinito poder y conocimientos, en esta aventura con un final sorpresivo imprevisible que otorga a la cinta un tono serio que resulta poco comprensible para los pequeños espectadores que acudan a verla en busca de batallas y luchas intergalácticas, por lo que se sentirán aburridos y totalmente decepcionados.
Con una clara servidumbre a lo más superficial de los largometrajes actuales del género espacial, 'Star Trek' (1979), sin embargo se despega de ellas debido a un inteligente y complejo guion llevado a cabo por Harold Livingston y Gene Roddenberry basado en una historia de Dean Foster, que apunta a las líneas más renovadoras del momento literario del género como es la aceptación de inteligencia y formas de vida no antropomórficas, consecuencias no previstas de aspectos actuales de la carrera espacial, minimización del hombre en el espacio, considerado como simples unidades de carbono activo y a la vez valoración de los sentimientos humanos en un conjunto dominado por la fría inteligencia.
Entre sus efectos técnicos destaca la brillante y majestuosa partitura musical que ha compuesto Jerry Goldsmith.
El resultado, con sus correctos trucajes y sus personajes algo tópicos, es un ejemplo de cómo buscar líneas que profundicen en el género y hacer ver al gran público que, efectivamente, la aventura humana no está más que empezando.
Premio a los mejores efectos especiales de la Academia de ciencia ficción. Premio de IFMCA a la música. Nominada a 3 Oscar y a un Globo de oro.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE