|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Uno de los trucos que suele utilizar la producción de una película para hacerla lo más comercial posible, es situar en la cabecera de cartel a dos deslumbrantes estrellas del cine de Hollywood, como ocurre en este caso con los nombres de Julia Roberts y George Clooney, aunque después el contenido sea nimio y poco interesante y la pareja, su mayor atractivo, no logre salvar el film.
David y Georgia, que un día fueron matrimonio y hoy están divorciados, se juntan de nuevo primero para asistir a la ceremonia de graduación de su hija Lily como abogada y un tiempo después para realizar un viaje a Bali para evitar que su hijita del alma cometa el mismo error que ellos hace veinticinco años.
Y es que Lily, antes de entrar a trabajar en un bufete de abogados de Chicago, se fue de viaje de vacaciones con Wren Butler, su mejor amiga, a Bali y allí conoció a Gede, un apuesto chico balinés que cultiva algas, que le robó el corazón y llegado el momento le pide que se case con él, renunciando a su carrera, que es lo que quieren impedir David y Georgia, para evitar que se repita lo que les sucedió a ellos.
Por su parte su amiga Wren también encuentra el amor con un médico de la localidad.
Por ese motivo acuden días antes de la boda tratando de encontrar algún motivo o excusa para impedir la celebración de la ceremonia.
En ello consiste el argumento de esta comedia romántica cuyos 104 minutos de duración resultan demasiado largos, ya que apenas si hay motivos para rellenarlos de un contenido que resulte medianamente interesante y haga atractiva la trama, ya que se dedica a repetir situaciones, introducir algunos gags ineficaces y metiendo por medio la historia de Paul, un piloto de aviación comercial que está enamorado de Georgia, lo que, a pesar de estar divorciado y se llevan a matar, provoca los celos de David cuando se entera de esa relación que desconocía por completo.
Al atractivo inicial que apuntamos en el comienzo de este comentario se le añade este otro de estar dirigido por Ol Parker, el realizador de la segunda parte del musical Mamma mia! Una y otra vez (2018), que es su tercer largometraje, cinta que nada tiene que ver con esta que comentamos que es el cuarto título que realiza, que resulta ser una comedia bastante sosita y previsible desde el comienzo hasta el final.
Hay momentos que aburre tanta pelea entre la pareja protagonista que parece que en cualquier momento desearía matar el uno al otro, lo que no hace más que alargar una trama sin la menor consistencia.
La película tiene por otra parte el disfrute de los bellos paisajes en los que discurre la historia que aunque figuran como de Bali en realidad se rodó en Australia.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE