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SINOPSIS
Decidida a evitar que Annabelle cause más estragos, Ed y Lorraine Warren llevan a la muñeca poseída a la sala de artefactos con llave de su casa, colocándola "a salvo" detrás de un cristal sagrado y alistando la bendición santa de un sacerdote. Pero una noche profana de horror aguarda a que Annabelle despierte a los espíritus malignos en la habitación, quienes se fijan en un nuevo objetivo: la hija de diez años de los Warrens, Judy y sus amigas...
INTÉRPRETES
PATRICK WILSON, VERA FARMIGA, McKENNA GRACE, MADISON ISEMAN, EMILY BROBST, STEPHEN BLACKEHART, KATIE SARIFE, STEVE COULTER, EDDIE J. FERNANDEZ, SADE KATARINA, JOANNA BARTLING, HUIQUAN CAI, KENZIE CAPLAN, PAUL DEAN
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PREMIERE
SECUELAS Annabelle (2014) / Annabelle (Creation) (2017)
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SOBRE LA PRODUCCIÓN...
Cuando arranca esta historia, la muñeca Annabelle, que rescataron los demonólogos Ed y Lorraine Warren de un grupo de jóvenes enfermeras aterrorizadas, lleva un año bajo llave en su nuevo hogar, y está rodeada de los innumerables artefactos encantados de los Warren. A pesar de que durante este tiempo ha reinado una relativa tranquilidad, todas las reliquias siguen siendo la herramienta de la que se sirven las fuerzas malévolas que conocen sin duda la presencia de Annabelle.
El guión es obra de Gary Dauberman, el guionista de la franquicia "Expediente Warren", que debuta como director con "Annabelle vuelve a casa”. “Era una progresión natural y el momento adecuado para dar este salto, y James y Peter fueron de gran ayuda", afirma el director refiriéndose a los productores James Wan y Peter Safran. Wan y Dauberman han escrito la historia, y este último afirma que supieron de inmediato que querían que se desarrollase en la casa de los Warren. De esa forma daban continuidad al ambiente glam de los 70, pero estudiando con mucho más detenimiento la casa de los Warren.
“Estamos a principios de los años 70, poco después del caso Perron que contamos en 'Expediente Warren: The Conjuring’. Los Warren empiezan a sentirse presionados, ya que la gente se pregunta cómo se ganan la vida. Esa presión está afectando a Judy mucho más de lo que dice aunque Ed y Lorraine no lo saben”.
Judy Warren es su hija de diez años. Y aunque ésta, al igual que todas las películas de "Annabelle", es sobre todo ficticia y solo aborda brevemente el evento que se recoge en los verdaderos casos Warren, a Dauberman le pareció interesante experimentar el mundo paranormal que habitan sus padres desde el punto de vista de Judy. “¿Cómo sería ser su hija y verlos llegar a casa después del trabajo, donde lidian todos los días con esos terribles acontecimientos sobrenaturales?", comenta el director. “¿O tener en una sala de artefactos que son recuerdos de todas sus aterradoras investigaciones?”
Que los niños tengan curiosidad suele ser bueno, pero Judy se ha mantenido alejada de esa parte de la casa. Se toma en serio las advertencias de sus padres de no aventurarse más allá de la puerta cerrada. Puede que Annabelle sea la incorporación más reciente de la misteriosa colección, pero lo cierto es que el espacio alberga cientos de artículos. Y cada uno de ellos es lo bastante peligroso como para tenerlo bajo llave y recibir las bendiciones sagradas de un sacerdote.
“Cinematográficamente, siempre nos gustó la idea de utilizar la sala de artefactos como base de operaciones de una película", dice Safran, que ha producido las seis películas del universo "Conjuring". “Ya habíamos dejado ver las posibilidades que ofrecía esa sala, pero en 'Annabelle vuelve a casa', podemos aprovecharla al máximo. La historia que Gary y James concibieron se basa en la idea de que es imposible poner límites a Annabelle, que en realidad es un reclamo para otros espíritus malignos”.
Wan, creador de la franquicia "Conjuring", que también produce esta cinta, afirma: "Creo que mi obsesión por las muñecas espeluznantes me llevó a los Warren. La historia de la verdadera Annabelle me llevó a indagar más sobre quiénes eran y a conocer mejor a esta muñeca que era la pieza central de su colección”.
Wan ha dado a conocer su versión cinematográfica de Annabelle al mundo y reconoce: "Cada vez era mayor mi fascinación por la idea de que un objeto inanimado, algo que se supone que es inocente y que se considera un juguete infantil, podría albergar una entidad demoníaca. Además, mi interés ha ido en aumento con las historias de Annabelle y después con el Crooked Man (Hombre torcido) de 'Expediente Warren: El caso Enfield'".
Ahora, Annabelle ha vuelto "a casa" y tiene muchos "amigos". Así que los realizadores contaban con un elenco de personajes únicos con los que trabajar... y sólo unos poquitos seres humanos. “En nuestra historia, los Warren se van por una noche, como solían hacer por trabajo, dejando a Judy en casa con su niñera, Mary Ellen", señala Safran. “Como los acontecimientos más importantes de nuestra película tienen lugar en el transcurso de esa noche, aumentamos la intensidad muy rápidamente y la mantuvimos durante casi toda la película”.
Patrick Wilson, que retoma su papel de Ed Warren, dice que a él y a su coprotagonista Vera Farmiga les encanta interpretar estos papeles "porque sabemos que vamos a hacer un drama con momentos de terror de alto voltaje y enfrentándonos a cosas bastante siniestras. Pero también están todos esos momentos en los que podemos mostrar la otra faceta de la pareja. En esta película, nuestro papel fundamental es ser los padres cariñosos de Judy”.
Junto a Wilson, Farmiga se incorpora al papel de Lorraine Warren por cuarta vez y añade que lo que más le atrae a estas historias es "la pureza de su amor y la forma en que conectan, cómo se complementan entre ellos. Y también la idea de que su fe es una fuerza muy poderosa para ellos, que contrasta brutalmente con la oscuridad que les rodea”.
Es esa oscuridad, junto con el hecho de que los Warren no están en casa, lo que atrae a la casa a Daniela, la amiga de Mary Ellen. Es tremendamente curiosa y eso la hace mejor persona. Pero además está especialmente interesada en saber qué hacen los Warren. Y al abrir la vitrina donde está Annabelle, libera a muchos de esos objetos aparentemente inamovibles que se convierten en una fuerza imparable contra la que tendrán que luchar las tres niñas... seguramente hasta la muerte.
ARTEFACTOS...
Uno de los sets principales de "Annabelle vuelve a casa" es la sala de artefactos de la cada de los Warren. Pero no solo alberga objetos, también espíritus malignos que los poseen. Aunque es la última que ha llegado, la muñeca Annabelle se encuentra en su cuarta iteración y en su forma más poderosa, y sus experiencias previas se hacen evidentes en los numerosos cortes y rasguños que tiene. Al igual que en "Annabelle: Creation", Studio ADI creó la muñeca que hizo en tres ejemplares: Dos nuevas muñecas de héroe y una nueva muñeca de especialista. Cada una incorpora mejoras en el diseño, como doblar los codos y las muñecas, y la capacidad de estar de pie. Y, como cualquier gran estrella, Annabelle tenía una doble, que es una de las muñecas de una película anterior.
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentó la producción fue llenar la sala con piezas de atrezzo originales, interesantes y, en muchos casos, con un significado propio. Además de Annabelle y la vitrina de cristal donde está encerrada con un letrero que dice '¡Peligro! No abrir bajo ningún concepto', algunos objetos resultarán familiares a los fans de las dos películas anteriores de "Conjuring": la caja de música, el mono de juguete con el acordeón y el gran Samurái.
Entre los elementos adicionales que desempeñan papeles clave en esta historia están un piano; una novia; el cadáver de un barquero con monedas y una bolsa; una pulsera victoriana de luto; una veleta; un televisor Philco Predicta; un juego de Feeley Meeley; una máquina de escribir Remington; un reloj de cuco; un mueble con radio; una serpiente de cascabel; un telégrafo; y la brújula de un marinero.
“La sala de los artefactos es uno de esos sitios de estas películas en los que te gustaría pasar tiempo porque encierra muchas historias potenciales", afirma Dauberman. “Esta película cumple con ese deseo y aprovecha varios de los objetos de la sala que se ven afectados por la presencia de Annabelle. En las otras películas, es un espacio seguro; en esta lo hemos convertido en un lugar más siniestro, la guarida de nuestros villanos”.
Algunas piezas como el televisor, la máquina de escribir y el mono los adquirió la diseñadora de producción Jennifer Spence en tiendas y rastrillos de la zona de Los Ángeles. “Para mí, es trabajo, pero es lo que me gusta hacer. Me encanta”, dice Spence. “Tiene que gustarte el trabajo porque te pasas el fin de semana encontrando esas cosas geniales que harán las delicias de los realizadores y, en última instancia, del público”.
Las otras piezas las creó el atrezzista Thomas Spence, que también había trabajado en "Annabelle: Creation". Esta película fue especialmente gratificante para él: “Mi parte favorita de este trabajo es diseñar piezas de atrezzo originales y distintas que te permiten crear un concepto y construir después algo físico con lo que puedas jugar. Esta película en particular, es de época pero también de terror, así que me encanta pensar en las reacciones del público ante algo que hemos creado para una película como esta”.
Hay tantos objetos en la sala de artefactos que hay para todos los gustos. Por supuesto, no todo lo que está encerrado en la sala de artefactos se queda en la sala de artefactos…
HISTORIAS DE FANTASMAS...
Desde el principio, una de las tradiciones de las películas del universo "Conjuring" era invitar a un sacerdote a bendecir el rodaje. Sin embargo, en cada una de ellas se produjeron extraños sucesos durante el rodaje, como lo atestiguaron tanto el reparto como los miembros del equipo en numerosas ocasiones, y "Annabelle vuelve a casa" no fue diferente.
Por ejemplo, durante la preproducción, el banco de piano que hay la sala de los artefactos se movió durante la noche en varias ocasiones, aunque ningún miembro del equipo estaba trabajando y el escenario estaba cerrado. Además, durante una visita al plató, el reloj de un periodista se volvió loco, cambiando la hora, acelerando, incluso saltándose las horas. Creyó que la batería se había acabado pero cuando se lo puso al día siguiente, el reloj daba bien la hora y funcionaba perfectamente.
Mckenna Grace también experimentó varios incidentes extraños, como una bajada de tensión eléctrica en su remolque; puertas que encontró abiertas a pesar de que las había cerrado; una figura tenebrosa dormida en una de las habitaciones vacías de la localización; una hemorragia nasal inexplicable en el set que solo se cortó cuando se fue del plató; y, en uno de los últimos días de rodaje, le regalaron un rosario con los colores del arco iris. Lo llevaba colgado al cuello y de repente el crucifijo se soltó y cayó al suelo.
Durante el rodaje, Grace trajo una nueva cámara instantánea para hacerse fotos con el reparto y el equipo, pero cada vez que hacía una foto con Annabelle, salía negra. Y en una foto con Patrick Wilson, una marca negra apareció sobre la cruz que llevaba puesta y dejaba borroso el símbolo sagrado.
DISEÑO DE PRODUCCIÓN, LOCALIZACIONES, VESTUARIO...
“Annabelle vuelve a casa" se rodó en su totalidad en Los Ángeles y sus alrededores. Además de colaborar con Jennifer Spence, Dauberman trabajó con veteranos del Universo "Conjuring", como el director de fotografía Michael Burgess y la diseñadora de vestuario Leah Butler para recrear el aspecto de la década de 1970 y, en particular, para ampliar la casa de los Warren, mucho más que en las películas anteriores.
La mayor parte del rodaje tuvo lugar en el Warner Bros. Studios Lot. En el backlot, Hennessey Street y French Street sirvieron para realizar algunas tomas exteriores, y el Plató 18 se utilizó para algunas sesiones con pantalla verde donde aparecían coches. Los interiores de la casa se construyeron en el Plató 26, el mismo plató donde Spence construyó la granja de "Annabelle: Creation”. Esta vez, su equipo construyó una casa completa de tres pisos y dos niveles siguiendo sus especificaciones. La mayor parte de la acción se desarrolla dentro de la casa, así que Spence reconstruyó completamente el prototipo, pero conservó el diseño anterior de la famosa sala de artefactos, el estudio de Ed y el pasillo entre los dos.
“Cuando Julie [Berghoff] estaba diseñando 'The Conjuring', encontró una casa genial y un sótano y se atuvo a ese espacio", explica Spence. Pero esta película exigía rodar por todas partes, así que se hicieron cambios que permitieran filmar muchas de las escenas. Muchas ocurren en la sala de artefactos de Spence, que tiene un diseño muy elaborado. El objetivo era conseguir, en la medida de lo posible, una combinación entre la localización real de Connecticut y el set de rodaje original, y que además permitiera el desarrollo de una nueva historia ficticia.
“Por supuesto, en aquel momento nadie sabía cuántas veces íbamos a recrearlo", dice Spence, "pero afortunadamente, hicieron muchas fotos y guardaron bastantes cosas que mi decorador pudo aprovechar. También combinamos algunos elementos y creamos otros que dieron el mismo aspecto a la habitación”.
En el piso principal, Spence retomó su idea de concepto abierto del set principal de "Annabelle: Creation", de modo que el espacio fuera diáfano, aunque en este caso las divisiones de cristal ámbar opaco entorpecían un poco la visión. “Gary y James querían a toda cosa que la casa se pareciera a un laberinto para poder filmar por las esquinas y los rincones", recuerda la diseñadora. “Pero aun así quería que Gary pudiera ver la habitación contigua sin obstáculos, y por eso instalamos esas divisiones de cristal. Me encantan los colores cálidos de esa época: los marrones, naranjas brillantes, verdes y dorados. Todos los miembros del equipo que habían conocido los 70 entraban en la casa y les recordaba a sus propias casas de aquella época. Por supuesto, a todos nos parecía horroroso en aquella época, ¡pero ahora es genial!”
Spence, conocida por su atención al detalle (se dice que hace galletas para que el set de una cocina tenga el ambiente apropiado), también colocó un suelo de madera que parecía auténtico. Estaba hecho con listones de chapa de cinco centímetros de ancho que se tiñeron en diferentes tonos para crear la ilusión de que el parquet estaba gastado por el uso. Después, hizo que su equipo lo envejeciera aún más en las zonas más transitadas.
Spence también tenía papel pintado vintage que había comprado en sus viajes. Lo utilizó en la cocina, el comedor y en el dormitorio de Ed y Lorraine. Tuvo cuidado para que el motivo del papel del estudio, el pasillo y la sala de artefactos coincidiera con él de la primera película. En lo que se refiere a los cuadros colgados en la casa, Spence hizo una excepción. La noche anterior al primer día de rodaje de Patrick Wilson en la casa, el director recorrió la casa con Dauberman y Spence y sugirió que colgaran uno de los verdaderos cuadros de Ed Warren. La idea les gustó, pero no tuvieron tiempo de conseguirlo así que Spence compró los materiales necesarios y, en una noche, pintó un cuadro original con el estilo de Ed. En unas cuatro horas, completó el paisaje de la casa de campo de "Annabelle: Creation" que había diseñado para esa película, incluido el espantoso pozo, y al día siguiente lo colgó encima de la chimenea. A Wilson le encantó.
Se filmaron escenas adicionales en todo Los Ángeles, incluyendo Frogtown; allí la Escuela de Primaria de Dorris Place hizo las veces del Colegio Católico St. Thomas al que asiste Judy Warren; Woodland Hills, donde Jim's Fallbrook Market sustituyó a Palmeri Market, el lugar donde trabaja Bob y donde Mary Ellen y Daniela compran ingredientes para la tarta de cumpleaños; Griffith Park, donde el Túnel de Vermont sirvió de escenario para el accidente de tráfico que Ed y Lorraine sufren al principio de la película; y partes de Newhall, que abarcaban los exteriores de Warren House y el cementerio de Maryville donde Ed y Lorraine, y también Annabelle, hacen una parada imprevista antes de llegar a casa.
Como la escena de apertura de "Annabelle vuelve a casa" se sitúa casi en el mismo sitio que la del prólogo de "The Conjuring", y la nueva película se sitúa cronológicamente entre ese prólogo y el resto de esa película, la diseñadora de vestuario Leah Butler, al igual que hizo Spence, se encargó de crear nuevos diseños pero tomando como referencia los que existían en la primera película. De hecho, esta es la octava colaboración entre Butler y Spence, así que se entienden a la perfección.
“Es muy importante para la historia que los colores, las texturas, todo lo que hacemos contribuya a reflejar el tono de la película y mejorar la visión del director. Y Jen y yo estamos muy bien sincronizadas", afirma Butler. “Además, estos personajes se basan en personas reales, así que hay que tener en cuenta cómo vivían y el aspecto que tenían”.
Butler inició su investigación reuniéndose con la diseñadora de vestuario de "The Conjuring", Kristin M. Burke, y después con Farmiga y Wilson. “Kristin estableció la pauta para los personajes que interpretan Vera y Patrick. Para mí era importante saber de dónde venían esos diseños originales para transmitir la misma sensación. Teníamos una paleta muy concreta para ellos, muchos tonos naturales, cremas y marrones, que estaban muy de moda en esa época. A Vera le encantan las prendas de punto o ganchillo, así que las incluimos en su vestuario. Y le hicimos una falda que se parece a un patrón que vimos en una foto de los verdaderos Lorraine y Ed; de hecho, la corbata tenía el mismo motivo; a ellos les gustaba ir a juego en la vida real, así que quisimos que se viera en la película”.
La verdadera Lorraine Warren también era una fan de las piedras preciosas y, según Butler, “son piezas contundentes. Los espectadores verán los maravillosos anillos que lleva Vera en el papel de Lorraine”.
Sobre los tres personajes protagonistas de esta película, Judy, Mary Ellen y Daniela, Butler afirma: “Siempre es bueno leer el guión. De esa forma se puede colaborar con el director y aportar ideas sobre el aspecto del personaje. Resultó muy útil que Gary hubiera escrito el guión. Por ejemplo, había incluido una frase sobre Mary Ellen en la que decía que parecía salir de la revista Seventeen. Quería que fuera una chica normal, la vecinita de al lado, simpática e inocente. Su amiga Daniela es un poco más chicazo”.
Con esas ideas en mente, Butler fue a la biblioteca Western Costume para estudiar los looks de la época. “Es muy divertido ir a esa biblioteca y revisar las revistas de la época, como los catálogos de Sears y Montgomery Ward. Se ven los estilos y colores que eran populares en aquel momento. Y sí, vi un ejemplar de Seventeen", dice sonriendo. La diseñadora vistió a la morena Katie Sarife, que hace de Daniela, con vaqueros y un jersey de rayas, y a la rubia Mary Ellen de Madison Iseman, con una falda color ciruela y una blusa rosa claro.
Butler dice que hubo otra complicación porque "en realidad el guión de la película abarca solo dos días, así que todos deben llevar lo mismo durante todo el rodaje”. De hecho, la Judy Warren de Mckenna Grace es la que tiene más cambios de vestuario: su uniforme de colegio católico, un suéter, pantalones y un camisón para la noche. “Queríamos que Judy se pareciera a Ed y Lorraine, así que también combinamos algunos de sus colores en su vestuario", añade la diseñadora.
Hubo un traje que se hizo de cero y que no se creó para ninguno de los actores. Sólo figuraba en la sala de artefactos: un vestido de novia. “Esto es lo divertido de este tipo de películas", explica Butler, "puedes diseñar ropa para los personajes normales y también para personajes chiflados como la Novia. Tenía muchas ganas de hacer un vestido que fuera diferente a todo lo que hemos visto en estas películas hasta el momento. Me inspiré mucho en los estilos de la década de 1930 y le presenté mis ideas a Gary. También encontramos una foto de un vestido de novia de la década de 1970, así que hice un vestido que pareciera de los 30 pero con elementos de los 70. Me gustaba la idea de que fuera un vestido que ha pasado por varias manos, ya sea dentro de la familia o porque lo encuentran en una tienda de segunda mano, y que quien lo llevara estaría poseída”.
El vestido de la Novia era uno de los favoritos de Butler, pero no el único. “Diseñar el traje del Barquero fue un proceso interesante", cuenta la diseñadora. “Gary y yo estudiamos el aspecto del barquero en el pasado. Suele llevar una capa, una máscara y otras cosas cuando cruza el río Estigia, que, hipotéticamente debe estar en una zona pantanosa. En mi diseño hay colores del barro, oscuros y verás colores fangosos y oscuros pintados sobre una tela de gasa. La máscara la creó otro departamento, pero nos divertimos trabajando con ella, añadiendo unas pequeñas plumas al traje y a la capucha, así que tiene un aspecto orgánico, casi animal. Creo que ha quedado muy teatral”.
Por último, en una secuencia donde figuran varios cadáveres con monedas sobre los ojos, Butler vistió a su colega diseñadora Spence. “Habíamos bromeado sobre esto con Gary, y luego se me olvidó. Pero ese día les faltaba un actor", recuerda Spence. “Así que me llamaron y me preguntaron: '¿Querías hacerlo de verdad? y pensé, ¿por qué no? Así que Leah me encontró un traje. Mido 1,85 así que no fue fácil. Y también me peinaron y me maquillaron. Fue raro pero muy divertido”.
El compositor Joseph Bishara venía al Plató 26, que abarcaba los interiores de la casa y, por supuesto, la sala de artefactos, después de que se acabara el rodaje cada día. Quería aprovechar el ambiente espeluznante que reinaba. En la oscuridad, podía percibir el ambiente espeluznante del espacio y reflejarlo en la música de la película. Para contrarrestar los temas siniestros, y para que reflejara la década de 1970, el equipo de Dauberman también incluyó en la banda sonora unas cuantas canciones de la época.
“En lo que se refiere a la temática, estamos muy orgullosos de estas películas y no queríamos alejarnos demasiado de lo que las hace tan populares", afirma Dauberman. “El reparto, que incluye a Patrick y a Vera como Ed y Lorraine, y la localización, especialmente la sala de artefactos, hacen que nuestra historia sea absolutamente única. Como casi toda la película transcurre en la casa no teníamos muchas referencias de lo anterior. Y eso desata el miedo a medida que se desarrolla la historia, y también amplía la mitología que hemos visto en las películas anteriores.
“Creo que al público le va a encantar 'Annabelle vuelve a casa' porque lo cierto es que la gente no se cansa de Annabelle", continúa diciendo. “Van a verla desatada, manipulando no sólo a los personajes de la historia sino también otros objetos encantados que pueblan en la sala de artefactos. Y la verán en esa habitación donde se supone que está encerrada para seguridad de todos. Ojalá que pasen un rato muy divertido y tremendamente aterrador viendo esta película en el cine. Y también hemos dejado algunas pistas para poder retomarlas más adelante. Porque está claro que algunos de los objetos encantados encierran una historia genial que valdría la pena contar…”
REPARTO Y PERSONAJES...
Cuando Dauberman y Wan empezaron a concebir la historia de "Annabelle vuelve a casa", Wan estaba trabajando en "Aquaman" con Wilson. Al recordar una conversación que tuvieron, el actor dice: "James quería ir más lejos en la siguiente película de 'Annabelle', sacarla de su pasado y que volviera a casa, es decir, con los Warren’. Tuvo la idea de contar con Lorraine y Ed para arrancar la historia y seguir avanzando desde ahí. Y eso es exactamente lo que hace esta película”.
La película comienza con los Warren llevándose a Annabelle que estaba con los estudiantes de enfermería que no pueden estar más felices deshaciéndose de ella. Después por un camino rural desértico con la muñeca sentada en el asiento de atrás y como ese aspecto desconcertantemente real. “Algo muy extraño sucede, basado en una situación real que ocurrió a los Warren en su vuelta a casa, y que es un pequeño indicio de lo que vendrá", dice burlonamente Wilson, "pero está claro que llegan a casa”.
A pesar de la naturaleza aterradora del material, Wilson y Farmiga han logrado que la relación que existe entre sus personajes en la pantalla sea muy bonita. En realidad es el reflejo de lo que ocurre en la vida real ya que a ambos les encantó volver a trabajar juntos. Farmiga dice que no importa que la escena que estén rodando sea muy seria: “Me encanta que Patrick siempre tenga una sonrisa para todos y en todo momento. De hecho una vez lo cronometré y en un lapso de 60 segundos había sonreído al menos 15 veces”.
Wilson responde: "Es muy fácil asustar a Vera, y eso resulta muy útil en una película como ésta. Por supuesto, es una de las mejores actrices del momento. De eso no hay duda. Siempre muestra una gran profundidad, pero también sabe aportar ligereza”.
Farmiga añade: "Patrick es maravilloso, y nos lo pasamos muy bien juntos”. Y después de tantas películas juntos, afirma: “Él es como de mi familia. Como ese primo bromista que hay en todas las familias”.
Ambos actores creen que no hay que abordar el trabajo en estas películas como si fuera una película de terror, porque están encarnando a una pareja que lo vivió de verdad y que supo manejar la situación con inteligencia y elegancia. “Para mí no es una historia de género, sino una historia de amor", dice Farmiga, "y creo que por eso se nos da tan bien”.
Farmiga también dice que fue genial trabajar con Dauberman por primera vez. “Es como Oz; al final sale de detrás de la cortina y supervisa su visión, poniéndose al timón con mucha confianza en sí mismo", dice sonriendo la actriz.
A Dauberman también le gusta trabajar con Farmiga y Wilson. “Tener la oportunidad de dirigir a Patrick y Vera como Ed y Lorraine fue un sueño hecho realidad", dice. “Conocen perfectamente a los personajes y tienen muy buenas ideas sobre cómo trabajar en una escena. Era como ponerse al volante de un Ferrari; funcionan tan bien juntos y saben exactamente qué hacer; a veces puedes quitar las manos del volante sabiendo que va a salir bien.
“También fueron un gran apoyo", continúa diciendo. “Esta es mi primera película y se mostraron muy pacientes y dispuestos a colaborar. Fue genial contar con ellos en nuestra historia”.
Aunque el foco de la película está puesto en Annabelle, en los numerosos artefactos, así como en los estragos que causan juntos, los Warren no están en casa durante esa noche aterradora, así que su hija, su niñera y una amiga son las que tendrán que luchar para sobrevivir. Y aunque todavía no se lo ha dicho a nadie, la joven Judy Warren está empezando a sospechar que podría parecerse más a sus padres de lo que ellos creen.
Mckenna Grace encarna a Judy y afirma: “Mi personaje tiene poderes como su madre; puede ver visiones, y creo que se siente bastante insegura con esta situación porque resulta aterrador ver todas estas imágenes en su cabeza. O puede que no sólo estén en su cabeza”.
Además en el colegio se siente aislada porque la gente ha empezado a saber lo que hacen sus padres a través de la prensa local. “Se siente marginada porque en la escuela los niños la molestan o no quieren ser amigos suyos”.
Grace está muy implicada en su colegio. De hecho, tal y como explica: "Me enteré de que me habían dado el papel cuando estaba practicando como animadora y tuve que sentarme un momento. Sabía que iba a ser difícil porque hay muchas lágrimas y gritos... en realidad durante toda la película. ¡Pero estaba muy emocionada!”
Parte de su entusiasmo se debía a que es una gran fan del género. “A mi padre y a mí nos encanta ver películas de terror juntos los fines de semana. Son muy buenas y James Wan es un genio", afirma. “Me gusta mucho la adrenalina que provocan. Sabes que va a ser aterrador y, aunque estás emocionada, también estás muerta de miedo. Luego, cuando ha pasado te ríes y te dices: ¡'Wow, qué locura, ¡quiero verlo otra vez!’”
Como fan de las películas de "Conjuring" en particular, Grace estaba encantada de trabajar con Farmiga y Wilson, y a ellos les impresionó la joven actriz. “Es una actriz maravillosa", dice Farmiga. “Y también es una persona fantástica. No creo que haya conocido a una niña con mejores modales que Mckenna, y su generosidad emocional me parece extraordinaria”.
“Siempre me sorprendo cuando conozco a alguien que sabe cómo funciona un set -las tomas, los actores, los directores, etc.- pero sin dejar de ser un niño", dice Wilson. “Está claro que Mckenna se divierte y que le encanta actuar, pero también sabe lo que tiene que hacer. Tiene un gran dominio de la técnica”.
El día que ocurren los acontecimientos coincide con el cumpleaños de Judy, aunque nadie ha aceptado una invitación a la fiesta. Pero su niñera, Mary Ellen, está planeando hacerle una tarta. Madison Iseman, que da vida a Mary Ellen, dice: "Mary Ellen sabe cómo arreglar las cosas. Quiere que todo el mundo esté feliz y a salvo, y hoy le toca cuidar de Judy. Confían la una en la otra y en cierto sentido han crecido juntas, así que para Mary Ellen, Judy es como una hermana pequeña y haría cualquier cosa por ella”.
A Iseman le encantó trabajar con su joven co-protagonista. “Mckenna es la actriz joven con más talento con la que he trabajado; me sorprendía a cada escena. ¡Lo hacía tan bien!”.
Judy no es la única a quien Mary Ellen tiene que vigilar; su amiga Daniela llega a la casa con su propia agenda oculta, utilizando al chico del que está enamorada para que la convenza y deje que Daniela vaya a verla mientras los Warren están fuera.
Para Iseman, las dos chicas adolescentes son "yin y yang". Mary Ellen es una persona equilibrada y una buena chica. Daniel tiene buen corazón pero también le gusta causar problemas. Pero se tienen mucho cariño y se complementan muy bien. Aun así, cuando las cosas empiezan a ponerse feas en la casa, Mary Ellen se siente responsable de haber dejado que Daniela venga a la casa”.
Katie Sarife encarna a Daniela y afirma: “Es muy divertida, extrovertida y enérgica, y tiene un gran corazón. Pero también siente una curiosidad irrefrenable por el más allá y lo sobrenatural. Así que cuando descubre lo que hacen los Warren y que Mary Ellen es su niñera, se invita ella misma a la casa y, sin comerlo ni beberlo, provoca un caos gigantesco".
De hecho, Daniela es el catalizador de todo lo que va a pasar porque no solo logra meterse en la sala cerrada donde están los artefactos y abrir la vitrina de Annabelle; además toca todo lo que hay allí y despierta a los espíritus que están conectados a varios de esos objetos. A Sarife le fascinó el set.
“Es el alma de la casa de los Warren porque hay objetos de las diferentes vitrinas que contiene", dice la actriz. A pesar de que solo era el set de una película, cuando entrabas te daba la impresión de que había mil ojos observándote; hay tantos objetos diferentes... empiezas a imaginarte a todos esos demonios, fantasmas y espíritus que podrían salir de ahí si ocurriera de verdad...”.
Dauberman dice de sus tres jóvenes protagonistas: "Trabajar con Madison, Mckenna y Katie ha sido genial. La trama gira en torno a ellas, y comprendieron muy bien de lo que iba la película. Era muy importante porque algunas escenas de terror son un poco fantasiosas; no hubieran funcionado sin estas chicas, sin la increíble energía que aportaron y cómo supieron reaccionar a todo eso. También fue importante que se llevaran tan bien entre ellas. Parecían amigas de toda la vida”.
Safran dice: "Encontramos a Madison al principio del proceso de casting y su capacidad para pasar de un momento alegre a otro muy intenso, aterrador, era tan extraordinaria que supimos enseguida que era nuestra Mary Ellen. Les llevó más tiempo encontrar a Daniela, pero cuando Katie entró, todos dimos un suspiro de alivio porque sabíamos que habíamos encontrado a nuestra Daniela. Y Mckenna, bueno... es increíble encontrar a alguien de su edad con su talento y su ética de trabajo. Lo supimos la primera vez que la vimos y la escuchamos. Era perfecta y lo ha hecho maravillosamente bien”.
Según Dauberman, las actrices aportaron a sus papeles un aspecto muy importante. “Las tres tienen el clásico 'grito de la reina', es decir, saben gritar a todo volumen; dan unos gritos que te hielan la sangre y eso es exactamente lo que buscas. Encontré más maneras de incluirlos porque eran una pasada”.
El reparto incluye a Michael Cimino, que interpreta a Bob, también conocido como "Bob tiene pelotas", el chico de la tienda de comestibles del que se enamora Mary Ellen; Steve Coulter, veterano de las películas de "The Conjuring", retoma el papel del Padre Gordon, que está dispuesto a bendecir a Annabelle cuando llega a casa con Ed y Lorraine; y entre los niños del colegio de Judy, Luca Luhan encarna a Anthony Ríos. Su nombre de pila es un homenaje al verdadero marido de Judy Warren Spera, el investigador paranormal Tony Spera.
GALERÍA DE FOTOS
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