Título: |
AGUAS TRANQUILAS | |
Tit. Orig.: |
FUTATSUME NO MADO | |
Nacionalidad: |
JAPÓN, FRANCIA, ESPAÑA, 2014 | |
Dirección: |
NAOMI KAWASE | |
Guión: |
NAOMI KAWASE |
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Fotografía: |
YUTAKA YAMAZAKI |
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Música |
HASHIKEN |
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Interpretes: |
MIYUKI MATSUDA, NIJIRÔ MURAKAMI, JUN YOSHINAGA, TETTA SUGIMOTO, MAKIKO WATANABE, JUN MURAKAMI, HIDEO SAKAKI, SADAE SAKAE |
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Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: |
121 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Tras pasar por la sección oficial del Festival de cine de Cannes y por la de Perlas del de San Sebastián llega a las pantallas españolas 'Aguas tranquilas' (2014), que supone un cambio en la filmografía de esta directora.
En la isla japonesa subtropical de Amami-Oshima, lugar natal de la directora, las tradiciones sobre la naturaleza son eternas y algunas de estas fueron rodadas como si se tratara de un documental, como la noche de las danzas tradicionales de luna llena del mes de agosto e igual ocurrió con el tifón real, que refleja el respeto de la directora por la Naturaleza.
El joven de 16 años Kayto descubre un cadáver flotando en el mar. Su amiga Kyoko trata de ayudarle a desentrañar este misterioso descubrimiento.
Juntos aprenderán a ser adultos experimentando los ciclos entrelazados la dulzura de la vida y el amor, frente al amargor de la enfermedad y la muerte, así como el paso de la niñez a la edad adulta y de la vida a la muerte de manera sencilla y natural.
Está dirigida por Naomi Kawase, de la que ya conocemos 'El bosque del luto' (2007), único suyo visto aquí, que ganó el Premio especial del jurado en el Festival de cine de Cannes, en la que hay algo de personal de la directora ya que ella tras la separación de sus padres fue adoptada por su tía, que falleció cuando preparaba esta producción y también del paisaje de sus verdaderos padres y donde ella nació.
El film arranca con la misteriosa aparición de un hombre desnudo muerto flotando en el mar para después llevarnos a la escuela donde estudian los dos jóvenes protagonistas de esta historia, Kayto y Kyoko, de los que poco a poco vamos conociendo sus respectivos dramas familiares.
Kyoko tiene enferma a Isa, su madre, con poderes chamánicos, que se encuentra internada en el hospital y los médicos le han dado poco tiempo de vida.
Ante esta circunstancia de la inminente muerte, alguien le dice que aunque no sintamos ya su calor de manera física, sin embargo sus pensamientos permanecen en nuestro corazón.
Por su parte Kayto vive en una familia rota, ya que su madre hace tiempo que se ha divorciado de su padre, que vive en Pekín, y al que desea ver para preguntarle los motivos del abandono de su familia.
Todos los personajes están muy vinculados con la naturaleza, pero especialmente Kayto que tiene miedo al mar porque piensa que está vivo, tras la experiencia vivida.
Ambos jóvenes experimentarán una iniciación al mundo del sexo, la muerte y la vida y encontrarán en el amor, tras su íntima relación, el consuelo de sus respectivas situaciones familiares.
El guion posee una historia pequeña pero emotiva cuya narración discurre de forma lenta, lo que no quiere decir que sea aburrida, a pesar de las dos horas de duración de la cinta, en la que con frecuencia se utiliza levemente la cámara a mano, sin que llegue a ser mareante, pero de alguna forma molesta, ya que es algo innecesario esa utilización.
Es una de las pocas pegas que se le puede poner a esta producción junto con algunos planos demasiado largos, que tiene una fotografía perfecta, de ensueño, que realza los bellos paisajes y la naturaleza de la isla convertida en protagonista en un auténtico poema sinfónico de color que no se olvida.
Un buen trabajo de los dos actores jóvenes y no menos interesante de los adultos.
Premio mejor actriz para Jun Yoshinaga en el festival de Sakhalin. Pasó también por los festivales de Munich y Ghent.