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RITICA
Por: PACO CASADO
Sigue a una pareja de cineastas norteamericanos, Tony y Chris, que se retiran a la isla de Faro, en el mar Báltico, que tiene unos 500 habitantes, durante el verano, para escribir los guiones de sus próximas producciones, el lugar que inspiró al director sueco Ingmar Bergman que se quedó fascinado, donde se instaló a vivir los últimos años de su vida, hasta su muerte en 2007 y tiene su tumba, donde filmó algunas de sus mejores obras.
Pocos territorios tan asociados al paisaje artístico y biográfico de un cineasta como esa isla sueca, donde Ingmar Bergman rodó buena parte de su filmografía y estableció su residencia en ciertos momentos de su vida cuya casa se puede visitar como una especie de museo y donde se ponen sus películas.
Allí se trasladan Tony y Chris un matrimonio de cineastas, él un veterano y reconocido director, que incluso presenta allí uno de sus films y se presta a mantener un coloquio con los espectadores asistentes, mientras que ella aún tiene una carrera en ciernes y está escribiendo el guion de lo que será su primera cinta como directora.
'La isla de Bergman' (2021) arranca como muchas de las películas del famoso realizador sueco, como una comedia sentimental veraniega, para ir componiendo un juego de amplias resonancias que abarca desde los múltiples legados del director hasta los retos específicos de una mujer aspirante a cineasta.
En la casa que alquilan, donde se rodó Escenas de un matrimonio, hay detrás una especie de molino de viento y cada uno trabaja en uno de esos lugares por separado para concentrarse mejor.
Él no le cuenta de qué va lo que escribe, pero ella, más bisoña, le consulta acerca de lo que será su primera obra, se la va contando mientras pasean, porque está atascada y no acaba de encontrar el final.
Esto hace que al tiempo que se la va narrando lo veamos plasmado en imágenes, como si ya lo estuviera rodando, lo que origina que tengamos un film dentro de otro.
La cinta base se adorna con algunos datos sobre Bergman, se proyecta en un cine Gritos y susurros e incluso hay un autobús que hace un tour turístico por los lugares más emblemáticos de la isla que utilizó en sus películas e incluso se nos dice que Bergman decía que 'Persona' (1966) le salvó la vida, pero no sabemos porqué.
El protagonismo recae en el inglés Tim Roth como Tony y la luxemburguesa Vicky Krieps desplegando su talento como Chris, aunque en el argumento figuran como norteamericanos, sin embargo a partir de la segunda parte esos papeles los asumen la actriz australiana Mia Wasikowska y el noruego Anders Danielsen Lie en el relato que hace Chris de su guion.
Ciertamente la anécdota principal es corta, pero con la introducción del segundo film se complementa y se obtiene una manera distinta de introducir el cine dentro del cine.
El espíritu de Bergman sobrevuela durante toda la narración y del que se aprenden algunas cosas que tal vez no se sabían, como que tuvo nueve hijos con seis mujeres diferentes.
Este es el séptimo largometraje que realiza la directora francesa Mia Hansen-Love de la que ya conocíamos alguno de ellos como El porvenir (2016) que lleva aquí la narración al ritmo que corresponde al argumento de esta historia.
Mia Hansen-Love tuvo una relación de unos quince años con Olivier Assayas y ciertamente algo de ella hay en esta historia.
En la banda sonora se introducen algunos conocidos temas de Abba y de Robin Williamson que adornan las imágenes.
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