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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Sick of myself' (2022) participó en la sección Una cierta mirada del Festival de cine de Cannes, posteriormente formó parte de la programación de la Semana de cine de Valladolid y ahora llega a nuestras pantallas.
No es frecuente ver en nuestras salas una coproducción entre dos países como Noruega y Suiza, pero para eso sirven a veces los festivales de cine, para llamar la atención sobre ciertas producciones que de otra forma tan sólo se verían en sus países sin trascender al resto del mundo cinematográfico.
Los protagonistas de esta historia son Signe, que trabaja como camarera en un bar, y Thomas, que es un artista en busca del triunfo en una próxima exposición de su arte, que viven en Oslo.
Ambos son pareja pero tienen una relación poco sana, que cambia, especialmente, cuando Thomas de repente se abre paso y es considerado como un reconocido artista contemporáneo, al que todos quieren entrevistar y publicar en las mejores revistas del sector, mientras que ella no desea ser menos.
Ante esa circunstancia Signe se siente celosa del triunfo de su pareja y se inventará un nuevo personaje para llamar la atención y la simpatía de los medios, recuperando así su estatus, para triunfar también.
Para eso buscará la manera de destacar y estar al menos a su misma altura.
Signe investiga en internet y encuentra una leve enfermedad que consiste en salir unas manchas rojas en la piel, para lo que hay una serie de medicamentos rusos que la curan, pero también que el abuso de ellas la pueden provocar.
Mediante un amigo hace que se las pida por internet y al tomar gran cantidad de éstas provocan el efecto deseado, a pesar de convertirse en una enferma de sí misma, como dice la traducción del título inglés de esta película.
La enfermedad vuelve locos a los médicos como una dolencia rara, lo que hace que llame la atención de los periódicos y los medios y se convierte en una persona destacada aunque sea debido a ese mal.
En el guion hay una cuestión tan absurda como que los médicos no den con el fraude que ella hace con lo adelantada que está la medicina hoy día.
Estamos ante el primer largometraje de ficción de este para nosotros desconocido director noruego Kristoffer Bogli, que debutó en la dirección con el film 'DRIB' (2017), siendo Sick of myself (2022) el segundo que realiza y primero que llega hasta nuestras salas.
Ciertamente ha elegido un tema un tanto original escrito por él mismo, aunque nos parezca una cierta aberración de hasta dónde puede llegar una persona ante un narcicismo tan desaforado y unos celos tan fuertes sobre otra persona y en este caso su pareja, en lugar de alegrarse del triunfo de su ser amado.
Por su parte la pareja de actores protagonistas Kristine Kujath Thorp y Eirik Saether tratan de sacar adelante sus absurdos y disparatados personajes ante la impostura, el egocentrismo y el narcicismo, que le lleva a poner en riesgo la salud y la vida.
Casi se puede decir que se convierte en una cinta de terror por las cosas terribles que nos muestra, llevada acabo con un ritmo irregular.
Mejor actriz Kristine Kujath Thorp en el F. de Dublín. Premio a mejor película en la sección Punto de encuentro y mención especial del jurado joven en la Seminci de Valladolid. Mejor actriz en el Festival de cine fantástico de Málaga y en el Festival de Molins.
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