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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras haber encarnado a Lobezno en nueve películas durante 17 años, Hugh Hackman se despide de la saga de los X-Men con 'Logan' (2017), la más oscura y sangrienta de las tres, centradas únicamente en su personaje después de 'X-Men Orígenes: Lobezno' (2009) y 'Lobezno inmortal' (2013).
Esta entrega, dirigida por James Mangold, a quien se le deben dos películas tan interesantes como 'Copland' (1997) y 'El tren de las 3:10' (2007), sitúa la acción en el año 2029, con los mutantes prácticamente extinguidos.
Los días de un Logan abatido y alcoholizado transcurren en un sucio refugio en un remoto rincón en la frontera con México hasta que irrumpe en su vida una misteriosa niña de 11 años con sorprendentes poderes y una extraordinaria destreza a la hora de luchar para defenderse de los que la persiguen para atraparla.
Logan comienza siendo chófer de limusina, no desea que le compliquen la vida, ni pelearse con nadie y a partir de ahí se inicia una historia apocalíptica en la que se incluye una parábola política que, casualmente, resulta muy actual, ya que intentan llegar a Canadá donde les tratan mejor y no los persiguen, ya que en Estados Unidos los matan para exterminarlos.
Es una especie de mezcla entre road movie y western crepuscular que nos presenta el final de ese mundo en el que Logan trata de llegar a otro país y ayudar a aquellos a los que quiere, en una historia más íntima y cruda, alejada de grandes alardes de efectos especiales en la que las escenas de acción son una continuación de las emociones de los personajes, de sus debilidades y sus miedos, en un film que se aparta de lo que hemos hallado hasta ahora en esta serie.
El guion descarta algunos elementos que se hallaban en el comic, pero la esencia del personaje está ahí, íntegra, constituido en un tipo fuerte y solitario, desmemoriado, capaz de rápidamente autocurarse las heridas de cualquier manera y equipado de sus habituales garras de adamantium, un duro metal.
Hugh Jackman fue uno de los puntos fuertes del personaje y repetiría en sus dos secuelas en un papel que cada vez se hacía más protagónico.
Tras el desastroso resultado de 'X-Men orígenes: Lobezno' (2009) provoca que el estudio cancele las producciones individuales del personaje que tenía previstos. Pero 'Lobezno inmortal' (2013) supone el regreso y lo toma esta vez James Mangold como director, que le da un nuevo aire fresco a la saga y una nueva vitalidad.
Para Hugh Jackman esta será la última vez que haga de Logan, en la que protege a Laura una niña en un futuro en el que ya no nacen más mutantes y esta puede ser la última de esa especie.
Los poderes curativos de Logan se van apagando poco a poco y además de a Laura tiene a su cuidado al Profesor Charles Xavier, la única persona que lo quiso de verdad, que está grave, cuya mente sufre una enfermedad neurológica con ataques y convulsiones cada vez más frecuentes.
La cinta tiene un lectura política de muros y cierre de fronteras, que es una simple coincidencia con la actualidad, aunque no sea en la misma dirección.
Logan presenta un mundo terrible y sin esperanza, cargado de mucha violencia.
Es algo larga, pero ciertamente no se nota, ya que su narración transcurre como la seda, en la que se nos presenta a un Lobezno decadente y oscuro, y en la que se introduce un claro homenaje a la película 'Raíces profundas' (1952), de George Stevens, con la inclusión de algunas de sus imágenes más emblemáticas y la frase "puedes decirle a tu mamá que ya no queda ningún revólver en el valle".
El final es acorde con su carismático personaje.
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