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SINOPSIS
Ante la avanzada edad del Profesor X, Lobezno cuida de él en un escondite que tienen en la frontera mexicana. Logan intenta desentenderse de todo lo que rodea pero la aparición de una jovencísima mutante dará al traste con todo al verse perseguida por una serie de fuerzas que intentan atraparla...
INTÉRPRETES
HUGH JACKMAN, BOYD HOLBROOK, DORIS MORGADO, PATRICK STEWART, ELIZABETH RODRIGUEZ, STEPHEN MERCHANT, RICHARD E. GRANT, DAVE DAVIS, ERIQ LA SALLE, JULIA HOLT, LAUREN GROS, MARK ASHWORTH, JADEN FRANCIS
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LA DEFINITIVA HISTORIA DE LOBEZNO...
La primera vez que Hugh Jackman aportó su electrizante energía al mutante conocido como Lobezno fue allá por el año 2000, en el filme que dio origen al contemporáneo éxito de las adaptaciones cinematográficas de cómics: la primera película X-Men, del director Bryan Singer. Desde entonces, el aclamado actor australiano se ha metido en la piel del mutante más famoso del mundo hasta un total de diez veces, un récord en la gran pantalla. Pero en esta ocasión, con LOGAN, Jackman ha tenido la oportunidad de crear algo verdaderamente especial, una forma de enterrar definitivamente a su álter ego en la gran pantalla desde hace tanto tiempo.
“Queríamos transmitir algo muy diferente, muy fresco y, en definitiva, muy humano”, dice Jackson, “porque creo que la fuerza de los X-Men, y concretamente la de Lobezno, radica más en su humanidad que en sus superpoderes. Al explorar este personaje por última vez, me interesaba llegar al corazón del humano que realmente era, más que mostrar todo lo que sus garras son capaces de hacer”.
Desde el principio, Jackson siempre ha tenido un don especial para insertar humanidad bajo el brusco y muy desfigurado aspecto exterior de Logan. Sin embargo, en esta profundamente matizada y conmovedora interpretación, el actor vuelve al punto de partida con su personaje; el misántropo y agresivo fumador de puros es ahora un incondicional y leal compañero de lucha, dispuesto a sacrificarse por todo aquello en lo que cree.
Desde luego, Jackson y James Mangold, coguionista y director de LOGAN, ya habían llevado a Lobezno a nuevos y remotos lugares en las anteriores andanzas en solitario del personaje: la película de 2013 Lobezno inmortal. En ese anterior filme –adaptación de la emblemática miniserie de cómics creada por Chris Claremont y Frank Miller en 1980 e impregnado del espíritu del cine negro nipón y las películas de samuráis, así como del género western– vimos cómo Logan es arrancado de su autoimpuesto exilio para, finalmente, verse mezclado en una violenta trama que acontece en Japón. La película obtuvo grandes elogios de la crítica por su meticuloso análisis del conflicto que se desarrolla en el interior de Logan, en vez de confiar estrictamente en las escenas de acción desmesurada para suscitar emoción.
Mangold señala que, tras su experiencia en Lobezno inmortal, ni Jackson ni él habían planeado colaborar necesariamente en otro proyecto centrado en el personaje de Logan. “Tanto Hugh como yo nos situábamos en el filo de la navaja a la hora de hacer otra entrega”, dice el director, que trabajó con Jackman por primera vez en la película de 2001 Kate & Leopold“. Si finalmente íbamos a hacer otra película, yo quería llevarla hasta donde me interesaba, un lugar profundamente íntimo y primario: una historia basada sobre todo en los personajes donde pudiera explorar los miedos y debilidades de estos legendarios héroes, un filme que les hiciera más humanos”.
Antes incluso de embarcarse en el proyecto, Jackman y Mangold fueron conscientes de que la historia necesitaba existir al margen de la densa y embriagadora mitología de la mítica franquicia X-Men. “Los dos queríamos hacer una película independiente de la saga”, afirma Jackman. “Esta película es mucho más realista que las que hicimos anteriormente para la franquicia, quizás más que cualquier otra adaptación cinematográfica de un cómic. Es mucho más humana”.
Concretamente, Mangold, que escribió el guión de LOGAN junto a Scott Frank, coguionista de Lobezno inmortal (Caminando entre las tumbas, Lobezno inmortal) y Michael Green (Alien: Covenant), propuso crear una obra basada en personajes que se centraría en Logan, Xavier y Laura, mientras se iban abriendo camino a través de un yermo paisaje. “En mi cabeza surgió la extraña idea de que quería hacer una road movie con estos personajes, lo cual, de alguna manera, casi complicaba más mi trabajo como realizador”, dice Mangold. “Colocar a los personajes en un coche y mantenerlos atrapados en la carretera me ataría las manos. No podríamos hacer nada respecto a otros mundos que colisionan o una invasión alienígena; la película estaría básicamente forzada a funcionar a un nivel mucho más íntimo”.
También era importante para Mangold, que desde hace tiempo considera a Logan descendiente espiritual de los grandes héroes de westerns como El fuera de la ley, de Clint Eastwood, o Shane, el desconocido, de Alan Ladd, privó a Lobezno de su invencibilidad para hacer al personaje más vulnerable, más expuesto. “En este filme, la idea era encontrar a Lobezno en unas condiciones en las que su capacidad de curarse a sí mismo ha disminuido considerablemente”, dice Mangold. “Su fuerza ha mermado. Su propia salud y estado mental se hallan en declive”.
Aunque la acción de LOGAN tiene lugar más de 50 años después de los eventos descritos en X-Men: Días del futuro pasado (2014), este particular relato independiente funciona más como un privado viaje familiar –aunque abarrotado de determinantes escenas de acción– que como una convencional aventura de ciencia-ficción propulsada por explosivos elementos visuales. “Queríamos aparecer con un gran estruendo”, afirma Mangold. “Pero la cuestión es que, una vez que ciudades y planetas han sido destruidos, el estruendo tienes que sabértelo ganar sin acudir al recurso simple de hacer más ruido”.
Cuando comienza el filme, el estado de Logan es muy frágil y vulnerable; la maldición de su inmortalidad es una pesada carga que le ha deteriorado mucho, mientras cuida de un debilitado Charles Xavier (Patrick Stewart) en el seno de una desvencijada planta de fundición situada en los límites de un campo petrolífero abandonado. A ellos se une un tercer mutante, Caliban (Stephen Merchant, co-creador de la serie The Office), refugiándose todos en la oscuridad en un momento en el que el mundo cree que los mutantes ya han pasado a la historia.
Sin embargo, Logan ve interrumpidos sus días de beber en relativa soledad cuando se convierte, muy a su pesar, en el guardián de una chica muy joven, Laura (la primeriza Dafne Keen), que tiene poderes sorprendentemente parecidos a los suyos: tanto de sus manos como de sus pies brotan unas garras de adamantio similares a las de Lobezno. Y no es que precisamente le entusiasme aceptar esa nueva responsabilidad; Logan está demasiado agotado como para interpretar de nuevo al héroe.
“Logan no quiere ayudar. Para nada”, dice Jackman. “No quiere tener nada que ver con el asunto. Hace tiempo que dejó atrás la época de su vida en la que reaccionaba a las súplicas y a los gritos de socorro de la gente. Básicamente, ha llegado a la conclusión de que, generalmente, cuando ayuda, las cosas empeoran. La gente que quiere termina herida; si se acerca demasiado, o si se esfuerza demasiado, acaba habiendo dolor, pérdida y destrucción”.
Encomendados con la tarea de proteger a la chica del delincuente cibernético y asesino Donald Pierce (Boyd Holbrook), Logan y el Profesor X se disponen a cruzar territorio hostil para llevar a Laura hasta un lugar llamado Edén, donde se rumorea que los jóvenes mutantes disfrutan de un refugio seguro. Pero Pierce y su temible ejército de cyborgs, los Reavers, están decididos a devolver a la chica a la custodia del doctor Zander Rice (Richard E. Grant), el siniestro genetista que, en las instalaciones del lago Alkali, desencadenó las mutaciones de Laura a través de una serie de inhumanos experimentos con la esperanza de crear niños súper soldados.
“Es un sociópata que carece de empatía emocional y de cualquier tipo de sentimiento hacia los mutantes que crea”, afirma Grant. “El doctor Zander Rice ve a los seres humanos como objetos para ser clonados. Su mente es muy científica e intelectual a todos los niveles. No se implica emocionalmente en absoluto”.
Al verse comprometidas las extraordinarias capacidades físicas de Lobezno por la edad y el paso del tiempo, la implacable persecución a la que son sometidos los viajeros se cobra un enorme y sangriento precio.
Se dice frecuentemente que una película, a veces, es tan grande como su villano, y Jackman se apresuró a alabar el estilo de Holbrook dando vida al desquiciado Pierce. “Boyd es un actor de extraordinario talento, un artista verdaderamente dotado”, afirma. “Cuando leí el guión, le dije que pensaba que Pierce era uno de los papeles más difíciles de sacar adelante. Los mejores villanos parecen divertirse más que cualquier otro personaje del filme, y Holbrook supo interpretar eso y lo hizo de manera brillante, porque en un instante era capaz de cambiar y ser de repente muy amenazador, además de divertido”.
Pero a quien especialmente el actor dirigió amables palabras fue a su joven compañera de reparto, Dafne Keen, que debuta en la gran pantalla con LOGAN, en una actuación que raya el virtuosismo. “Dafne es una actriz extraordinaria, y ha sido un honor compartir la película con ella”, dice Jackman. “Laura, genéticamente, tiene el ADN de Lobezno, así que hay elementos de él en su personalidad y en su aspecto físico, y eso no es fácil de conseguir. A mí me pareció difícil de lograr cuando tenía 30 años, no digamos en una chica de tan sólo once, además, ella no es así en absoluto. Dafne es muy jovial, vital y enérgica. Interpretar a esta mutante, constantemente irritada y llena de rabia, y que te cortará la cabeza si miras a su costado, no tiene absolutamente nada que ver con cómo es ella, pero lo clavó”.
A Stewart también le impresionó mucho su profesionalidad: “Es una niña que actúa con el peso, la gravedad, la intensidad y la diversidad de una actriz muy experimentada y cosmopolita”, afirma Stewart.
“Al principio, Laura es una chica muy silenciosa”, señala Keen. “No es capaz de expresar la tristeza como cualquier niña normal, por lo que se enfada mucho y empieza a matar a gente. Resulta divertido hacer eso y que al mismo tiempo te encanten las camisetas rosas, los unicornios, el arco iris y ese tipo de cosas”.
Debido a los atributos que comparten, Logan se halla en una posición única para poder ayudar a Laura a aceptar sus sentimientos y canalizar esa apabullante rabia. “Si en el interior de Logan no hubiera habido bondad, se habría convertido en la perfecta máquina de matar puesto que puede perder completamente los estribos”, dice Jackman. “Logan podía acabar con la vida de cualquiera, pero también tenía un gran corazón. Tenía conciencia. Tenía cabeza, y no seguía ciegamente cualquier orden que se le daba”.
Si Logan ejerce como una especie de padre sustituto para Laura, él es como el hijo pródigo de Charles Xavier, quien está luchando contra una debilitante enfermedad que amenaza con perjudicar también a los demás. “Charles es viejo, está enfermo, pero, sobre todo, es peligroso”, dice Stewart sobre su personaje. “Sus poderes están fuera de control y necesitan ser controlados. Está en peligro. Y la persona que se ocupa de él, quien le cuida, le asiste, le vigila, quien discute con él y le ayuda a levantarse cuando se cae es Logan”.
Stewart prosigue: “El aspecto de superhéroe y los poderes mutantes no son aquí el centro de atención tanto como lo eran en las otras películas. El sentido de la gente, de los individuos, de las relaciones, yo creo que todo eso es más fuerte en LOGAN de lo que ha sido antes. James ha creado un mundo que resulta reconocible, familiar y, a su manera, cotidiano, pero envuelto en esa vorágine de miedo, emoción, peligro y necesidad de escapar”.
Al igual que en el caso de Jackman, la interpretación del aclamado actor británico en LOGAN representa la culminación de años de trabajo en pantalla. “Ha disfrutado haciendo este personaje, y eso se nota”, dice Jackman sobre Stewart. “Su interpretación es desgarradora, hermosa, compleja, repleta de ricos matices; a veces, increíblemente lúcida y clara. Se advierte el tipo de relación padre-hijo que hay entre Logan y él con una amplia gama de colores: orgullo, decepción, enfado, frustración. Todo eso tiene lugar en la pantalla”.
Incluso Caliban pertenece también a esta poco convencional familia, y hasta comparte cierto grado de camaradería con el –como es bien sabido– antisocial Logan. “Creí que para mi personaje era importante no ser constantemente el antagonista de Logan”, dice Merchant, “que entre ambos pudiera haber momentos de cierta cordialidad, para, de nuevo, incidir en esa idea de familia sustituta”.
“LOGAN es una película sobre la familia”, señala Mangold. “Es un filme sobre la lealtad y el amor, y concretamente sobre un personaje, Logan, que obstinadamente y durante toda su larga vida ha evitado entregarse íntimamente a otros, pero que finalmente lo hace”.
En LOGAN vemos cómo el desgastado héroe descubre una sorprendente conexión humana, pero, además, la película también ofrece la representación más auténtica de Lobezno, sin ningún filtro, y muestra a Jackman desatando su rabia más frenéticamente que nunca. El filme está clasificado para adultos, algo sin precedentes en la franquicia X-Men. “Puede que Lobezno sea uno de los personajes más oscuros y complejos del universo del cómic; sin embargo, a Jim y a mí únicamente nos preocupaba quitarnos el cinturón de seguridad”, afirma Jackman.
Desde el punto de vista de la realización, Mangold dice que la calificación del filme le dio vía libre para conducir LOGAN en una dirección más madura, explorar la fragilidad humana, la mortalidad y los complejos vínculos que mantienen unidas a las familias. “No quería hacer una película más violenta, más atractiva sexualmente, más explícita o más obscena”, señala Mangold. “Lo que quería era hacer una película para adultos. Esto no es un filme para chavales de nueve años. Cuando tu película ha sido clasificada para adultos, de repente te encuentras haciendo un filme sobre temas mucho más serios. No tienes la presión de hacer una película para todo el mundo”.
No obstante, es indiscutible que el filme está fundamentalmente dirigido a los fans que tiene Lobezno desde hace mucho tiempo, esos que han seguido todas y cada una de las interpretaciones de Jackman a lo largo de los últimos 17 años. De hecho, para Jackman era esencial –puesto que se despedía definitivamente de su dilatado pasado como X-Man– que la pantalla reflejara absolutamente todo en esta aventura mutante, la última suya.
“Hubo un momento en el que asumí el hecho de que ésta era mi última aventura como Lobezno”, dice Jackman. “Me encanta el personaje, y para mí ha sido algo increíble. Mentiría si dijera que estaba conforme con ello si no creyera firmemente que ya se había puesto todo sobre la mesa. Y quiero decir “todo”. Cada día, cada escena era una especie de lucha por obtener lo mejor del personaje, por conseguir lo mejor de mí”. Jackman concluye: “Había un elemento de vida y muerte en la historia; y sé que suena muy dramático, pero ese era el sentimiento”.
SOBRE LA PRODUCCIÓN...
LOGAN fue principalmente rodada en escenarios reales de Nueva Orleans y Nuevo México durante el despiadadamente caluroso verano de 2016. El veterano diseñador de producción François Auduoy, que también dirigió al equipo de diseño en Lobezno inmortal, tuvo la tarea de crear ambientes convincentes y llenos de matices, así como capturar el sentimiento de película definitiva y el espíritu road movie.
“Queríamos producir una auténtica sensación de que en la película estábamos haciendo un largo viaje”, explica Auduoy. “Desde el principio, Jim quería incorporar muchos y diferentes aspectos visuales en el filme: desde el árido desierto en El Paso y México a través de los estados de Nuevo México, Texas y Oklahoma, en Kansas, hasta más allá de las tierras yermas de Dakota del Sur. El verdadero reto era descubrir cómo crear esa variedad en dos estados con tan sólo un puñado de localizaciones”.
Auduoy y su equipo utilizaron cuatro de los Big Easy Stages, estudios ubicados en Nueva Orleans, en las instalaciones de la MAF (Michoud Assembly Facility), propiedad de la NASA, para construir unos enormes sets, incluyendo el escondite en la fundición y un casino de hotel situado en la ciudad de Oklahoma. En algunos casos, la aportación de los actores contribuyó a dar forma a sets concretos; un buen ejemplo, algunas de las ideas de Stephen Merchant sobre la vida doméstica de Caliban fueron incorporadas al diseño del set de la fundición.
“Caliban es el que más cocina y es el único miembro del trío que se dedica a tareas domésticas y vive en la fundición, así que Stephen pidió que añadiéramos algunos pequeños estallidos de color al oscuro, apagado y deteriorado set”, señala Audouy. “Conectamos con alguien que vivía cerca de Juárez, de modo que fuimos a la ciudad y compramos algunas ollas y piezas de cerámica con coloridos diseños mexicanos que incorporamos a la cocina”.
El director de fotografía John Mathieson señala: “Los sets que François construyó eran descarnadamente realistas y muy sucios. Por supuesto, la planta de la fundición tenía que parecer vieja, inutilizada e inhóspita, y como estábamos trabajando en su interior durante todo el día, cuando regresábamos a casa por la noche nos sentíamos realmente asquerosos y mugrientos. Así de reales parecían los sets. Sus diseños no son precisamente simétricos o bonitos”.
Por supuesto, cuando haces una road movie, los vehículos son esenciales, como es el caso de la limosina que Logan conduce, que estaba basada en el modelo Chrysler 300. El coche es la única fuente de ingresos de Logan, su medio para poder cuidar de Charles, así como una pieza clave para que los mutantes puedan escapar. “El auto se convirtió en un personaje más”, explica Audouy.
Nick Pugh, técnico responsable de los vehículos en LOGAN, añade: “Era complicado diseñar un vehículo creado en el futuro pero sólo con unos diez años de antigüedad. Hay tres limosinas, dos están completamente fabricadas y luego hay un coche trucado que tiene la misma apariencia pero en realidad es un coche de carreras Baja, con un recorrido de suspensión de unos 40 centímetros, ya que tiene que poder dar saltos, meterse en zanjas y cruzar el desierto aproximadamente a 80 kilómetros por hora”
Además de las acrobacias de conducción, la película está llena de brutales y sangrientas escenas de lucha que representaron una oportunidad única para Keen en su papel de Laura; la joven actriz se había entrenado en España, cerca de su casa, antes de llegar a Estados Unidos para el rodaje. “Cuando llegó Dafne, estuvimos aproximadamente un mes trabajando con ella”, dice el coordinador de especialistas Garrett Warren. “Teníamos unas garras que le sujetaba a las manos para que viera cómo era la sensación. Le hacía practicar con papel, rasgarlo y romperlo en pedazos. De esa forma, Dafne sabía cómo era realmente llevar las garras puestas a diferencia de, simplemente, blandirlas en el aire”.
La experiencia que Keen tenía en gimnasia y acrobacia aérea la ayudó a dominar la coreografía de las escenas de lucha, y Jackman se quedó absolutamente sorprendido por su joven coprotagonista. “Dafne realizó la mayoría de sus escenas de acción en la película”, señala el actor. “Trabajó muy duro. Y lo que yo llamo trabajo, para ella era pasión. No quería dejar de entrenar en ningún momento. Un día, eché una ojeada y vi que Dafne se había puesto mis garras y estaba rebosante de alegría”.
“Tanto los actores como el equipo fueron como una familia para mí”, dice Keen. “Me sentía muy segura. Siempre estaba más centrada en lo que era mi personaje y su deseo de tener una vida familiar normal, que es por lo que lucha tan desesperadamente”.
Aunque Laura puede que sea una asesina, sigue siendo una niña, un hecho que es más que evidente en su vestuario. “En el caso de Laura, su aspecto al principio es muy sencillo y monótono”, explica el diseñador de vestuario Daniel Orlandi, ganador de un Emmy. “Parece una reclusa que se ha escapado de la cárcel. Después, cuando ya puede escoger su ropa, vemos cómo esta despiadada asesina, que adora la violencia, elige una camiseta con el dibujo de un unicornio y complementos de color rosa. Eso le añade a su personaje una dulce ironía”.
En el caso de los demás personajes principales, las fuentes de inspiración de Orlandi fueron sobre todo los westerns clásicos y el cine negro: “Desde el principio, Jim dijo que no quería que nuestros personajes tuvieran el típico aspecto de superhéroe ni nada muy recargado. En el filme vemos a un indolente Logan llevando una barata chaqueta negra y un par de viejos Levis, lo que conforma su uniforme de conductor. Pero cuando emprende la fuga, el atuendo de Logan cambia a una chaqueta de ante como las del lejano oeste y una camisa de vaquero, todo en colores oscuros y muy sencillo. Logan está huyendo y no quiere llamar la atención”.
Manteniendo el ambiente general del filme, el vestuario se ajusta a los tonos oscuros y apagados. “Hay muy poco color en la película, así que apenas lo utilizamos en los personajes principales”, explica Orlandi. “El único momento en el que vemos color en la película es en los personajes que no pertenecen a su mundo –como los pasajeros que Logan transporta–, donde utilizamos tonos más intensos y cálidos”.
Pero Orlandi también se aseguró de usar el vestuario para subrayar el vínculo que hay entre Logan y Laura, una relación que es el eje fundamental del filme. “Queríamos que Laura optara por llevar algo que a una niña de su edad le gustaría, de ahí la camiseta con unicornio, pero también queríamos que quisiera ponerse una chaqueta vaquera, que es la misma elección de Logan”.
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