Título: | LA COSA | |
Tit. Orig.: |
THE THING | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2010 | |
Dirección: | MATTHIJS HEIJNINGEN | |
Guión: | ERIC HEISSERER. Basado en el relato corto "Who goes there?", escrito por JOHN W. CAMPBELL JR. | |
Fotografía: | MICHAEL ABRAMOWICZ | |
Música | MARCO BELTRAMI | |
Interpretes: | MARY ELIZABETH WINSTEAD, JOEL EDGERTON, ADEWALE AKINNOYE-AGBAJE, ULRICH THOMSEN, PAUL BRAUNSTEIN, ERIC CHRISTIAN OLSEN, KIM BUBBS, TROND ESPEIN SEIM | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: | 101 MINUTOS |
---|
Por PACO CASADO
Los productores a falta de guiones originales y de calidad prefieren a veces hacer remakes de películas clásicas, ya que las nuevas generaciones no las conocen y las actualizan con las mejoras que han ido surgiendo con la aparición de nuevas técnicas cinematográficas.
Eso ha ocurrido una vez más con El enigma de otro mundo (1951) que en su día dirigió Christian Niby, producido por Howard Hawks, en blanco y negro, en la que se adaptaba el relato corto Who goes there?, escrito por John W. Campbell jr., publicado en 1938, que pudimos ver en su día, que era un producto de serie B.
Treinta años después surgió una nueva versión, esta vez denominada La cosa (1982), dirigida por John Carpenter, ahora en color y con abundantes efectos especiales.
Y de nuevo otros treinta años más tarde aparece esta edición titulada también La cosa (2010), dirigida por el holandés Matthijs Heijningen que, aunque se vende como una precuela, no es más que un remake de esta última que prácticamente copia o calca muchos de los momentos y efectos especiales de aquella.
Escrita en esta ocasión por Eric Heisserer, guionista de Pesadilla en Elm Street, entre otros títulos del género, que cuenta cómo una expedición de científicos noruegos en la Antártida descubre enterrado en el hielo un extraño organismo, posiblemente un extraterrestre. Para hacer un estudio del mismo se contrata a la paleontóloga Kate Lloyd, poniéndola al frente de un grupo de hombres que sufrirán los ataques del enigmático ser cuando éste despierta de su largo letargo y se introduzca por mimetismo en el cuerpo de varios de ellos.
De esa incógnita se aprovecha el guion para producir el suspense al no saber el espectador quienes son los que están contaminados.
El método que se emplea esta vez para descubrirlo difiere del de la versión anterior, como así mismo el hecho de ser una mujer la que se sitúa al frente de los científicos de varias nacionalidades, convirtiéndose en la auténtica protagonista.
El debutante director holandés hace una correcta ópera prima de cara a un público que gusta del género de terror, de la casquería y de los efectos especiales, con cierta solvencia, pero resulta más mecánica y no consigue el equilibrio que tenía la versión clásica, vulgarizando la tragedia original y convirtiendo ésta en una cinta de monstruos sin carisma, que pretende ser un homenaje al género de terror de los años 80