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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hizo su presentación recientemente en la sección Horizontes de la Mostra de cine de Venecia y ahora se puede ver ya en las salas de los cines españolas.
En esta producción cohabitan tres historias que van coincidiendo a lo largo de toda una jornada que comienza a las siete de la mañana con el sonido del despertador y concluye ya bastante entrada la noche.
En este drama que entre otros temas trata sobre los deshaucios de personas que de la noche a la mañana se encuentran en medio de la calle.
Cuenta el caso de Azucena, casada con Manuel, un albañil, con un hijo de pocos años, mientras ella es reponedora en un gran supermercado, a la que el banco le da 24 horas para abandonar su piso por falta de pago de la renta.
En todas estas historias se defiende la familia, el afecto, el amor y la solidaridad entre las personas para resolver los problemas de los demás y poder salir adelante en los márgenes de una gran ciudad, pero también están de fondo la inmigración, los aspectos financieros y las crisis personales que todo ello provoca.
Las tres tienen un nexo de unión en la persona de Rafa, un abogado sindical, que se desvive por los demás, lo que repercute negativamente en su propia familia, que al llevar a su hijastro Raúl a una excursión del colegio, a la que llega tarde y se queda en tierra, ve cómo la policía se lleva a Selma, una chiquilla de corta edad, hija de Badia, una inmigrante árabe que él conoce y a la que le llevaba una bombona de butano y al perder la pista tratará de buscarla para que no se la quiten a su madre y la entreguen a los servicios sociales por dejarla sola en casa.
El tercer caso es el de Teodora, una mujer muy mayor, que vive sola, tras la muerte del marido, que añora a Germán, su hijo, al que llama constantemente sin tener respuesta, que trabaja de albañil, tras perder el negocio que le había puesto con sus ahorros, de lo que se siente culpable, avergonzado y no quiere verla ni responder a sus llamadas.
El guion que agrupa a esos tres personajes, como hemos apuntado, Rafa, el abogado, Azucena la empleada del supermercado que trabaja para poder mantener a su familia, a la que le han dado un tiempo de 24 para desalojar su vivienda y verse materialmente en la calle y esa mujer anciana, que tiene problemas económicos y de comunicación con su hijo, así como la hija de la inmigrante recogida por la policía.
Son tres relatos a cual más entrañable que están escritos entre la periodista Olga Rodríguez y Juan Diego Botto, un actor argentino que lleva afincado en España desde 1982 en que hizo su primer trabajo en la película Ni te cases, ni te embarques dirigida por Javier Aguirre, cuando era aún un niño de siete años, que ahora tras dirigir dos cortos debuta también en la dirección de su primer largometraje con 'En los márgenes' (2022) en el que asume la triple labor de dirigir, coescribir el guion y participar en un papel secundario como el esposo de Azucena.
Decimos tres pero es que lo que le pasa a Rafa es un cuarto y no es menor que cualquiera de los otros en el que él se desvive por los demás lleno de humanidad y se crea con ello su propio problema de su esposa embarazada a la que no acompaña al médico.
Hasta el presente Botto lleva ya setenta títulos en su haber como actor entre cine y series de televisión a pesar de ser aún joven y en esta su ópera prima ha puesto todo su saber de casi cuarenta años en los medios audiovisuales y ciertamente no le ha salido mal, a pesar de que el hecho de llevar las tres historia a la vez, no todas tratadas con la misma intensidad y atención, y saltar de una a otra constantemente, hace que en algún momento el espectador pierda un poco el rumbo, pero no así el intenso ritmo con que se desarrolla la narración.
A la hora del trabajo actoral hay que destacar sin duda en primer lugar la labor de Luis Tosar que hace el mayor esfuerzo en esta ocasión, mientras que Penélope Cruz, que comienza en un segundo plano, adquiere todo su protagonismo en el tercio final del film como esa atribulada madre, lejos de todo glamour, demostrando su calidad de gran actriz.
No podemos dejar de citar el pequeño pero importante papel que hace la actriz andaluza, malagueña por más señas, Adelfa Calvo, encarnando a Teodora, que últimamente no hay cinta española en la que no aparezca, siendo una de las secundarias imprescindibles en estos momentos en nuestro cine, poseedora de los premios Goya, Feroz y Asecan, entre otros.
Interesante drama de denuncia de problemática social.
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