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SINOPSIS
Tras el reinado de César, en la que los simios son la especie dominante que vive en armonía y los humanos han quedado reducidos a vivir en la sombra. Mientras un nuevo y tiránico líder simio construye su imperio, un joven simio emprende un angustioso viaje que le llevará a cuestionarse todo lo que sabe sobre el pasado y a tomar decisiones que definirán el futuro de simios y humanos por igual...
INTÉRPRETES
FREYA ALLAN, KEVIN DURAND, DICHEN LACHMAN, WILLIAM H. MACY, OWEN TEAGUE, PETER MACON, NEIL SANDILANDS, SARA WISEMAN, EKA DARVILLE, LYDIA PECKHAM, TRAVIS JEFFERY, RAS-SAMUEL WELDA'ABZGI, NINA GALLAS
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SECUELAS:
El planeta de los simios (1968)
Regreso al planeta de los simios (1970)
Huida del planeta de los simios (1971)
La conquista del planeta de los simios (1973)
El planeta de los simios (2001)
El origen del planeta de los simios (2011)
El amanecer del planeta de los simios (2014)
La guerra del planeta de los simios (2017)
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
REINICIAR LA FRANQUICIA ICÓNICA GLOBAL...
20th Century Studios se propuso revivir la popularísima franquicia “El planeta de los simios” en 2011 con “El amanecer del planeta de los simios”, dirigida por Rupert Wyatt, que recaudó más de 480 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo. “El amanecer del planeta de los simios”, dirigida por Matt Reeves, se estrenó tres años después, en 2014, recaudando más de 710 millones de dólares en todo el mundo. “La guerra del planeta de los simios”, también dirigida por Reeves, le siguió en 2017 y recaudó más de 490 millones de dólares en todo el mundo.
Las tres películas utilizaron tecnología de captura de movimiento de interpretaciones de última generación para dar vida a los simios y cada una de ellas fue nominada al Oscar® al mejor logro en efectos visuales.
20th Century Studios estaba deseando continuar con la popular franquicia tras el éxito de la trilogía “El planeta de los simios”, que comenzó con un virus simio creado por el hombre que se propagó por todo el mundo y continúa mostrando la desaparición de la humanidad y el surgimiento de la especie de los simios, todo a través de los ojos de César. Pero, ante todo, cualquier historia nueva debe ser fresca, presentar personajes totalmente nuevos y crear una nueva era para "El planeta de los simios”.
De niño, al director Wes Ball le regalaron un vídeo en VHS de “El planeta de los simios” de 1968, película protagonizada por Charlton Heston, que vio una y otra vez durante años. “Parecía una epopeya histórica", dice. “Este astronauta que viajaba en el tiempo cayó en un mundo que parecía algo medieval, poblado por unos simios y fue uno de mis primeros contactos con la ciencia ficción. La revelación que ocurre al final era una idea alucinante que desencadenó mi fascinación por el fin del mundo”.
El visionario realizador dejó su huella en Hollywood en 2014 con la película de éxito “El corredor del laberinto”, que recaudó más de 348 millones de dólares en todo el mundo. “El corredor del laberinto: Las pruebas” y “El corredor del laberinto: La cura letal”, ambas dirigidas por Ball, le siguieron en 2015 y 2018, respectivamente. La trilogía de “El corredor del laberinto” ha recaudado cerca de mil millones de dólares en taquilla.
Fue en 2019 cuando le preguntaron por primera vez a Ball sobre la posibilidad de revivir la icónica franquicia, pero al principio no se mostró interesado. “La verdad es que al principio dije 'de ninguna manera'”, reconoce Ball. “¿Cómo continúas con las últimas tres películas? No me interesaba contar las aventuras del hijo de César, aunque había una gran historia que contar. Al mismo tiempo, no quería abandonar lo que Matt Reeves y Rupert Wyatt habían creado en la trilogía de César. Lo que habían hecho era una auténtica hazaña cinematográfica”.
“En cuanto a la historia, la gente se identifica con estas películas porque tienen conceptos de ciencia ficción y abordan cuestiones relacionadas con la humanidad”, continúa diciendo Ball. “Abordan temas como la clase y la raza, lo que significa ser humano y nos permiten mirar, analizar e identificar cuestiones profundas sobre nosotros mismos. Son un espejo de la sociedad y nos obligan a mirar los problemas que enfrentamos como seres humanos a través de la lente de este mundo de fantasía”.
Sin embargo, una semana después, una idea tomó forma en la mente de Ball. Fue un concepto que le entusiasmó inmediatamente que tenía lugar cientos de años después de la muerte de César al final de “La guerra por El planeta de los simios” y era una historia con un tono diferente… más bien una aventura. “Era la historia de un simio joven e ingenuo que no sabe nada del mundo exterior, un mundo en el que César se ha convertido en una leyenda”, explica Ball. “Si las tres últimas películas eran simios en su edad de piedra, ahora están entrando en su edad de bronce. Estamos empezando a ver cómo se desarrollan culturas dentro de diferentes clanes. Vemos lo que le ha pasado al mundo que quedó atrás, lo que se ha erosionado ante la ausencia de humanidad”.
Hay una secuencia inicial visualmente impresionante en la que Noa, el joven simio protagonista de la historia, escala una formación montañosa cubierta de maleza para poner a salvo un huevo de águila, y ese fue el segundo elemento del concepto de Ball. “El tercer elemento era una figura que contrasta con Noa”, continúa diciendo el director, “un personaje que en el guion se convirtió en Proximus César. Este antagonista conoce el mundo anterior y quiere rescatar artefactos de él para construir un reino en el que los simios avanzados tengan primacía”.
Después de exponer la idea a los ejecutivos de 20th Century Studios, Ball se reunió con Rick Jaffa y Amanda Silver, que habían concebido la trilogía de César y escrito el guion de “Avatar: El sentido del agua” y que se convertirían en los productores de la nueva película. “Nos sentamos en una gran mesa redonda”, recuerda Ball. “Había creado algunos bocetos y presenté mi visión con enorme pasión. Y pude ver cierto brillo en los ojos de Rick y Amanda. Al final de la presentación dijeron: '¡Vamos a empezar ya!’”
La película presenta nuevos personajes e historias, pero para los fans de la franquicia, hay referencias a César, a quien Ball llama “uno de los mayores protagonistas de la historia del cine”.
“César está en esta nueva película, espiritualmente, en todo momento”, explica Ball. “Sus ideas sobre moralidad y decencia y su relación con los seres humanos... todo eso se explora a través de una lente casi mítica que creo que es tremendamente interesante”.
“Nos reunimos con Wes y Joe y nos quedamos alucinados con las ideas, los bocetos y el entusiasmo de Wes”, recuerda Silver. “Fue un encuentro entre mentes y corazones”.
Jaffa está de acuerdo y afirma: “Compartimos una gran pasión por la franquicia 'El planeta de los simios' y una visión de la dirección que podría tomar. Cuatro años después, sigue siendo una colaboración extremadamente productiva”.
Joe Hartwick Jr., productor de las tres películas de “El corredor del laberinto”, trabajó con Ball desde el principio. “Después de la presentación, Rick y Amanda nos pusieron en contacto con Josh Friedman ('La guerra de los mundos'), que había trabajado con ellos en la historia de 'Avatar: El sentido del agua' y se incorporó para escribir el guion”, dice Hartwick. “Pasamos cinco meses trabajando con Josh en ideas sobre cómo podría desarrollarse el concepto de Wes, y Rick y Amanda fueron piezas fundamentales de ese proceso”.
Según Jaffa: “Pensamos inmediatamente en Josh porque sabíamos que sería una pieza esencial del rompecabezas. Es un guionista brillante y un colaborador muy considerado”.
Friedman fue fundamental a la hora de desarrollar la historia de Nova (el personaje de Freya Allan): la presencia humana. “Recuerdo que Josh dijo: 'Quieres hacer una película de Kurosawa con simios'”, recuerda Ball. “Y tenía bastante razón. Esta aventura épica de un personaje que se encuentra con múltiples puntos de vista mientras él conoce el mundo que le rodea, la historia de los simios y la historia de los humanos y su relación entre sí”.
Mientras que “La guerra del planeta de los simios” era una historia de Moisés con César, un líder con el peso del mundo sobre sus hombros, sufriendo por su pueblo y finalmente entregándolo a una tierra prometida, esta película trata sobre el descubrimiento. Es una historia sobre la mayoría de edad y una aventura ambientada en un universo evolucionado donde podemos ver la decadencia y cómo la naturaleza ha recuperado la tierra. “Pensé que sería muy divertido ver cómo nuestro mundo se desarrolla cuando los humanos dejan de existir”, explica Ball, “y cómo es el escenario en lo que queda de nuestro mundo. Me encantó la idea de que los edificios y lo que queda de ellos se estén desmoronando y el vidrio ya no exista porque todo se rompió debido a la erosión y el paso del tiempo. Me encantó la idea de que el mundo volviera a transformarse en ese paisaje que en realidad son edificios que ahora están cubiertos de árboles”.
En lo que se refiere a cuándo se desarrollaría la nueva historia, los realizadores coincidieron en que debería estar ambientada cientos de años después de los acontecimientos de “La guerra del planeta de los simios”, en una época en la que la palabra escrita ha dejado de existir. Ball lo explica: “Para ser sincero, nunca pusimos una fecha, y esa fue una excelente idea por parte de nuestros guionistas. Ocurre muchas generaciones después, pero puede ser lo que quieras porque la gente es quien determina cuánto tiempo ha pasado basándose en lo que ve”.
Cuando Jason Reed (“Mulan”) se incorporó como productor, se sintió atraído por las nuevas posibilidades que ofrecía el guion. “Es un honor trabajar en un hito de la ciencia ficción y una de las franquicias más importantes desde los años 60”, dice Reed. “Creo que esta franquicia sigue conectando con el público porque explora cuestiones fundamentales sobre en qué consiste ser humano y qué pensamos sobre nosotros mismos en relación con otros seres humanos y otras especies. Lo que Wes, Joe y el resto de los guionistas lograron crear fue algo que conecta con la tradición, pero que también es totalmente nuevo y profundiza en cómo será el futuro y cómo impacta emocionalmente en las personas”.
Jaffa señala: “Generaciones después de la muerte de César, seguíamos entusiasmados con la idea de explorar su legado como líder de los grandes simios. La brújula moral de César era cierta, pero luchó por reconciliar su amor por su familia humana con su conocimiento de la crueldad humana”.
Silver añade: “Temáticamente, la franquicia 'El planeta de los simios' siempre ha preguntado: ¿Hay espacio para especies inteligentes que compitan en un planeta? En 'El reino del planeta de los simios' volvemos a indagar en esa cuestión”.
REUNIENDO AL REPARTO...
La búsqueda de actores para dar vida a los simios fue un proceso complicado para los realizadores pero que, afortunadamente, resultó ser especialmente fructífero y gratificante. El director y productor Wes Ball lo explica: “Tuve mucha suerte porque encontré actores jóvenes que encajaban entre sí, creando una química que se hace inmediatamente evidente en la pantalla. No sólo consigue que el trabajo sea más fácil porque todos se caen bien, sino que también es divertido. Se cuidan, se apoyan y sacan lo mejor de cada uno”.
Lo más crucial del proceso fue elegir a Noa, el joven simio que lucha por estar a la altura de las expectativas de su padre. Tiene prohibido conocer el mundo que está más allá de su aldea, no sabe nada de la historia de la raza humana y tampoco sabe que en cierto momento fueron la especie dominante. “Necesitábamos a alguien con espíritu juvenil y cierta inocencia", explica Ball. “Y también era necesario que se sintiera cómodo vistiendo pijamas grises y trajes grises ajustados con marcadores por todas partes, soportando una cámara en la cara y caminando como un simio... eso no lo puede hacer todo el mundo”.
Owen Teague, cuyos créditos incluyen las exitosas películas "It" y la popular serie de Netflix "Bloodline", resultó ser su Noa, el corazón y el alma de la historia. “Owen es un tipo encantador", dice Ball. “Es súper amable, súper inocente y trabaja con enorme ahínco. Lleva la película sobre sus hombros y da ejemplo a todos los actores de cómo hay que comportarse”.
A la hora de describir su personaje, Teague afirma: “Noa está muy protegido y no sabe nada del mundo. Mira el mundo con una visión optimista del pasado, lo que resulta ser un elemento interesante de la película: hay dos visiones e interpretaciones de la historia totalmente diferentes y Noa está decidiendo qué camino elegir”.
Teague continúa diciendo: "Está a punto de alcanzar la mayoría de edad y convertirse en un chimpancé adulto y lo hacen a través de ese ritual llamado vinculación, donde los simios tienen que escalar una de esas enormes estructuras formaciones montañosas (que en realidad son rascacielos en ruinas) y encontrar un huevo de águila que le llama la atención. Después tiene que vincularse con él y eso es algo que todos los chimpancés de su edad tienen que hacer en el Clan de las Águilas”.
Travis Jeffery (“Invencible [Unbroken]”) encarna a Anaya, uno de los mejores amigos de Noa, que tiene mucha confianza en sí mismo y es extrovertido. Además suele empujarle a hacer cosas que él no está muy dispuesto a hacer. Lydia Peckham (“Cowboy Bebop”) es Soona, una simia apasionada y de carácter fuerte que protege ferozmente tanto a Noa como a Anaya. Ambos también son miembros del Clan de las Águilas.
Freya Allan (“The Witcher”) es Nova/Mae, una humana enérgica que, como todos los seres humanos, vive en las sombras y se ve obligada a buscar comida en la basura. Aunque al principio sospecha de ella, Noa se da cuenta de que es algo más de lo que parece. “Nuestro personaje humano, el homólogo del personaje de Noa, representa el mundo anterior que ha desaparecido”, explica Ball, “así que pasamos mucho tiempo buscando y haciendo pruebas de pantalla porque ella es muy importante. Ella es el único personaje real de la película que sale en pantalla. El resto es una creación generada por ordenador y Freya se sintió totalmente cómoda con su situación. No hablaba con simios, sino con actores con puntos azules en la cara”.
Ball continúa diciendo: “Freya es súper inteligente y súper ingeniosa. Es bellísima pero de una manera inquietante e interesante. Desde el principio da la impresión de que esconde un secreto y un misterio, lo que nos vino muy bien porque interpreta a esa criatura salvaje que es un eco de lo que alguna vez fueron los seres humanos”.
Allan añade: “En el guion no había muchos antecedentes sobre mi personaje, así que desde el principio lo más importante para mí fue descubrir quién era ella realmente y cómo llegó a donde está. Es extremadamente valiente y muy fuerte físicamente y además está muy motivada”.
A Allan le encantaron los aspectos salvajes de su personaje y dice: “Parecía que no me había lavado en cien años, pero soy muy del 'método'. Necesitaba sentir esa suciedad en mi cuerpo, de lo contrario simplemente no me hubiera sentido auténtico”.
Kevin Durand (“Locke & Key”) fue elegido como Proximus César, el imponente y carismático líder del nuevo reino de los simios que gobierna un ejército de simios y anhela los conocimientos humanos sobre tecnología, historia y comunicaciones. El personaje sabe más sobre César que cualquiera de los simios, pero se apropia de sus palabras e ideales y los convierte en armas de poder para usarlas en su nombre.
“Examinamos a mucha gente de gran talento para interpretar este papel”, dice Ball, “pero Kevin se divirtió muchísimo con el personaje. Lo asimiló y encontró el tono perfecto. Lo que pasa con Proximus es que sabe mucho sobre los seres humanos. De hecho, es un fan de los seres humanos, así que aspira a ser el simio más humano de la película”.
El actor canadiense se sintió inmediatamente atraído por el papel. “Lo mejor de mi trabajo es la oportunidad de interpretar personajes totalmente diferentes y en esta película conté con la ayuda de los artistas con más talento del mundo que me ayudaron a transformarme por completo”, dice Durand.
“Proximus César cree que si consigue la información y toda la tecnología que los seres humanos han dejado atrás, podría aprovecharla para avanzar mucho más rápidamente en lo que se refiere a su evolución de cara a los próximos siglos”, continúa diciendo Durand. “Cuando lo vemos por primera vez, es increíblemente elocuente... es un tipo de personaje totalmente necesario. Tiene cierto carisma y el resto de los simios empiezan a comprender que la forma en que él visualiza el futuro podría ser beneficiosa para ellos, incluso cuando algunos no les guste demasiado su manera de hacerlo”.
“Él tiene su propio reino que está construyendo y está al lado de esa bóveda gigante que los seres humanos dejaron atrás justo al lado del mar. Su castillo es ese barco abandonado que ha convertido en su vivienda”, dice Durand.
Peter Macon (“Shameless”) interpreta a Raka, un orangután que es el único que recuerda las verdaderas enseñanzas de César sobre decencia, moralidad y fuerza. Vive en los restos de un aeropuerto en ruinas y predica la tolerancia y la paz con los seres humanos.
William H. Macy (“Fargo”, “Shameless”), nominado al Oscar® y al Globo de Oro®, fue elegido para interpretar a Trevathan, un sabio humano al que Proximus César tiene cautivo. “Proximus persiguió a Trevathan y lo convirtió en su consigliere, obligándolo a enseñarle todo sobre la existencia humana y por qué el Homo sapiens gobernó durante tanto tiempo”, explica Macy. “Y cuando aparece Nova, amenaza su existencia”.
Macy y Durand ya habían trabajado juntos en “Cerdos salvajes (Con un par... de ruedas)” de 2007 y los actores estaban encantados de reencontrarse en el set. “Fue fantástico volver a actuar con Kevin”, dice Macy, “y además ha hecho un trabajo fantástico. Descubrió ese patrón de voz y de habla, que resultaba muy convincente”.
DANDO VIDA AL NUEVO REINO...
El equipo creativo de “El reino del planeta de los simios” incluye dos creativos clave con los que el director/productor Wes Ball trabajó en las películas de “El corredor del laberinto": el director de fotografía Gyula Pados (“Jumanji: Bienvenidos a la jungla”) y el diseñador de producción Daniel T. Dorrance (“La jungla: Un buen día para morir”), que ayudarían a imaginar y dar forma a este nuevo mundo con Ball. El equipo también incluye a los montadores Dan Zimmerman, ACE (“La profecía”) y Dirk Westervelt, ACE (“Logan”), al supervisor de efectos visuales Erik Winquist (“Doctor Strange en el multiverso de la locura”), a la diseñadora de vestuario Mayes C. Rubeo (“Blue Beetle”), al compositor John Paesano (“Doce en casa”), al coach de movimiento Alain Gauthier y al coordinador de especialistas Glenn Suter (“Mad Max: Furia en la carretera”).
El rodaje de “El reino del planeta de los simios” tuvo lugar de noviembre de 2022 a junio de 2023, en localizaciones de Nueva Gales del Sur, Australia. Ball siempre había imaginado el escenario de la película como algo no concreto, sino un lugar de la Costa Oeste, y sus paneles de visión representaban un mundo hermoso pero aterrador donde la naturaleza ha recuperado lo que es suyo. Los rascacielos están consumidos por las enredaderas y los ríos corren desbocados entre los restos de las ciudades.
Mientras que las dos últimas películas de “El planeta de los simios” se rodaron principalmente con lentes largas, Ball quería que la cámara de “El reino del planeta de los simios” fuera un poco más activa para que todo pareciera más crudo. Por eso, el director de fotografía Gyula Pados optó por rodar la película con lentes más anchas y con más cámaras portátiles.
En esta película, la cámara se mueve constantemente, lo que supone mucho más trabajo para Ball. “Estoy acostumbrado a realizar unos 30 o 40 escenas completas al día en mis películas”, dice Ball. “En esta película, tenía suerte si llegaba a 10 o 12. Rodamos siempre bajo una intensa luz del sol porque es una película brillante, así que rodamos en anamórfico. Filmamos con lentes Panavision anamórficas de la serie C de los años 60 y eso hace que la película parezca antigua. Es como si volviéramos a los años 70 de una forma extraña”.
Al visualizar el aspecto de la película, la escala de los decorados fue clave para Ball y exigió la construcción de sets de gran tamaño. El director quería que la mayor parte de la acción se desarrollara en escenarios físicos en mundos físicos, pero comprendió que algunas escenas iban a requerir fondos creados digitalmente. “En estas películas transportamos al público a un mundo que no existe”, explica el director. “Por supuesto, hay muchos efectos visuales y extensiones, pero todo se desarrolla en un lugar real que proporciona a los actores algo que les permite reaccionar”.
“Los sets eran increíbles", dice Owen Teague. “Recuerdo cuando entré en el Nido del Águila. La cima de nuestra torre era una construcción de madera de cuatro pisos, de troncos atados entre sí, que era tan detallada y tan realista que te olvidabas que se trataba de sets. Construyeron un mundo tan desarrollado que a los actores les resultó fácil entrar y formar parte de él”.
En la historia, las civilizaciones y tribus de simios han evolucionado a su manera y ahora viven en armonía con la tierra y la vida silvestre. “El Nido del Águila es donde conocemos por primera vez a nuestros tres personajes principales, que se encuentran en una misión que en realidad es un rito de iniciación para ellos”, explica Ball. “Las águilas son una parte importante de esta cultura. Viven una dinámica particular: salen a por comida, cuidan de sus huevos y crean vínculos para ocuparse de sus crías. Por eso, parte del paso a la edad adulta de estos personajes consiste en realizar esa escalada”.
Según el supervisor de efectos visuales Erik Winquist, que trabajó en las tres películas anteriores de “El planeta de los simios”, rodar en Australia tenía grandes ventajas visuales en comparación con California, así como beneficios presupuestarios y laborales. “Hay eucaliptos nativos de Australia, en toda California, así que funcionó bien. Además, como estamos avanzando cientos de años hacia un mundo posterior al cambio climático, el terreno no es reconocible al instante y eso jugó a nuestro favor. Contábamos con una gran variedad de tipos de localizaciones, ya fuera una playa en la zona rural de Nueva Gales del Sur o zonas más industriales. Todas eran geniales para el aspecto de la película”.
El rodaje de “El reino del planeta de los simios” fue extremadamente difícil desde el punto de vista técnico y supuso un gran aprendizaje para Ball. “Las dificultades que plantea esta película va más allá de cualquier cosa en la que haya participado”, dice el director.
Uno de los mayores desafíos fue añadir agua a la ecuación. Hay una serie de escenas que exigen simios mojados, lo que significa que Winquist y su equipo tuvieron que lidiar con la forma en la que el agua cambia el aspecto de su pelaje. Afortunadamente, Winquist pudo incorporar tecnología extraída de “Avatar: El sentido del agua”.
Para crear las escenas que requerían fondos creados por ordenador, el equipo rodó en platós de Volumen, que utilizan un proceso de realización cinematográfica en el que los actores se filman en sets rodeados por enormes pantallas de video LED de alta definición que muestran fondos de imágenes generados por ordenador.
Antes de empezar el rodaje, el reparto asistió a seis semanas de una 'escuela para simios', dirigida por el coach de movimiento Alain Gauthier. Gauthier fue un atleta, gimnasta y trampolinista, y compitió a nivel internacional antes de convertirse en uno de los miembros fundadores del famoso Cirque du Soleil. Actuó con la compañía hasta mediados de los años 90, cuando se pasó al teatro de danza experimental.
Cuando el reparto llegaba a la escuela, la primera tarea de Gauthier era hacerlos hiperconscientes de sus cuerpos. Diseñó una serie de ejercicios para aumentar y desarrollar nuevas vías neuronales, para darles las herramientas necesarias que les permitiesen adoptar la forma de un simio. Gauthier fue poco a poco con el reparto, empujándoles a actuar partiendo de un punto de vista psicológico sino físico.
“Una vez que dominaron el formato físico, trabajamos para que la personalidad del actor se convirtiera en la personalidad del simio, algo que exige observación y generosidad por parte del actor”, explica Gauthier. “Además yo tenía que estar seguro de que les señalaba la dirección correcta para que se convirtieran en el maravilloso personaje que querían crear”.
Andy Serkis, que había creado el extraordinario personaje de César en las tres películas anteriores, fue contratado como consultor especial y para ayudar a desarrollar el trabajo de Gauthier, afinando voces y caracterizaciones. El actor, muy elogiado por su trabajo de captura de movimiento, entiende mejor que nadie la psicología que impulsa a los simios.
“Contratamos a Andy como consultor para que hablara con los actores y los guiara a través de lo que iba a ser una gran experiencia de aprendizaje para ellos", dice Ball. “Andy había hecho muchísimos personajes de captura de movimiento además de César, incluido Gollum de la trilogía 'El señor de los anillos' y 'King Kong', así que podía ofrecer su gran experiencia a sus jóvenes protegidos. La mayoría no había hecho nunca captura de movimiento y Andy consiguió que se sintieran más cómodos y les permitió que hicieran el ridículo”.
Teague añade: “Andy nos ayudó a comprender las diferencias anatómicas reales entre nuestros cuerpos humanos y el del simio que interpretábamos. Teníamos que asumir nuestros cuerpos de simio, después fijarnos en los otros e imitarlos. Gracias a ese mimetismo nos veíamos reflejados en los demás. De esa forma, captábamos cosas que de otro modo no se nos hubiesen ocurrido”.
Se organizaron sesiones en los platós de captura de movimiento de interpretaciones y Volumen, donde Serkis y el reparto podían ver a sus personajes digitales en la pantalla y realizar ajustes pequeños pero fundamentales. “Instalamos un monitor grande y Andy les iba presentando situaciones para que actuaran. Les daba ese micro feedback que marcaría la diferencia en un mundo inventado", dice Hartwick. “Tuvimos mucha suerte de que Andy tuviera días libres en su agenda. Fue una gran noticia para todo el reparto”.
Para los realizadores, la aportación logística y espiritual de Serkis fue fundamental. “César está muerto pero aun así nos hemos atrevido en seguir adelante.", dice el productor Joe Hartwick, Jr., "Afortunadamente, contamos con el padrino de la captura de movimiento de interpretaciones que nos dio su visto bueno. Es lo que debía suceder para que ese paso adelante no fuera forzado”.
“Desde el primer día supimos que es imposible fingir que eres un simio”, dice Ball, “y eso es muy difícil para un actor. Te paseas con esos trajes absurdos y tienes la sensación de hacer el ridículo. Así que debes aprender a superar esa situación y ser auténtico. Al principio, a los actores les resultó muy difícil pero al final les encantó”.
Debido a las numerosas y variadas secuencias de acción de la película, el coordinador de especialistas Glenn Suter reunió a un equipo de más de 20 especialistas para que ayudaran a interpretar a los simios de todas las especies representadas en la película. Ball quería ser muy preciso con los mecanismos, la física y la fisiología para que las actuaciones de los especialistas resultaran "reales".
“El desarrollo de la acción era complejo debido a la variedad de simios”, afirma Suter. “Noa es un chimpancé, aproximadamente una vez y media más fuerte que un ser humano. Tienen el doble de músculos de contracción rápida. Necesitábamos ser honestos con la caracterización cuando diseñamos el aspecto físico de su interpretación”.
Tradicionalmente, Suter trasladaba toda la acción física de un actor al especialista, pero gracias al avance de los efectos visuales, la acción podía detenerse en algunas ocasiones y retomarse después en el Volumen, evitando el trabajo con cables. “Pasar al Volumen no me resulta tan complicado como montar y diseñar la acción con cables en un set de rodaje”, dice. “En el Volumen, podíamos poner colchonetas en el suelo y acolchar a los artistas. No es necesario tener un equipo de especialistas completo”.
La tecnología utilizada para dar vida a los simios se logró mediante tecnología de captura de movimiento de interpretaciones, cortesía de las mentes pensantes de Wētā FX. La compañía de efectos visuales del realizador Peter Jackson, con sede en Nueva Zelanda, había trabajado en las tres películas anteriores y desempeñó un papel fundamental en “El reino del planeta de los simios”. Su tarea consistía en convertir a actores humanos en simios digitales y ayudar a crear un mundo que está a unos cientos de años en el futuro a partir de cualquier cosa que el público hubiera visto antes.
Los actores llevaban trajes mocap con marcadores y puntos en la cara, que venían equipados con una batería grande y una cámara facial. “Nuestro mayor problema residía en mover la batería en escenas en las que había caídas o peleas", dice Suter. “Además, también había que ajustar la cámara facial durante las secuencias de acción, para que no hicieran daño ni golpearan con ella al resto del reparto”.
Según Kevin Durand: “La tecnología nos permitió fundirnos con los personajes y con ese mundo. Fue realmente liberador entrar en un cuerpo diferente con una voz diferente… fue algo extraordinario”.
El período de posproducción duró más de un año. Ball trabajó todos los días con Winquist y el equipo de Wētā no solo durante la posproducción sino también durante la preproducción y la producción. “Durante el rodaje, mi tarea principal consistía en estar con Wes y Gyula Pados para asegurarnos de que estábamos capturando a nuestros actores y fotografiando nuestras configuraciones. De esa manera el proceso de posproducción sería un éxito", explica Winquist.
“’El amanecer del planeta de los simios' llegó inmediatamente después del trabajo que hicimos en 'Avatar' en lo que se refiere a la tecnología de captura de movimiento de interpretaciones”, dice Winquist. “En 'El amanecer' trasladamos esa tecnología a exteriores y a pleno sol, algo que no se había hecho nunca. Gracias a las tres cintas de 'El planeta de los simios', esa tecnología se volvió más fiable y pudimos aplicarla con lluvia o nieve a medida que avanzaban esas películas”.
Winquist continúa diciendo: “'El reino del planeta de los simios' tuvo una trayectoria similar porque acabábamos de trabajar en 'Avatar: El sentido del agua' que nos había permitido dar un salto adelante en la captura de movimiento de interpretaciones y utilizar la tecnología en exteriores”.
Ball dice: “Rodamos en localizaciones o teníamos personajes completos generados por ordenador, algo muy parecido a lo que se hizo 'Avatar'. Estamos más cerca de 'Avatar' de lo que se hizo en 'The Mandalorian”.
Era la cuarta vez que Ball trabajaba con Wētā FX a los que denomina “los mejores del mundo en su campo. Además Erik sabe perfectamente lo que hace, así que podía apoyarme en él para asegurarme de que todo saldría bien”.
El equipo de VFX estaba compuesto por dos grupos separados. El equipo de captura de movimiento, cuyo trabajo consistía en capturar los aspectos faciales y corporales de las interpretaciones de los actores; y el equipo de rodaje, que capturaba sets y localizaciones con escaneo LIDAR y fotografía de referencia para que la iluminación pudiera replicarse en el espacio digital.
“Uno de los avances que incorporamos a este proceso fue la cámara facial montada en la cabeza que grababa el rostro del actor", explica Winquist. “Antes solía hacerse con una sola cámara. Ahora hemos utilizado un par de cámaras, lo que nos permite reconstruir la profundidad del rostro y convertirlo en geometría tridimensional. Eso nos da un registro más matizado de cualquier momento de su interpretación”.
Winquist continúa diciendo: "No hay captura de movimiento de interpretaciones sin captura facial... de lo contrario, solo consigues que un cuerpo se mueva en el espacio”.
CONCLUSIONES...
El director y productor Wes Ball abordó “El reino del planeta de los simios” como una película que rinde homenaje a la trilogía anterior de “El planeta de los simios”, pero no es una secuela directa… de hecho, crea su propio camino. “Estamos en el mismo universo, pero en realidad es una historia sobre un renacimiento y un nuevo comienzo, un nuevo capítulo en este extenso legado de películas”, dice el director. “Mi concepto se basaba en una historia sobre la mayoría de edad de un joven simio y en esos extraordinarios acontecimientos que lo obligan a salir a un mundo del que no sabe nada. Aprendemos lo que ha sucedido desde la muerte de César, que en esta película son varios cientos de años. Se trata de la educación y despertar de ese joven simio a un mundo más grande y a ideas más grandes”.
“Es un mundo romántico, no un mundo apocalíptico y destruido", añade Ball. “Noa descubre ideas contrapuestas sobre quién era César. Proximus César se ha revestido con el manto de César y se ha apoderado de él. Raka tiene una idea muy diferente. Así pues, existen paralelos interesantes con nuestras propias historias míticas y religiosas. En cierto modo, la antorcha de César pasa a Noa al final de la película y Noa se convierte en portador de la idea de quién era realmente César”.
Para el productor Jason Reed, Ball es la clave del éxito de la nueva película. “Para mí, la clave de la película reside en la visión y el talento de Wes”, añade Reed. “Tiene un sentido muy potente de la historia y del personaje. Pero además, aporta unos conocimientos técnicos que le han permitido ampliar el lienzo y aprovechar al máximo la tecnología no sólo para potenciar el 'alarde de magia', sino para profundizar en el aspecto emocional de los personajes. Creo que eso es lo que distingue de verdad a esta película”.
“Fue una experiencia de colaboración absolutamente maravillosa”, afirma Kevin Durand. “El proyecto me pareció muy inspirador ya desde el momento en que Wes me habló por primera vez del mundo que estaba imaginando. Ha sido maravilloso contar con su perspectiva y su guía”.
Freya Allan añade: “Wes desborda energía. Venía y explicaba lo que estaba sucediendo en la escena y hacía todos los efectos de sonido y movimiento. Recuerdo una reunión en la que se metió físicamente debajo de una mesa haciéndose pasar por un ser humano salvaje. Fue un momento increíble. Su visión es muy clara y conecta extraordinariamente bien con sus actores. Crea un ambiente agradable y reconfortante que permite a los actores explorar a sus personajes”.
William H. Macy añade: “A Wes le encanta lo que hace. Tiene un gran talento para mover la cámara y no se enfada nunca. Ha sido un auténtico placer compartir el set con él”.
GALERÍA DE FOTOS
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