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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine francés ha encontrado un buen caldo de cultivo en la comedia, como en su día lo aprovechó el cine español, género en el que está consiguiendo buenos logros, sobre todo comerciales, ya que con frecuencia alcanzan sus títulos el número uno en la cartelera en el fin de semana del estreno logrando posteriormente buenas cifras que hace que se promocionen como posibles en su exportación a otros países, caso de España, donde nos llegan con frecuencia.
Uno de los últimos números uno es esta 'Papá o mamá'.
Florencia y Vincent Leroy siempre han logrado el éxito en las cosas que se han propuesto.
En sus puestos de trabajo, en su matrimonio, con sus tres hijos y también quieren triunfar en su divorcio. Pero cuando los dos ascienden en sus respectivos empleos, él es ginecólogo y ella arquitecto, y descubren que su amor se ha terminado y solo queda una amistad, su vida en pareja se convierte en una auténtica pesadilla, sobre todo a la hora de quedarse con los niños.
Desde ese momento se declaran la guerra y no habrá nada de tregua ya que los dos ex cónyuges modélicos se convierten en enemigos. Sus vidas se transforman en un infierno y hacen cualquier cosa para no tener la custodia de los hijos.
En esta comedia la cuestión es darle la vuelta a lo que con frecuencia es un drama. En todo conflicto de divorcio el problema principal suele ser obtener la custodia de los retoños. Generalmente es la madre la que se queda con ellos y el padre el que pasa la pensión para la cuestión alimenticia y la educación. Pero en este caso el problema es que ninguno de los dos quieren quedarse con los tres hijos de diferentes edades cuya relación suele ser con frecuencia algo conflictiva, de ahí que cada uno busque los trucos no para ganarse su afecto sino para todo lo contrario y las añagazas que emplean los dos miembros del matrimonio son constantes, auténticas faenas las que se hacen el uno al otro para conseguir el objetivo que cada uno se ha propuesto, que es el mismo.
Las situaciones cómicas salen de esos momentos en los que se ponen las zancadillas mutuamente.
Los guionistas muestran bastante ingenio en idear esos momentos y cuando ya alguno de ellos cree que lo ha conseguido surge la contrapartida del otro y así sucesivamente.
Uno de los aciertos es que la trama no se alarga en exceso.
Hay quien ha sugerido que esta cínica película se parece mucho a 'La guerra de los Rose (1989), de Dany DeVito y en cierto modo lleva razón pero en este caso se trata de una comedia francesa y las situaciones son bastante diferentes en este sentido y con una cierta corrección política.
El encargado de llevar a cabo este destructivo film con momentos un poco exagerados, es Martin Bourboulon, director que proviene del campo de la publicidad, que hace con esta entretenida cinta su ópera prima en el largometraje con un reparto que está bien, tanto los adultos como los tres chavales, con bastante situaciones divertidas, cuyo guion está basado en una idea original de Guillaume Clicquot de Mentque en la que priva la ambición personal incluso por delante de la familia, en la que los protagonistas viven alocadas situaciones en un argumento algo previsible cuyo final se ve venir.
Premio del público en el Festival de L'Alpe D'Huez.
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