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SINOPSIS
Un año después de su aventura anterior los ilusionistas reaparecen para ofrecer un nuevo espectáculo además de dar a conocer las prácticas poco recomendables que utiliza un hombre de negocios. Ahora nuestros ilusionistas tendrán que hacer frente a una nueva amenaza e intentar sacar el máximo provecho de su atraco más difícil...
INTÉRPRETES
JESSE EISENBERG, DANIEL RADCLIFFE, LIZZY CAPLAN, MARK RUFFALO, MORGAN FREEMAN, WOODY HARRELSON, DAVE FRANCO, MICHAEL CAINE, SANAA LATHAN, HENRY LLOYD-HUGHES
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
PREMIERE
SECUELAS:
Ahora me ves (2013)
Ahora me ves 3 (2025)
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
En 2013, “Ahora me ves” cautivó a los espectadores de todo el mundo con las andanzas estilo David y Goliat de los Cuatro Jinetes, un grupo de ilusionistas profesionales dotados de un talento prodigioso, que llevan a cabo audaces golpes a costa de un multimillonario corrupto. AHORA ME VES 2 recupera a ese grupo de superdotados en una vertiginosa aventura global que desdibuja la línea que separa a los héroes de los villanos cuando los Jinetes prosiguen con su misión, provistos únicamente de imaginación, pericia y camaradería.
El éxito de la primera entrega, que recaudó más de 300 millones de dólares en todo el mundo y recibió el premio People’s Choice a la “película de thriller favorita”, hacía inevitable el regreso de los Jinetes a la gran pantalla, dirigidos en esta ocasión por el director Jon M. Chu, cuyos créditos anteriores incluyen dos entregas de la popular serie de películas de baile “Step Up” y la película de concierto de 2013 “Justin Bieber’s Believe”. Gracias a su pericia y experiencia en el movimiento, la tecnología y el diseño de vanguardia, Chu aportaba la combinación justa de habilidades que los productores buscaban para crear un gran espectáculo de magia innovador y atrevido en la gran pantalla.
Dado que le había encantado “Ahora me ves...”, Chu no dejó pasar la oportunidad de trabajar con un reparto lleno de actores de talla mundial, que incluía a cinco nominados y ganadores del Óscar, para hacer una película que combinaba magia, una buena trama y misterio. “Fue muy divertido trabajar con este guion”, asegura el director. “Sin embargo, esta vez tendremos ocasión de ver cómo los propios Jinetes serán los que queden atrapados en un truco de magia que les obligará a utilizar sus habilidades como ilusionistas para poder escapar. Ed Solomon es un guionista magnífico, que combina una trama intrincada con un ritmo animado y un tono divertido que convierten a la película en un espectáculo para toda la familia”.
Aunque dirigir una secuela de un enorme éxito de taquilla pueda parecer un reto abrumador, en realidad Chu estaba deseando abordarlo. “Siento una gran admiración por todos los que participan en esta película”, afirma. “Cuando nos juntamos todos, resultó muy intimidante. Pero todos estaban muy concentrados en hacer una buena película, así que la colaboración fue estupenda”.
El productor Bobby Cohen, que ya había participado en “Ahora me ves...”, regresó encantado a trabajar en el segundo capítulo. “Cuando hicimos la primera película, nos encantó, y sabíamos que teníamos algo especial, pero nunca se nos ocurrió pensar que haríamos una secuela. Resultó muy gratificante poder llamar a la gente que nos dio ese voto de confianza en la entrega original y preguntarles: ‘¿Qué te parecería hacer otra más?’”.
El guionista Ed Solomon, que coescribió el primer filme, colaboró con Peter Chiarelli en la nueva historia, que cuenta con aún más magia, intriga y acción, así como una ambientación internacional. Su objetivo era reproducir el espíritu de la película original, a la vez que reinventaba el concepto. “Tenemos un grupo de personajes con los que nos encanta pasar el rato”, comenta Solomon. “¿Qué podríamos hacer esta vez que fuera diferente? Se nos ocurrió la idea de que se encontraran con un truco de magia en el que se vieran atrapados y tuvieran que descubrir una forma de salir. Nos pareció que sería emocionante y divertido, y nos daba mucho con lo que trabajar”.
AHORA ME VES 2, pasa de ser una película de atraco con actuaciones de magia a algo más difícil de categorizar, en opinión de Solomon. “Para mí, las películas que no resultan fácilmente clasificables son las mejores”, opina. “No sabría decir a qué género pertenece esta. La han calificado de thriller de espionaje, o película de atraco. Algunos la consideran una comedia de magia. Tiene un poco de todo eso. Intentamos transmitir la sensación de que estás viendo a un mago excelente en acción. Sabes que te están engañando, pero no sabes cómo lo hacen. Es una realidad ligeramente exagerada, con personajes que son un poco más inteligentes que la mayoría, gente que posee habilidades que casi parecen superpoderes”.
Los espectadores se sentirán como si estuvieran viendo de primera mano a unos grandes magos hacer su mejor trabajo, según el guionista, cuyos numerosos créditos anteriores incluyen “Men in Black (Hombres de negro)” y el clásico de culto “Las alucinantes aventuras de Bill y Ted”. “Deberías sentir esa doble reacción que suele provocar la magia”, explica Solomon. “Te sientes asombrado por lo que ves, aunque sabes perfectamente que te están engañando. Y estás deseando saber cómo sigue. Tiene esa maravillosa suspensión de la incredulidad”.
Solomon elogia el comportamiento de Chu durante el rodaje, así como sus instintos innatos de cineasta. “Hay muchas cosas que me encantan de trabajar con Jon”, aporta el guionista. “Confía mucho en los artistas que lo rodean, porque cree que se esforzarán al máximo por la película. Simplemente saber que eso es lo que piensa hace que la gente se esfuerce por conseguirlo. Tiene un ojo increíble y se le dan muy bien la coreografía y el movimiento. Se lleva magníficamente con los actores. Jon dirige un set de rodaje muy tranquilo y relajado, lo que lo convierte en un lugar estupendo, dada lo complicada que es la película”.
“Conozco a Jon desde hace unos diez años”, recuerda Cohen. “Acababa de salir de la escuela de cine de la universidad USC, donde hizo un corto extraordinario, que era un musical con todas las de la ley. Fue una de las primeras personas en las que pensamos para esto. Entiende perfectamente que la coreografía y el movimiento dentro del encuadre son esenciales para lo que hacen los magos”.
AHORA ME VES 2 continúa un año después del final de la primera entrega, con los Jinetes escondidos y a la espera de saber qué es lo próximo que les pedirá hacer la misteriosa sociedad secreta de magos conocida como el Ojo. Aunque consiguieron inculpar de sus delitos a su némesis, Thaddeus Bradley, el famoso desacreditador de magos, que ha acabado en la cárcel por ello, el FBI aún los persigue.
“En la primera película, los Jinetes conocen su plan antes que nosotros”, explica Cohen. “Los espectadores tienen el placer de intentar adivinarlo. Esta vez, las cosas empiezan a irles mal muy pronto a los Jinetes. Los espectadores tendrán ocasión de ver una película de mayor escala, con más risas y más acción, a la vez que profundizan en la mitología del Ojo. Tenemos trucos de magia impresionantes, más puzles, más sorpresas y mucha más diversión”.
La esencia de esta película, al igual que su antecesora, es una sensación de aventura y maravilla, señala Solomon. “Espero que resulte al menos tan divertida de ver para los espectadores como fue para nosotros hacerla”, agrega. “Creo que a la gente le gusta la magia por la misma razón por la que le gustan los chistes: el elemento sorpresa. Sabes que es un juego, pero te sientes a salvo. A la gente le encanta ver a un experto hacer algo que no entienden muy bien e intentar llegar al fondo de ese misterio”.
Con un reparto extraordinario que incluye a Jesse Eisenberg, Mark Ruffalo, Woody Harrelson, Dave Franco, Morgan Freeman y Michael Caine en los mismos papeles que ya interpretaran en el filme original, además de las nuevas incorporaciones Daniel Radcliffe, Lizzy Caplan, Sanaa Lathan y Jay Chou, AHORA ME VES 2 ofrece la química, la emoción y el misterio de la original, así como una historia nueva e innovadora. “Contamos con algunos de los mejores actores del panorama actual, en una película que muestra magia a escala épica”, comenta Solomon.
El nominado al Óscar Mark Ruffalo (mejor actor de reparto, “Spotlight”, 2015), repite su papel de Dylan Rhodes, el agente del FBI que nació en el mundo de la magia. Aunque al final de la primera película los Jinetes descubrían que era miembro del Ojo, Dylan sigue formando parte del FBI e intenta mantener su pasado en secreto. Aunque Dylan, que es él mismo un mago de extraordinaria pericia, pudiera preferir actuar con los Jinetes, sus considerables talentos resultan mucho más útiles entre bastidores, donde sus habilidades pueden ayudarles a salir de las situaciones más complicadas.
“¿Con qué persona mejor podrías contar en tu película que Mark Ruffalo?”, pregunta Chu. “Es la persona más encantadora y con más talento que he conocido jamás. Mark era el líder en el set de rodaje. En cuanto hacía aparición, su energía resultaba contagiosa. Su interpretación es brillante. Es nuestro sostén, fue estupendo tenerlo en nuestra película”.
Tras pasarlo bomba haciendo la primera película, Ruffalo estaba encantado de regresar para la secuela. “Ambas películas tienen la misma alegría de vivir que tenemos entre nosotros en la realidad”, explica. “Esta es un poco más grandiosa que la anterior. El desenlace es un gran truco de magia final que resulta alucinante y muy satisfactorio”.
En la primera película, se hacía creer a los espectadores que Dylan era un torpe agente del FBI al que los Jinetes consiguen burlar constantemente. Sin embargo, al final de la misma, se descubre que él es quien ha orquestado prácticamente todo lo que ha pasado. “Esta vez sabemos qué pretende, pero las cosas no marchan muy bien”, comenta Ruffalo. “Intentan desenmascarar a un trepa del sector tecnológico que ha descubierto cómo incorporar una puerta trasera en toda clase de cifrados para poder robar información. Su objetivo es desenmascarar a ese tipo, pero las cosas no tardan en empezar a torcerse. Al mismo tiempo, Atlas pone en duda el liderazgo de Dylan y su credibilidad en el FBI también está en entredicho. Se encuentra un poco en crisis. Para él, el viaje es realmente para encontrarse a sí mismo, signifique lo que signifique eso”.
Para alcanzar su objetivo final, Dylan tiene que recurrir a Thaddeus Bradley, un tipo al que ha hecho que encarcelen injustamente. “Eso le hace sentirse muy incómodo”, comenta Ruffalo. “Le da a Thaddeus todo el poder en la relación, cosa que utiliza para vengarse de Dylan y darle su merecido de forma humillante”.
Al trabajar con Jon M. Chu, no hubo nunca un momento aburrido durante el rodaje, opina el actor, y las particulares habilidades del director no sirvieron más que para hacer aún mejor la película. “Lo que hace maravillosamente es la coreografía”, aporta Ruffalo. “Su forma de mover la cámara es muy específica, pero también muy imaginativa. Desvela la historia como un truco de magia, descubriendo capa por capa. Ha aportado a la franquicia un aire muy sofisticado, para llevarla un paso más allá”.
En el papel de J. Daniel Atlas, el carismático y arrogante líder de los Jinetes, el actor nominado al Óscar Jesse Eisenberg aporta el cerebro responsable de la operación, siempre un paso por delante de todos los demás. Atlas es un experto en prestidigitación y un completo maestro de la ilusión, y además entiende a la perfección la psicología humana, lo que le permite manipular a los demás con facilidad.
“Jesse es genial, como actor y como persona”, afirma Chu. “Lo admiro muchísimo. No importa cómo me imagine que se vaya a desarrollar una escena, él siempre crea algo más original y más sincero que ninguna otra persona con la que he trabajado. Así que es un placer y un honor verlo trabajar y tratar de captar con la cámara todos los matices posibles que ofrece. Creo que ya es una leyenda viva, pese a ser tan joven, y estoy deseando tanto trabajar con él como ver su trabajo durante muchos años”.
El rodaje de la primera entrega de “Ahora me ves...” tenía un aire casi experimental, recuerda Eisenberg. A lo largo del mismo, el equipo creativo fue poco a poco descubriendo de forma activa el tono adecuado para su historia. “Intentábamos discernir lo dramática que podía ser, lo divertida que podía ser, lo ostentosa que podía ser, sin comprometer lo que la hacía real e intensa. Fue difícil encontrar un equilibrio. Esta vez, ya teníamos decidida la mezcla adecuada de humor, intensidad y teatralidad”.
Otra diferencia significativa de la secuela es su punto de vista, señala Eisenberg. “En la primera, vas siguiendo a los agentes del FBI que siguen el rastro a esos enigmáticos artistas que parecen surgir de la nada, realizar alguna gran proeza con una precisión perfecta, para luego volver a desaparecer. Ahora te encuentras entre bastidores con los Jinetes, mientras utilizan todas sus habilidades combinadas para tratar de salir del apuro. Hay ocasión de ver nuevas facetas de nuestros personajes”.
Al igual que la película fuerza los límites de la ilusión, Chu fuerza los límites de cómo se puede hacer un filme, explica Eisenberg. “Jon utilizó técnicas en esta película que no se habían utilizado nunca. Su interés por descubrir lo que la tecnología puede hacer por el cine refleja completamente lo que los Jinetes hacen con la magia. Atrapa a los espectadores de una forma totalmente interactiva y consciente de sí misma”.
Merritt McKinney, interpretado por el actor nominado al Óscar en dos ocasiones Woody Harrelson, es el hipnotizador del grupo, un embaucador que parece capaz de colarse en la mente de los demás. Merritt posee una increíble capacidad para discernir lo que piensan los demás a través de la observación y la deducción. Y como el equipo creativo decidió ahondar un poco más en la historia del personaje, Harreslon tuvo la oportunidad de interpretar un segundo papel, el de Chase McKinney, el hermano gemelo de Merritt, un mentalista granuja que le guarda rencor a su hermano.
“En determinado momento, se nos ocurrió, ¿no sería divertido si Woody tuviera que enfrentarse a Woody?”, recuerda Cohen. “Cuando le preguntamos si le interesaría, le llevó como dos segundos aceptar. Tiene un pelo distinto y ropa distinta, y se le ocurrió un personaje completamente diferente que tiene, en muchos aspectos, el mismo encanto que Merritt, pero de forma distinta”.
Harrelson tiene reputación de tipo tranquilo y relajado, pero durante el rodaje fue la personificación del profesionalismo, en opinión de Chu. “Posee una vis cómica perfecta”, afirma el director. “Siempre acierta de pleno. Pero también es la alegría de la fiesta. Todo el mundo quiere pasar el rato con él. Para él fue muy divertido interpretar a dos personajes. Creó a ese disparatado personaje de Chase, con dientes perfectos, pelo perfecto y un extraño bronceado, y se divirtió con él”.
Harrelson disfrutó tanto con la experiencia de hacer la primera película que estaba deseando ponerse con la segunda. “Había muchas más posibilidades para explorar en ese thriller de atraco con magos, y estaba encantado de hacerlo”, comenta. “Todos sentimos un gran afecto mutuo, así que fue divertido pasar juntos 12 horas al día, haciéndonos reír”.
El guionista Ed Solomon había creado otro guion original, sólido e intrincado, opina Harrelson. “Ed se mostró incansable en su esfuerzo por hacer un gran película. Pasan muchas cosas en la historia y todo el mundo supo estar a la altura. Todos los que conozco que la han visto, han dicho lo mismo al final: ‘¿Ya se ha acabado?’. Querían que siguiera. Creo que hemos conseguido algo mágico que rara vez sucede: una secuela que es mejor que el original”.
Encajar con un reparto que ya estaba muy unido podría haber resultado todo un reto para un director, observa el actor, pero Chu supo estar a la altura de las circunstancias. “No es nada fácil meterse en un grupo donde casi todos los demás ya se conocen. ¿Quién sabe si vas a ser capaz de encajar? Evidentemente, el director es la persona más importante del rodaje, así que esperas que sea un buen tipo, y Jon lo es. Sabe cómo hacer que el guion cobre vida de una forma dinámica y amena”.
El experto carterista y maestro en trucos de cartas Jack Wilder está interpretado por Dave Franco, que aprendió a lanzar, voltear, girar y hacer malabarismos con naipes con asombrosa velocidad y precisión. AHORA ME VES 2 está llena de acción, humor y drama, todos los elementos que Franco dice buscar en un guion.
“Ofrece realmente todo lo que me encanta hacer como actor”, comenta. “El reparto fue otra razón muy importante por la que estaba encantado de volver. Tengo ocasión de actuar con algunos de los mejores intérpretes del mundo, y te facilitan mucho las cosas. Pese a que trabajábamos muchas horas en secuencias complicadas, los días se pasaron volando. No creo haberme reído tanto con nadie más en mi vida como con este reparto”.
Jack fingía su propia muerte al final de la primera película. Al empezar esta, los Jinetes están todos escondidos, esperando que el Ojo les encargue su próxima misión. “Nos piden que acabemos con un gigante tecnológico que ha estado vendiendo información de sus usuarios en el mercado negro”, aporta Franco. “Mientras intentamos desenmascararlo, algo sale terriblemente mal y nos vemos en apuros. Pasamos el resto de la película intentando averiguar quién está detrás de todo esto y cómo podemos recuperar el control. Pero para lograr eso, los Jinetes necesitan recordar cómo trabajar como un solo organismo. Nos hemos estado dedicando cada uno a lo suyo y se nos ha olvidado cómo trabajar en equipo”.
Otra complicación más es que Henley (Isla Fisher) ya no forma parte de los Jinetes. Para alguien tan atrevida y descarada como Henley, vivir de incógnito era sencillamente demasiado, por no hablar de que a Atlas le preocupa más averiguar quién dirige realmente el Ojo que prestar la debida atención a Henley, que sigue enamorada de él. Sin embargo, ya que Henley ha decidido marcharse en busca de otras oportunidades, se introduce un nuevo comodín en el equipo: Lula, la nueva jinete, interpretada por Lizzy Caplan.
Lula se dedica a la “magia impactante”, que está pensada para impresionar. Se presenta a Atlas decapitándose en su salón. “Es de apariencia dulce y efervescente, pero su magia es realmente sanguinaria”, explica Solomon. “Es un personaje superdivertido, tanto de escribir como de ver, y más aún cuando lo interpreta alguien como Lizzy”.
Para encajar con el reparto mayoritariamente masculino, era esencial ser capaz de dar tanto como de recibir. “Lizzy aporta un nuevo ingrediente a la mezcla, porque es capaz de devolvérselas todas”, comenta Chu. “Es más deslenguada que todos ellos juntos. Si a alguno de ellos se le ocurría hacer cualquier tipo de broma, ella los superaba. Está dispuesta a llegar más lejos de lo que lo haría cualquier actor para que salga bien el chiste. Y es la persona más dulce y encantadora que te puedas imaginar. Es toda una polvorita que permite inyectar nueva vitalidad a la película”.
La actriz asegura que disfrutó con las sangrientas ilusiones que aprendió a realizar. “Tuve ocasión de cortar partes del cuerpo. Siempre que intentaba llevarlo más lejos, me lo permitían”.
Caplan recuerda vívidamente ver “Ahora me ves...” por primera vez. “Hay algo muy agradable en sentarse en una sala de cine y ver algo que intenta sencillamente entretenerte”, opina Caplan. “Esta tiene mucha acción, muchas explosiones, pero también muchas cosas divertidas. A veces te apetece ir a ver una película emocionante que simplemente te haga reír y sonreír, y eso es lo que tiene esta película”.
Formar parte de un reparto coral, en especial de uno con tanto talento como este, quitaba mucha presión a cada uno de ellos, observa Caplan. “Si te llevas tan bien como nos llevamos todos nosotros, hace que todos los días resulten muy divertidos. Y Jon M. Chu fue el director perfecto para nuestro revoltoso grupo de actores. Viene de una gran familia, así que está acostumbrado a verse rodeado de muchos hermanos, gritándose, chillando y rompiendo cosas. Nunca se enfada. Por muy traviesos que nos pusiéramos y mal que nos portáramos, estaba encantado”.
Lula está colada por Jack Wilder y no se corta un pelo en expresar sus sentimientos, lo que aporta un toque de romance a la trama. “Va a por todas hasta tal punto que consigue que resulte incómodo”, señala Caplan. “Dave Franco es genial. Trabajamos juntos para idear cosas interesantes para nuestro pequeño elemento de historia de amor. Fue maravilloso colaborar con él”.
El equipo responsable del proyecto estaba encantado de poder volver a contar con el ganador del Óscar Michael Caine para interpretar al maquinador multimillonario Arthur Tressler, que busca vengarse de los Jinetes por la humillación sufrida a sus manos. “Michael es todo lo que querrías que fuera Michael”, aporta Cohen. “Lo que siempre se puede percibir es su increíble orgullo y oficio. Nunca decepciona. Y, bueno... ¡es Michael Caine!”.
Chu estaba especialmente contento de trabajar con uno de sus héroes de la infancia. “Es un gran honor trabajar con el gran sir Michael Caine. De niño, no te atreves a imaginar que llegarás a trabajar con semejante leyenda. Es un icono, y filmar en Londres con él resulta aún más demencial. Durante el rodaje, le pedíamos que nos contara historias de todas las películas que ha hecho”.
El personaje de Caine, Arthur Tressler, está empeñado en destruir a los Jinetes a toda costa. “Es tan ruin que resulta gracioso, lo que no es nada fácil de interpretar”, comenta el alabado actor. “Tienes que interpretar a un personaje como Tressler absolutamente en serio. Y esta vez, ha unido fuerzas con un villano más malvado aún que él. Es una película mucho más grande que la primera y los trucos son espectaculares”.
Caine admite que siente debilidad por la magia. “La primera vez que recuerdo haber visto a un mago fue en una fiesta infantil, cuando tenía unos cuatro o cinco años. Un tipo tenía un huevo y se lo guardó en el sombrero. Cuando se quitó el sombrero, tenía un polluelo sobre la cabeza. Me quedé enganchado. Esta película es como un gran truco de magia. No dejas de intentar adivinar por dónde va, pero hasta el mismo final no descubrirás sus secretos”.
También regresa el ganador del Óscar Morgan Freeman como Thaddeus Bradley, conocido desacreditador de magia escénica y archienemigo de los Jinetes. “Morgan y Michael fueron una parte muy importante del éxito de la primera película”, sostiene Cohen. “Son dos de los actores más emblemáticos de nuestros tiempos, además de profesionales consumados. Tenían una escena juntos para la que no conseguíamos encajar sus respectivas agendas. Cuando acudimos a ellos con el problema, ambos realizaron un esfuerzo tremendo para volver a Londres a filmarla”.
Trabajar con Freeman hizo que Chu se sintiera como si su vida estuviera siendo narrada por un ser omnisciente. “De hecho, es un supremo bromista”, aporta el director. “Intentamos gastarle una broma, pero no le gusta que se las gasten. No te da la satisfacción de gastarle la broma”.
Según Freeman, la nueva película supera a su predecesora en cuanto a inventiva y emoción. “Y creo que la primera entrega era muy innovadora en cuanto a la historia”, explica. “Estaba bien escrita y bien concebida en lo referente a ofrecer magia a gran escala. Nadie ha hecho grandes trucos de magia en el cine, creo, desde que Orson Welles hizo ‘Cagliostro’ en los años 40. Así que es algo totalmente nuevo para nuestros espectadores. Si quieres entusiasmar a la gente, ofréceles algo nuevo”.
Regresar para una secuela es como trabajar en el teatro de repertorio, propone Freeman, un veterano actor teatral. “Trabajas con un grupo de personas durante cierto tiempo y se crea un cierto nivel de comodidad en cuanto a ritmo y confianza. Volvimos todos juntos, y sabemos quiénes somos, no solo por haber trabajado juntos antes, sino porque hemos visto la película terminada y sabemos qué fue lo que hicimos bien”.
Muchas de las escenas de Freeman en la película son con Mark Ruffalo, a quien describe como un actor de enorme talento. “Trabajar con alguien así resulta liberador. Actuar se parece mucho a cerrar los ojos y dejarte caer de espaldas. Si cuentas con alguien que sabes que siempre te cogerá, es fácil de hacer”.
Al final de la primera película, Thaddeus acaba encarcelado falsamente gracias a Dylan y los Jinetes, pero Freeman asegura a los espectadores que será algo temporal. “A Thaddeus no le faltan recursos”, comenta. “Encontraré una forma de salir. Eso lleva la historia a otro nivel, en cuanto a acción, drama, suspense y comedia, todo en una sola película. No hemos escatimado en nada”.
Daniel Radcliffe, otra de las nuevas incorporaciones, encarna a Walter Mabry, un rico empresario que se esconde en un fabuloso apartamento de un rascacielos de Macao. “Walter Mabry es una especie de niño prodigio, al que le encantaba la magia en algún momento, pero nunca se le dio muy bien”, explica Chu. “Tiene la brillante idea de que la ciencia puede superar cualquier magia, pese a que no deje de ser un fan y admirador de los Jinetes, a quienes ha secuestrado para que hagan lo que él diga. Daniel ha mostrado muchas facetas distintas a lo largo de su carrera, pero este aspecto pícaro, extraño y demente es algo que no hemos visto nunca”.
Lo que destacaba para Radcliffe de la primera entrega era la variedad de experiencia de su consumado reparto. “Es un grupo de actores asombroso, que aportan todos cosas distintas de sus interesantes y diversas carreras”, plantea el actor. “Parecían estar pasándolo muy bien juntos y eso resulta sumamente interesante de ver para los espectadores”.
Mabry recluta a los Jinetes como parte de un plan para robar un objeto de alta tecnología fuertemente vigilado, algo que considera que, en justicia, le pertenece, pero sus motivos son mucho más oscuros de lo que parecían inicialmente. “Walter es seguramente un chico que intentó hacer un poco de magia durante un tiempo, pero no se le daba especialmente bien”, aporta Radcliffe. “No quiere suspender su incredulidad, quiere saber cómo se hacen los trucos. Posee cierta amargura, porque no tiene tanto talento como los Jinetes. Así que en cierto modo quiere ser su amigo, pero al mismo tiempo siente cierto resentimiento hacia ellos”.
Mabry es un tipo misterioso con una proposición complicada para los Jinetes, que no aceptará un no por respuesta. Puede que sus antecedentes estén en la tecnología, pero su pasión es la magia. “En esta película hay muchos temas divertidos, y uno de ellos es el del enfrentamiento de la ciencia contra la magia”, explica Solomon. “Exploramos la idea de que la única magia de verdad que hay en el mundo actual se produce en el mundo de la ciencia. Walter Mabry es un niñato inmaduro, un genio malcriado, que se considera un mago aficionado, pero aparte de eso es un científico de verdad”.
“Jon ha hecho un trabajo fantástico”, opina Radcliffe. “Hace falta verdadera visión para abordar algo de esta magnitud. Toma secuencias inmensas y las divide en sus distintos componentes de forma que queda una narración simplificada de un modo que resulta maravilloso de ver. Hay una secuencia crucial en la que los Jinetes tienen que robar algo delante de las narices de la gente. Jon creó una escena increíblemente alucinante y complicada, que utiliza la magia escénica para poder dar el golpe de una forma que no se ha visto nunca en la gran pantalla”.
La magia tiene algo que nos reduce a todos a niños, cree Radcliffe. “La prestidigitación es muy difícil, pero algunos de los mejores trucos del mundo son increíblemente sencillos y efectivos”.
La subdirectora del FBI Natalie Austin, que lleva persiguiendo a los Jinetes desde que desaparecieron tras su última actuación, está interpretada por otro nuevo miembro del reparto, Sanaa Lathan. “Me encanta Sanaa desde que la vi en ‘Love & Basketball’”, recuerda Chu. “Cuando un actor aparece en momentos concretos y breves de una película, tiene que ser muy preciso. Por eso era muy importante contar con una gran actriz como Sanaa”.
Lathan, a quien le había gustado mucho la primera película, estaba deseando unirse al reparto de la secuela. “Tenía todos los elementos emocionantes de una gran superproducción, así como una excelente historia y personajes interesantes”, opina. “La idea de un grupo de magos de primera categoría implicados en un gran golpe, que dan dinero a los pobres, me pareció una idea muy original y estaba muy bien hecha”.
Los fans pueden estar seguros de encontrarse con más de las espectaculares ilusiones y números que les encantaron de la primera entrega, promete la actriz. “Va a ser más grande y mejor. Los trucos son increíbles. Es la clase de película que puedes ver una y otra vez, porque es tan intrincada que siempre descubrirás algo nuevo cada vez que la veas”.
También se incorpora al reparto la superestrella taiwanesa Jay Chou, que hace de Li, dueño de una tienda de magia de décadas de antigüedad de Macao, que contiene pistas fundamentales para los numerosos misterios del filme. Chou es un músico y actor polifacético, además de un mago de gran habilidad, que entretenía al reparto y el equipo con algunos de los trucos de su repertorio habitual entre toma y toma.
“Me encanta Jay Chou”, afirma el director. “Soy un gran admirador suyo, ¡y mi madre también! Es encantador. Es un tipo de lo más guay, sabe hacer de todo, me gustaría ser exactamente como él”.
Chou es, de hecho, uno de los artistas discográficos más importantes del mundo. “Es increíblemente carismático, gracioso y, encima, resulta que además es un mago de bastante talento”, señala Cohen. “Como era un gran fan de la primera película, quería formar parte de esta. Es una incorporación más que digna a nuestro grupo de héroes y ayuda a que la parte de la película ambientada en Macao cobre vida”.
El director Jon M. Chu reconoce que aprendió mucho mientras hacía AHORA ME VES 2, en su mayoría del reparto de gran talento del filme. “Cada uno de ellos es un maestro en su oficio. Han dominado el arte de estar presentes y mantenerse fieles a sus personajes. Son verdaderamente nuestras armas secretas. Cada vez que emparejas a Jesse con Dave Franco o a Mark Ruffalo con Morgan Freeman, se produce una magia que no tienes más que captar con tus cámaras. Cuando cuentas con actores así, los puedes meter en situaciones disparatadas e imposibles y van a dotarlas de un realismo con el que los espectadores podrán conectar”.
Una vez más, el equipo responsable de AHORA ME VES 2 recurrió a los magos más destacados del mundo para que ayudaran a crear ilusiones reales que dejaran pasmado al público y pudieran realizarse “ante las cámaras” por los miembros del reparto, con la menor ayuda posible por parte del departamento de efectos especiales.
Para que la magia funcionara, los espectadores tenían que sentir que la estaban viendo tal como se realizaba, explica Chu. “Puede ser difícil filmar magia para una película. Con efectos visuales, puedes hacer que un dinosaurio cobre vida, un alienígena aterrice en la Tierra, o cualquier otra cosa. Pero decidimos hacer tanta magia como fuera posible de manera práctica y enseñar a los actores a hacer los trucos. Es importante que los espectadores no piensen que estamos haciendo trampa, ya que no es así. Estamos haciendo magia ante las cámaras mientras los espectadores miran, sin cortes. Y lo que tiene gracia es que más tarde, en la película, os enseñaremos cómo se hace”.
Chu estaba decidido a hacer ilusiones más grandes y atrevidas que nunca, lo que significaba pedir mucho al reparto. Los actores asistieron a un campamento de magia durante varias semanas antes de comenzar el rodaje, donde pasaron horas puliendo su destreza, aprendiendo a hacer desaparecer cosas y cómo habla y se mueve un mago profesional. Mark Ruffalo incluso aprendió a echar fuego por la boca para la película.
“Una de las cosas más difíciles de hacer bien de esta película, y a la vez también una de las partes más divertidas del trabajo, fue integrar la magia en ella”, comenta Solomon. “No te das cuenta de cuánto trabajo exige hacer que algo parezca que no precisa esfuerzo alguno. No hablo simplemente de los trucos de magia, ya sean pequeños, medianos o grandes. Me refiero a crear un ambiente de magia a lo largo de toda la película, para que funcione como un gran truco de magia. Intentamos conseguir la suspensión de la incredulidad que se produce cuando te encuentras en un espectáculo de magia”.
El equipo responsable del filme recurrió en busca de ayuda a algunos de los nombres más importantes de la magia incluso mientras estaban trabajando todavía en el guion, entre los que figuran el mentalista, hipnotizador y mago Keith Barry y el ilusionista mundialmente famoso David Copperfield, que ejerce de coproductor. “Nuestros asesores se encuentran entre los mejores”, afirma Solomon. “Keith estuvo presente cada día durante el rodaje. David participó mucho ayudándome a crear algunas de las secuencias. Fue increíble poder descolgar el teléfono y llamar a David Copperfield para decirle: ‘Se me ha ocurrido una idea para una ilusión’. David fue una gran ayuda. Es muy consciente de cosas como la profundidad de campo y cómo afecta a la vista y a la mente”.
Barry, que lleva actuando en público desde que tenía cuatro años, también proporcionó apoyo técnico. “La mente de Ed funciona de una forma asombrosa”, comenta Barry. “Agregó giros y sorpresas fenomenales que distinguen esta película de la primera. Tiene un ritmo más vertiginoso y cuenta con mucha más magia. Está repleta de ilusiones, mentalismo, trucos de cartas e hipnotismo”.
Además de asesorar a todos los departamentos, colaboró estrechamente con los actores en cada una de sus escenas y habilidades, trabajó con utilería y efectos especiales y ayudó a Solomon a diseñar ilusiones que se pudieran realizar en vivo.
“Sería mucho más fácil usar efectos visuales, pero es importante para los espectadores que acuden a ver la película saber que las cosas que hemos hecho son reales”, asegura Barry. “Esa es la esencia de una buena película de magia. Si metemos muchos efectos infográficos, la gente se daría cuenta de que así podemos hacer cualquier cosa, incluso cosas imposibles de hacer en el mundo real. Decidimos usar la menor cantidad posible de efectos infográficos, lo que fue divertido para mí, porque me encanta actuar en vivo. Espero que los espectadores disfruten”.
Además de Barry, también contaron con los magos Andrei Jikh y Blake Vogt para ayudar al reparto y el equipo con los aspectos técnicos de las secuencias de magia. Vogt colaboró estrechamente con el departamento de utilería para conseguir que el mayor número posible de efectos se produjera ante la cámara. “Desde un punto de vista mágico, esta es una película perfecta”, asegura Vogt. “Trata sobre un equipo de magos, lo que es un gran giro. En el mundo real, sí que trabajamos juntos y nos retamos constantemente entre nosotros para hacerlo mejor y ser más imaginativos. Incluso durante el rodaje, yo hacía un truco y entonces Andrei hacía otro. Nos animamos uno a otro. Está bien ver una película basada en eso”.
Jikh, un experto en trucos de cartas, enseñó a los actores a manipular naipes con una velocidad y precisión asombrosas. “Enseñamos al reparto a pensar como un mago especializado en trucos de cartas: cómo ocultar cartas en secreto, cómo lanzarlas como un ninja y pasarse las cartas de una mano a otra. Todas esas cosas exigían concentración, práctica y una destreza tremenda. Nos lo pasamos muy bien y el reparto hizo un trabajo asombroso aprendiendo todas y cada una de las técnicas”.
Los actores tuvieron que volverse expertos en trucos de cartas en relativamente poco tiempo para una escena central del filme. “Daniel Radcliffe tiene una escena en la que necesita hacer algo con un naipe”, prosigue Jikh. Pasó tanto tiempo perfeccionando ese movimiento que ahora puede hacerlo sin mirarse a las manos. Dave Franco puede lanzar una carta de aquí al otro extremo de la habitación y golpear algo. Se le da estupendamente bien atrapar y lanzar cartas, así como toda clase de trucos de prestidigitación. Lizzy puede atrapar realmente una carta con su chaqueta, o la mano, o incluso el pelo”.
El actor Woody Harrelson tuvo que aprender a manipular más que cartas para su papel de mentalista e hipnotizador de talla mundial. “Su forma de abordar el papel fue verdaderamente fenomenal”, opina Jikh. “Le he visto meterse en la mente de la gente e hipnotizar a personas mejor y más rápido que algunos de los mejores del negocio. Si decidiera dejar la interpretación y convertirse en hipnotizador a tiempo completo, deberíamos preocuparnos todos mucho. Esta gente se metió de lleno y pasó muchísimas horas practicando y ensayando por su cuenta, lo que fue fantástico de ver y hace que la escena resulte un momento épico de la película”.
El objetivo final de todo el equipo mágico, según Barry, era captar esa ingenuidad y capacidad de asombro que perdemos al hacernos mayores. “Espero que durante las dos horas que esté viendo esta película, la gente se deje llevar”, asegura. “A medida que crecemos, empezamos entender cómo funciona el mundo, y eso hace que perdamos esa capacidad de asombro. Si por casualidad te encuentras con un mago en una fiesta, te ayudará a recuperarla, a no saber cómo se hace algo. Te genera esa cierta emoción. Y para eso es para lo que vivimos los magos: actuar en salas, ante mil personas a la vez y ofrecerles un momento para olvidarse de sus problemas cotidianos y recordar lo que es volver a sentirse asombrado”.
Chu espera haber creado, junto a todos los demás que han participado en la película, algo que atraiga a espectadores de todas las edades. “Tiene suspense”, observa. “Tiene una historia emotiva. Tiene espectáculo. Es una experiencia divertida con gran cantidad de trucos mágicos y algunos de los mejores actores del mundo, leyendas y futuras leyendas. La combinación de todos esos elementos debería producir una experiencia de cine inolvidable. Si quieres pasarlo bien con tu familia o amigos, experimentar algo de lo que hablaréis luego, esta es la película a la que debes ir”.
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