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SINOPSIS
Julián lucha por pertenecer a un grupo desde que fue expulsado de su antiguo colegio por maltratar a Auggie Pullman. Para concienciarle, su abuela le revela su propia historia de valentía: durante su juventud en la Francia ocupada por los nazis, un chico le protegió arriesgando su propia vida. Ambos encontraron el primer amor en un asombroso y mágico mundo creado por ellos mismos, mientras la madre del chico lo arriesgó todo para mantenerlos a salvo...
INTÉRPRETES
GILLIAN ANDERSON, HELEN MIRREN, OLIVIA ROSS, BRYCE GHELSAR, NADINE LEON GOBET, ORLANDO SCHWERDT, STUART McQUARRIE, ISHAI GOLAN, JIM HIGH, PHILIP LENKOWSKY, ARIELLA GLASER, SIMON MESTDAGH, JEM MATTHEWS, JORDAN CRAMOND, SEAN BRODEUR, JAMES BEAUMONT, KAROLINA LEA NOVAKOVA
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ALAS BLANCAS está basada en la aclamada y querida novela Pájaro Blanco de R.J. Palacio, la autora de Wonder. Esta película de ficción es la pieza creativa extraída del éxito de taquilla de 2017, Wonder, protagonizada por Jacob Tremblay, Owen Wilson y Julia Roberts. Para millones de lectores y espectadores, Wonder es la cautivadora, inspiradora y motivadora historia del poder de la amabilidad: cómo puede construir puentes y cambiar corazones.
En ALAS BLANCAS, la amabilidad tiene el poder incluso de salvar vidas, ya que Julian Albans, el matón que dejó Beecher Prep, es visitado por su abuela desde París y se transforma por su historia de compasión y valentía. Siendo niña en la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, se esconde con la ayuda de un compañero de colegio, un joven que arriesga todo para darle la oportunidad de sobrevivir. Juntos, encuentran belleza y amor en un mundo secreto que crean. De Marc Forster, director de Descubriendo Nunca Jamás y Christopher Robin, Alas Blancas, al igual que su predecesora Wonder, es una historia emotiva sobre cómo, incluso en las circunstancias más desgarradoras, la empatía por los demás puede marcar una gran diferencia en el mundo. Mark Bomback (La Guerra del planeta de los simios) adaptó la novela de Palacio para la pantalla y David Hoberman y Todd Lieberman de Mandeville Films, quienes produjeron previamente Wonder, produjeron ALAS BLANCAS junto con Palacio.
“David y yo establecimos una relación fantástica con la autora R.J. Palacio. Ella nos mencionó esta novela, Pájaro blanco, y nos mostró algunas de las ilustraciones mientras la estaba escribiendo. Cuando Lionsgate leyó el libro, también se emocionó, y entonces todos supimos que teníamos que hacer la película”, dice Todd Lieberman. Marc Forster se unió al proyecto poco después de que el escritor Mark Bomback entregara su primer borrador.
“Marc y yo no nos conocíamos de antes, aunque resultó que teníamos algunos amigos comunes, y francamente estaba un poco nervioso; como guionista, siempre te preocupa que el director no tenga la misma película en su mente que tú. Pero la buena suerte parecía seguir a este proyecto, ya que Marc y yo no podríamos haber estado más coordinados creativamente”, dice Bomback. Renée Wolfe, la socia de Forster en 2DUX2, es productora ejecutiva al igual que Alexander Young de Mandeville Films.
Explicando el proceso creativo, Forster dice: “nos gusta elegir historias que tengan la capacidad de elevar la conciencia en el mundo, y Wonder definitivamente lo consiguió”. Con la novela Pájaro Blanco, también se ofreció a Forster y Wolfe esta oportunidad, aunque se interesaron en explorar más a fondo el viaje liberador de Julian Albans y llevarlo a la pantalla. Wolfe cree que la empatía de Forster lo convierte en el director ideal para una película como ALAS BLANCAS.
“Hay una quietud en él como ser humano, pero está observando y escuchando”. Y él coge eso y lo transforma en una imagen en movimiento, y permite que los lugares mágicos y estáticos de la historia existan y se desplieguen en algo que esta película necesitaba”, dice ella.
El productor David Hoberman interviene diciendo que: “Él tiene mucho talento y es muy colaborador. Eso es raro en nuestro negocio. Es una gran combinación cuando alguien tiene talento como Marc, pero también le gusta escuchar lo que piensas y si tienes alguna idea. Fue una gran colaboración que se convirtió en una gran amistad”. El productor Todd Lieberman dice: “Para hacer una película entera sobre la amabilidad y el poder de los valores, necesitábamos a alguien como Marc para crear esa atmósfera para todos y, afortunadamente, fue el compañero perfecto”.
ALAS BLANCAS también reúne a Forster con algunos de sus colaboradores clave detrás de las cámaras de películas anteriores, incluyendo al director de fotografía Matthias Königswieser (Christopher Robin), la diseñadora de producción Jennifer Williams (Christopher Robin), el editor Matt Chessé, ACE (Christopher Robin, Guerra Mundial Z, 007:Quantum of Solace) y la diseñadora de vestuario ganadora de tres premios de la Academia, Jenny Beavan (Cruella, 2021; Mad Max: Furia en la carretera, 2015; Una habitación con vistas, 1986; El discurso del rey, Gosford Park). El compositor es Thomas Newman (1917, Spectre), con el casting a cargo de Kate Dowd, CDG.
La película está protagonizada por Ariella Glaser, Orlando Schwerdt, Bryce Gheisar, con Gillian Anderson y Helen Mirren, así como Patsy Ferran, Ishai Golan, Jem Matthews, Stuart McQuarrie, Olivia Ross, Jo Stone-Fewings, entre otros muchos miembros del elenco.
SOBRE LA PRODUCCIÓN...
ALAS BLANCAS se filmó principalmente en Praga, República Checa, durante los primeros meses de 2021, después de aproximadamente cuatro meses de preproducción.
Al organizar su equipo creativo principal, Forster y Wolfe inmediatamente comenzaron a consultar con el director de fotografía Matthias Königswieser, la diseñadora de producción Jennifer Williams y la diseñadora de vestuario Jenny Beavan sobre cómo la atmósfera, el estilo y la sensación de esta historia podrían ser mejorados con su trabajo para dar carácter y enriquecer la narrativa. “Una buena y reflexiva historia trata de cómo crear un espacio donde un personaje pueda vivir de manera natural y cómo ese lugar habla del personaje. ¿Cómo habla el vestuario del personaje? ¿Cómo la forma en que rodamos y lo concebimos espacialmente habla del personaje? Estas son conversaciones artísticas con las que pasamos meses hablando y debatiendo”, explica Wolfe.
Como la película transcurre tanto en la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial como en la Nueva York contemporánea, uno de los mayores desafíos para los cineastas fue buscar meticulosamente en Praga y sus alrededores, docenas de ubicaciones que pudieran ampliar ambos lugares. Junto con el Director de Localización checo Filip Doruska (Falcon y el Soldado de invierno), encontraron el escenario ideal para el modesto hogar y el granero de los Beaumier en el histórico Molino Stampach, que data de 1780. Reconstruyendo su residencia familiar de dos pisos según la casa real, designaron la planta superior como el apartamento de los Lafleur y la inferior como el de los Beaumiers. Así, los Lafleur tendrían una vista despejada del granero, mientras que los Beaumiers tendrían que pasar por la parte trasera del granero para entrar sin colocar dentro la fuente de luz.
El equipo de Williams construyó el exterior del granero en Stampach, mientras que su interior, donde se desarrolla la mayor parte de la película, se construyó en el escenario de los legendarios Estudios Barrandov de Praga. Buscaron graneros en los condados de Norfolk y Sussex en su Inglaterra natal, así como otros en Francia, prestando especial atención a la piedra, la madera y otros elementos naturales utilizados. Cuando ella, Forster y otros jefes de departamento comenzaron a trabajar juntos para concebir el diseño final del granero, tuvieron también que considerar cómo se iluminarían los espacios interiores, cómo se daría vida a las escenas de realismo mágico y, lo más importante, si se podría imaginar como una niña sería capaz de sobrevivir dentro. Con todos estos factores en mente, optaron por una versión de tres plantas en forma de A con áreas distintas para cada tipo de escena. En el tercer piso más alto, que los cineastas llamaron “el nido”, Sara crea su hogar y espacio personal. Y desde la ventana pequeña que hay allí, ve el hermoso pájaro blanco por primera vez.
En relación con el trabajo de Königswieser, Wolfe explica: “La iluminación es muy pobre dentro del granero porque es un lugar sagrado, un lugar donde Sara tendría que esconderse durante dos años y no podía ser vista por la noche a través del campo si encendiera la luz o una pequeña vela. Así que decidimos hacer una iluminación natural que entrara a través del techo y se convirtiera en la iluminación de la habitación inferior del granero”. A través de las tejas rotas y los agujeros incorporados intencionadamente en el techo del granero, Königswieser pudo meter sombras, luz de luna y mucho más en el mundo de Sara a través de su innovador diseño de iluminación.
El departamento de arte de la película también transformó partes del conservado centro medieval de Kutna Hora, un lugar Patrimonio de la UNESCO, en la aldea francesa de Aubervilliers aux Bois, incluyendo los exteriores del apartamento de la familia Blum, la Boulangerie Ballou y el Cinema Mernuit, donde desde lejos Julien se enamora de Sara. El interior de este último se ubicó en el Cine Orechovka, uno de los últimos cines clásicos de Praga. Como sus puertas habían estado cerradas durante más de veinte años, se permitió afortunadamente a los cineastas adaptar sus interiores originales de art déco para satisfacer sus necesidades artísticas y hacerlo apropiado para el período.
Otros lugares notables en la República Checa incluyen el impresionante Castillo Grabstejn, que supuestamente se construyó por primera vez sobre su montaña rocosa a mediados del siglo XIII, que se transformó en el Colegio Lafayette, y el Bosque de Brdy, que se convirtió en el misterioso bosque de Mernuit una vez que se trajeron cientos y cientos de flores de color azul para el primer beso a medianoche de Sara y Julien entre campanillas azules.
El interior del sofisticado apartamento de los Albans en Nueva York fue también esencial, ya que las escenas de La Abuela y Julián enmarcan la película y sirven como un centro poderoso de encuadre para los flashbacks a los años anteriores de La Abuela (es decir, de Sara). Sara Blum crece y se convierte en una artista y pintora muy respetada; después de todo, su visita a Julian coincide con una retrospectiva de su trabajo en el Museo Whitney. Por lo tanto, el departamento de arte tuvo la tarea de proporcionar obras de arte a lo largo de todo el rodaje que representaran su desarrollo artístico, desde sus primeros dibujos del colegio hasta sus obras más especiales en el granero y, al final, las pinturas de una artista que es aclamada con una retrospectiva muy prestigiosa. Algunos de los dibujos del granero, para deleite de Forster, fueron realizados por Ariella.
Así como Forster y el director de fotografía Matthias Königswieser emplearon una combinación de formatos de película y digital en Christopher Robin, también optaron por una mezcla estética similar en ALAS BLANCAS. Aquí, eligieron filmar en película para los entornos exteriores naturales y en digital para los interiores más oscuros, específicamente en el granero donde Sara se refugia durante más de dos años. Wolfe dice de Königswieser que logró una “calidad pictórica” a través de una iluminación pulida, y Palacio sintió lo mismo después de haber visto algunas de las tomas diarias: “Hay algunas escenas con Gillian Anderson y Ariella donde ella estaba cepillando el cabello de Ariella, y donde pensé que la iluminación era preciosa, el sol entraba, era muy bonito. Fue una de las escenas más bellas porque era muy íntima, humana y cálida. Se sentía como una pintura de Vermeer en vida, y se lo dije a Marc”.
Aunque Sara no puede salir físicamente del granero, escapa de él a través de los poderes de su imaginación única. Cuando anima a Julien a unirse a ella en el asiento delantero del vehículo destrozado guardado en el granero y pretende que se vayan de viaje mágico, al principio él se muestra reacio a participar. Pero pronto se encuentran visualizando increíbles viajes a lugares lejanos, desde París con sus gloriosos monumentos hasta a una sabana africana poblada de leopardos, hienas y jirafas. Con su imaginación totalmente libre, transporta a Sara a Nueva York y a Broadway al montar con ingenio un proyector en el techo del camión, conectándolo a la batería del coche y proyectando imágenes en blanco y negro en la pared del granero de Broadway. El veterano supervisor de efectos visuales Pierre Buffin creó estas imágenes peculiares y movió el vehículo del interior del granero a un escenario con pantalla de efectos especiales para filmar estas escenas con Ariella y Orlando, mientras que otros departamentos se encargaron de conseguir proyectores de cine antiguos y baterías de coche. Williams encontró esas escenas tan conmovedoras que “uno llega a creer que podría vivir y existir durante mucho tiempo en esa soledad”.
“A Marc le gusta la autenticidad y la veracidad en el vestuario. Prefiere tonos sobrios para que los actores no se vean sobrepasados por su vestuario”, dice la diseñadora Beavan. “Las películas que he hecho con él se prestan a este enfoque - Christopher Robin y ALAS BLANCAS. No sin colores, pero con tonos suaves”, continúa. “Creo que Marc es un narrador increíble y eso es con lo que yo disfruto: contando historias con el vestuario”.
“En esta película, el casting ha sido absolutamente impresionante, tanto en Inglaterra como en Praga. Así que, siempre pienso sobre todos los que he vestido: ‘Oh Dios. Les veo tan bien.” Ha sido un trabajo muy divertido, y es en las pruebas y cuando vistes al actor donde realmente sabes si va a funcionar o no”, explica Beavan.
“Es una historia maravillosa porque ella proviene de una familia de clase media bastante acomodada”, comenta sobre Sara desde una perspectiva de diseño. “Y luego, por supuesto, tiene que esconderse y lo hace literalmente con lo que lleva puesto, y la única ropa que puede conseguir durante esos dos años es la que le proporciona la esposa, la madre del chico que la ayudó a esconderse”. Así que, Beavan concibió su vestuario de granero como un ensamblaje en constante evolución, una colección sencilla de lo que podría haber junto con los retazos de tela que Vivienne podría haberle traído sin despertar las sospechas de los Lafleur o de cualquier otra persona.
Anderson recuerda que en sus primeras pruebas de vestuario le encantó cada modelo que Beavan había encontrado para su personaje Vivienne. “Simplemente todo encajó perfectamente, y muchas de ellas son piezas vintage”, elogia. “Sientes el personaje a través de los tonos, los colores y las texturas que ella ha elegido. Hay una chaqueta de ante que Vivienne usa en muchas escenas que, cuando me la pongo, me siento como ella automáticamente”.
Mientras terminaba los uniformes de la Milicia, nazis y otros uniformes militares, Beavan se apoyó en gran medida de la experiencia de su supervisor de uniformes checo, Michal Chara (Jojo Rabbit, El espía inglés). “Michal es absolutamente brillante. Y es maravilloso porque conoce a todos estos intérpretes históricos. Así que, todos vienen con sus increíbles vehículos, armas, habilidades y todo su conocimiento”.
Tracey Wells, la experimentada artista de maquillaje y peluquería de la película, comenzó el proyecto con una extensa investigación y creando con cariño pizarras inspiradoras con notas para cada personaje. Trabajando en estrecha colaboración con Forster durante la preproducción, ambos acordaron que sus diseños serían influenciados por los personajes en lugar de por el período. “No tenemos grandes prótesis en esta película; hemos trabajado a través del maquillaje, con una bonita iluminación, y a través del cabello, la textura y las épocas”, explica.
Para Sara, los diseños de Wells necesitaban reflejar tanto el paso del tiempo como el desarrollo de su personaje durante varias etapas de su vida, estableciendo un hilo conductor entre las diferentes actrices que la interpretan a lo largo de la película. El personaje aparece en la película a la edad de 5 y 8 años, como adolescente en el granero durante dos largos años, como una joven en su día de boda, como adulta y finalmente como abuela en sus noventa.
“Cuando la ves ir al colegio, está muy bien peinada, su pelo se ve muy bonito, acorde a la época. Se puede notar que hay un toque maternal en su pelo, se ve muy cuidado, con pequeños lazos”, dice Wells. Ella y Forster hablaron mucho sobre cómo Sara pierde la noción del tiempo una vez que ha estado confinada en el granero durante un período tan largo. Sin espejos disponibles, optaron por idear algunos peinados que Ariella pudiera hacerse por sí misma usando materiales disponibles, por ejemplo, recogiendo simplemente su cabello y atándolo con un pequeño trozo de cuerda.
Wells adoptó un enfoque similar con Orlando y trabajó para expresar la transición de su personaje a través de sus diseños. “Al principio, Tourteau se oculta detrás de su pequeño flequillo, y el pelo se ve muy natural, pero a medida que avanza su personaje y se vuelve más seguro de su amor por Sara en el granero, transformamos su apariencia con un look más seguro, como si el personaje se hubiera peinado y echado el cabello hacia atrás, y podemos ver más su cara. Así que me ha encantado verlo cambiar”, dice entusiasmado.
Anderson opina sobre las elecciones de Wells de peinado y maquillaje para su personaje: “Ella ha hecho un trabajo fantástico al encontrar un look que se ve arreglado, pero que parece haber sido peinado por una mujer que trabaja la tierra y que no pasa mucho tiempo ocupándose de su pelo y apariencia. Es una esposa y madre con los pies en la tierra, sin vanidad, en la Francia rural.”
Durante la producción, el elenco y el equipo a menudo empatizaban con el confinamiento tan prolongado de Sara, ya que todos habían soportado los efectos de la soledad por el aislamiento durante el Covid. Forster recuerda: “Leí el guion durante la primera fase del Covid, y realmente me impactó porque es la primera vez que emocionalmente entendí lo que significa no poder salir y estar bajo confinamiento”.
Después de que el productor David Hoberman leyera el guion, dijo: “Había algo en la historia que resonó en mí. Era conmovedora y trataba sobre la humanidad y sobre la bondad”.
Las restricciones de viaje por el Covid impidieron incluso que la autora/productora Palacio volara a Europa para visitar la producción. En un intento de acortar la distancia entre ellos, Wolfe le mostró a Palacio un recorrido del interior del granero por Zoom, diseñado por Williams, para compartir visualmente el espacio principal donde se desarrolla la relación entre Sara y Julien. Más tarde, Palacio se unió a Forster para ver por Zoom los interiores del Cinema Mernuit, durante el cual pudo felicitar al director, a Ariella y a Orlando por haber terminado la fotografía principal de ALAS BLANCAS con éxito.
MÁS SOBRE LA HISTORIA...
Como cuenta La Abuela (la ganadora del Oscar Helen Mirren, Mejor Actriz, The Queen (La reina, 2006) a su angustiado nieto Julian (Bryce Gheisar, aquí repitiendo su papel de Wonder), su propia vida idílica siendo niña antes de la guerra es destrozada por la ocupación nazi de su aldea en la Francia de Vichy, y el chico que ella y sus compañeros de clase alguna vez rechazaron, se convierte en su salvador y mejor amigo.
Mirren dice sobre la situación de Julian: “Como muchos adolescentes, está pasando por un momento difícil en el que no puede encontrar su lugar en el mundo y está reaccionando con ira”. Añade Gheisar: “Julian ha cambiado de muchas maneras desde Wonder en esta película. Se ha dado cuenta de que lo que hizo estuvo mal, pero no entiende realmente por qué”. Al compartir su extraordinaria historia de supervivencia y los recuerdos que experimentó en los tiempos difíciles a su edad, espera ayudarlo a entender que el mundo es un lugar complicado y, a veces, oscuro. “Pero como dice Martin Luther King, tienes que encontrar la luz dentro de ti mismo. La oscuridad nunca expulsará a la oscuridad. Así que esa es la lección que está tratando de enseñarle, contándole simplemente la historia de su vida”.
Ariella Glaser (Madame Curie) asume el papel de Sara Blum, la joven Abuela de pequeña, mientras que Orlando Schwerdt (La verdadera historia de la banda de Kelly) es Julien “Tourteau” Beaumier, el compañero de clase que, junto con sus padres, esconde a Sara a pesar del riesgo personal. “La película se llama ALAS BLANCAS, y cuando vi a Ariella por primera vez, la vi amable, tierna. Pero al mismo tiempo, es muy fuerte”, recuerda Forster. También vio a la joven actriz inteligente, capaz y con todas las características necesarias para retratar el personaje multidimensional de Sara.
Para Glaser, ALAS BLANCAS transmite los mismos mensajes de amabilidad y compasión que Wonder, y es Julian quien los lleva adelante. Recordando conversaciones con Forster, decía: “Es casi como una historia de redención porque al final él elige el camino correcto”. Schwerdt, quien leyó por primera vez Wonder a los siete años, se considera “un fan de R.J. Palacio” y “estaba tan emocionado de tener la oportunidad de dar vida al personaje de Julien, un personaje que realmente amaba en el universo Wonder”.
Forster elogia a Schwerdt por su capacidad de transformarse en cualquier cosa que se proponga. “Es extraordinario trabajar con ellos”, dice sobre el joven dúo. “Ambos son tan equilibrados y disciplinados. Trabajan duro”. El casting de Ariella y Orlando como Sara y Julien también se basó en el deseo del director de que “el público se enamore de ellos, quieres transportarlos de vuelta a su primer amor, quieres experimentar ese amor, y quieres tener actores que puedan dar vida a ese amor y hacerlo creíble”.
Como niña, Sara crece en un hogar judío de clase media alta con su entusiasta y cariñosa madre Rose (Olivia Ross), una profesora de matemáticas, y su amable y apuesto padre Max (Ishai Golan), un cirujano, en la pintoresca aldea francesa de Aubervilliers-Aux-Bois. Asiste felizmente a la École Lafayette, donde ella y sus mejores amigas Mariann (Selma Kaymakci) y Sophie (Mia Kadlecova) ignoran o ridiculizan a Julien o “Tourteau” (“El Cangrejo”) por sus movimientos torpes debidos a la polio. A pesar de su muleta y el engorroso aparato ortopédico que usa para caminar, Julien encuentra consuelo y alegría al utilizar el proyector en el Cinema Mernuit los sábados por la noche, donde a menudo observa a Sara disfrutando entre el público.
Cuando los soldados alemanes llegan repentinamente al Colegio Lafayette para arrestar a los niños judíos, el Sacerdote Luc (Stuart McQuarrie) y la profesora de Sara, la Srta.Petitjean (Patsy Ferran), le suplican que huya del lugar y se dirija al bosque con sus compañeros judíos de clase. Mientras los soldados persiguen a Sara, es Julien quien heroicamente se ofrece a llevarla a un lugar seguro a través de las alcantarillas que hay debajo de los niveles subterráneos del colegio. Familiarizado con el fétido lugar gracias a su padre, un trabajador de alcantarillado, Julien la guía con calma a través de kilómetros de fango hasta la seguridad de la modesta casa de sus padres en el rural Dannevilliers. Allí se ofrece a esconderla en el desván de heno de su deteriorado granero de piedra, pero le ruega que evite las atentas miradas de sus vecinos de arriba, los Lafleurs (Miroslav Taborsky como Sr. Lafleur, Zuzana Hodkova como Sra.Lafleur), una pareja mayor que Jean-Paul sospecha que son espías nazis.
La ganadora de dos premios Emmy Gillian Anderson (incluyendo Mejor Actriz en la serie dramática, Expediente X, 1997) da vida a Vivienne Beaumier, la madre de Julien, y el actor británico Jo Stone-Fewings encarna al padre de Julien, Jean Paul Beaumier. La primera lectura del guión de Bomback impresionó mucho a Anderson. “Siento que, por un lado, hemos visto antes aspectos de esta historia en términos de la ocupación alemana de Francia, y también el impacto que eso pudo tener en la población durante décadas, pero hay algo sobre el efecto que tiene en estos individuos y las decisiones que toman que hace, junto con la compasión y amabilidad que existe entre ellos, que lleguen incluso a arriesgar sus propias vidas”.
A pesar del duro racionamiento por la guerra y sus propios recursos cada vez más limitados, los Beaumiers ofrecen desinteresadamente a Sara refugio, mantas, comida y agua, y ropa limpia —a menudo de la propia Vivienne— mientras le prometen encontrar a sus padres desaparecidos. Año tras año, Sara permanece oculta en el oscuro desván mientras afuera la guerra continúa. Y a pesar de la constante sensación de peligro inminente en Dannevilliers, la bondad de los Beaumiers no conoce límites; Julien le proporciona a Sara lápices de colores recordando su pasión por el dibujo, mientras que Vivienne incluso va al granero de vez en cuando para lavarle el pelo.
Stone-Fewings encuentra la historia particularmente impactante en este momento histórico “porque se trata de aislamiento, que es algo que todos estamos experimentando en este momento”. Añade: “Por mucho que sea una película sobre empatía y fortaleza, también se trata de cómo te sientes contigo mismo aislado. Forster una vez escuchó sobre un sobreviviente del Holocausto que instintivamente se preguntaba al conocer a alguien nuevo: ‘¿será esta persona lo suficientemente buena como para esconderme?’ Y, en cierto sentido, Alas Blancas plantea una pregunta similar para cada uno de nosotros: ‘¿tendríamos el coraje suficiente para ayudar?’”
Sara, una artista con talento desde pequeña, pasa gran parte de su tiempo en el desván dibujando en su querido cuaderno de dibujos o cantando, su inagotable creatividad le proporciona seguridad interna. Sin embargo, otra cosa la sostiene mientras pierde la noción de los meses y los años: las visitas por la noche de Julien al granero para enseñarle las lecciones diarias del colegio y jugar a las cartas. Poco a poco, el granero se convierte en el mundo entero de Sara y Julien. “Ha sido increíble hacer esta película con Ariella. Abordamos el rodaje de manera diferente y eso ha funcionado a nuestro favor, ya que los personajes de Julien y Sara aprenden a entenderse, aunque provengan de orígenes muy diferentes. Ariella aporta una energía maravillosa a cada escena y es un verdadero placer trabajar con ella”.
A veces, los dos se suben al asiento delantero del viejo y oxidado coche del granero y hacen viajes imaginarios a lugares lejanos. Anderson dice sobre la relación especial de Sara y Julien: “pasan una gran cantidad de tiempo juntos y parte de ese tiempo se desarrolla en las fantasías que tienen al viajar en el coche que está en el garaje y el proyector que él coloca en el techo, que es una idea tan romántica como mágica. Y así, él también la hace reir, y comparten muchas experiencias divertidas, aunque esos tiempos sean muy, muy, duros para ellos”.
El recién llegado Jem Matthews interpreta a Vincent, el atractivo matón del Colegio Lafayette que, junto con sus alborotadores amigos Jerome (Jordan Cramond) y Henri (Yelisey Kazakevich), siempre ha atormentado a Julien. Matthews dice: “ves cómo a medida que avanza la historia Vincent trata a Julien en el colegio, se le ha lavado el cerebro para pensar que no es una persona”. Una vez que Vincent está totalmente adoctrinado por la Milicia Francesa y se le viste con su característico uniforme negro y rifle automático, se siente aún con más poder —y recompensado— por aterrorizar a Julien y Sara, o a cualquier otro judío, miembros de la Resistencia o desafortunados que crucen su línea de visión. Después de la desaparición de Sara del colegio, Vincent encuentra a Julien con uno de los objetos personales de Sara y se convierte más que nunca en una amenaza para su seguridad.
Después de que Sara le cuenta a Julien sobre las visitas del pájaro blanco, que ha comenzado a recibir como una presencia casi divina, él le talla un pequeño pájaro de madera a mano como regalo de cumpleaños, que ella atesorará para el resto de su vida. Forster ve su conexión con el pájaro blanco como su unión con el resto del mundo y, en última instancia, con el amor de su vida. “Ese pequeño pájaro blanco, en mi opinión, siempre protege a Sara”.
CONCLUSIONES PARA EL PÚBLICO...
Anderson describe los temas más importantes que toca ALAS BLANCAS como “muy oportunos y, de hecho, necesarios para todos nosotros como personas, para estar presentes en nuestras vidas y abrirnos a los demás y hacia las personas que nos importan y a aquellos que están en necesidad. Que las personas consideren la idea de acoger a un refugiado, aunque el acto de hacerlo hoy en día no signifique que exista una muerte segura. Sigue siendo algo que la gente hace: dejar una habitación vacía o adicional, es un gran regalo. Pero hacerlo bajo amenaza de muerte es también un concepto que ninguno de nosotros puede, al menos en este país, realmente comprender”.
Y Mirren espera que “el público se lleve un sentimiento de esperanza, un sentimiento de creer en la humanidad. Al mismo tiempo, que se reconozcan los peligros de ciertas actitudes y comportamientos. Pero, sobre todo, esperanza”.
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