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SINOPSIS
Durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de niños junto a una profesora, son evacuados de la ciudad de Londres y enviados a un caserón viejo y aislado en la campiña. Nada más llegar los niños, comienzan a comportarse de forma extraña, lo que hace que la profesora en compañía de un militar, investiguen y se encuentren con que una fuerza oscura del más allá ha despertado. Ahora tendrán que enfrentarse a sus propios demonios si quieren sobrevivir...
INTÉRPRETES
HELEN McCRORY, JEREMY IRVINE, PHOEBE FOX, NED DENNEHY, ADRIAN RAWLINS, LEANNE BEST, OAKLEE PENDERGAST, LEILAH DE MEZA, AMELIA PIDGEON, HAYLEY JOANNE BACON, RICHARD BANKS
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“La mujer de negro” ya era un libro superventas y una obra de teatro que había batido récords cuando se convirtió en una película en 2012. Simon Oakes, consejero delegado y presidente de Hammer, declara: “Para Hammer, ‘La mujer de negro’ supuso una emocionante posibilidad, porque nos interesaba explorar distintos tipos de terror y vimos en ella una excelente oportunidad de combinar en la gran pantalla la historia gótica de fantasmas de Susan Hill con una sensibilidad moderna”. Hammer es famoso por ofrecer terror de calidad y “La mujer de negro” fue su primera historia de fantasmas para la gran pantalla. Fundado originalmente en 1934, el legendario estudio cinematográfico británico de terror ha ofrecido una larga serie de películas de enorme éxito a lo largo de los años, entre las que figuran “Drácula” o “Frankenstein creó a la mujer’. “La mujer de negro” era un clásico relato de fantasmas escrito por Susan Hill, ambientado a finales del siglo XIX y protagonizado por Daniel Radcliffe, que trataba sobre un abogado llamado Arthur Kipps y sus aterradoras experiencias en la mansión encantada de Eel Marsh. La historia se adaptó a la perfección a la gran pantalla y consiguió recaudar unos impresionantes 127 millones de dólares en todo el mundo. Oakes agrega: “Estábamos encantados con el éxito del filme, pero siempre habíamos visto ‘La mujer de negro’ como más que una sola película y, ya antes de su estreno, le había planteado a Susan la posibilidad de continuar la historia”. Dos meses después, Susan le presentó una idea que retoma el relato más de 40 años después, durante la Segunda Guerra Mundial. Así pues, decidieron reclutar para desarrollar esa deliciosa idea al guionista Jon Croker, que ya había trabajado anteriormente como editor de historias en “La mujer de negro”, cuando aún estaba en el UK Film Council. “Había leído el libro de adolescente, estaba muy familiarizado con la obra de teatro y era un gran fan de la obra de Susan y de ese mundo en particular”, explica. Desde el principio, la idea siempre fue que ‘La mujer de negro: El ángel de la muerte’ contara con una protagonista femenina, lo que suponía una enorme diferencia con respecto a la historia original, que tenía un protagonista masculino. “Con una protagonista femenina, encajaba más con las tradiciones de este tipo de película, si piensas en ‘Suspense’, ‘Los otros’, ‘El orfanato’ o ‘La semilla del diablo’”, asegura el productor Ben Holden.” Tobin Armbrust dice: “Pasamos mucho tiempo hablando sobre la mitología y la mecánica de la propia mujer de negro. En la primera película, es más reservada, más majestuosa en su forma de moverse. En este guión, queríamos ampliar su capacidad de movimiento, para permitir que fuera más rápida, tocara cosas, se arrastrara. En general, Tom y Jon han sabido aprovecharlo para conseguir un efecto estupendo”. Oakes, Holden, Jackson y Armbrust colaboraron con Croker en sus primeros borradores, hasta que llegó el momento de contar con un director. Tom Harper era una elección clara y muy apropiada. Oakes lo compara con James Watkins, que dirigió en 2012 “La mujer de negro”: “Creo que, al igual que Watkins, es tremendamente inteligente y sabe perfectamente lo que quiere. Lo último que necesitas es un director que no esté muy seguro de sí mismo”.
Tras fichar al director de fotografía George Steel, con el que ya había trabajado en “Peaky Blinders”, Tom Harper tenía sumo interés por emular la atmósfera que evocaba la novela original de Susan Hill. “El paisaje y la geografía de la historia son muy importantes en cuanto a la isla en la que se encuentra la casa Eel Marsh. La marea los deja aislados y se encuentran al borde mismo del país. Y ese entorno resulta tan visceral, contribuye en tal medida a transmitir esa sensación inquietante, que me interesaba mucho centrarme en eso y asegurarme de que no se perdiera”. Aunque este larrgometraje regresa a la casa Eel Marsh, escenario de la primera película, el equipo de rodaje aprovechó la oportunidad para ampliar las localizaciones empleadas en la entrega original de James Watkins de 2012. “ “Tom identificó muy pronto el aspecto que quería que tuviera el paisaje. Quería que fuera ligeramente distinto en cierto modo al de la primera entrega, porque ha permanecido en letargo, tanto el pueblo como la casa, durante algo más de cuarenta años. Eso nos dio algo de margen para reinventar el entorno”, dice Holden. Los exteriores originales de la casa Eel Marsh se filmaron en Cotterstock Home, cerca de Oundle, una población con mercado de Northamptonshire. Harper se planteó por un tiempo volver allí, pero el edificio, que es una residencia privada, está tan cuidado que los ángulos de cámara posibles estaban limitados. En un primer momento, el equipo de producción se dedicó a buscar edificios junto al mar. “Muchas de las casas que encontramos estaban al norte, en el mismo extremo, fuera de nuestro alcance. Así que empezamos a pensar que tendríamos o bien que construir parte de la casa y crear el resto por infografía o volver a la mansión original”. Entonces, Harper y su equipo se toparon con Nocton Hall, en Lincolnshire, que en sus tiempos fue un hospital militar. Irónico, dado que una de las primeras ideas de Hill antes de “reabrir” la casa Eel Marsh como escuela para evacuados fue reconvertirla en un refugio para los heridos que aún pueden caminar por sí mismos. El equipo también volvió a Osea Island, cerca de Maldon, en Essex, para filmar las escenas de la carretera de las Nueve Vidas, que conduce hasta la remota casa Eel Marsh. “Esta vez pasamos más tiempo allí y filmamos en distintas partes de la zona para conseguir esa sensación de desolación y cielo interminable”, explica Holden. Al contar con la diseñadora de producción Jacqueline Abrahams, Holden estima que los espectadores seguirán sintiéndose plenamente inmersos en el mundo creado por el primer filme. “Hemos recuperado diversos elementos de atrezo”, comenta. Como la película se rodó entre noviembre y diciembre de 2013, a temperaturas bajo cero, Irvine reconoce que le sorprendió el esfuerzo que le costó actuar como que estaba asustado.
A lo largo del rodaje y más allá, al equipo le preocupaba como es lógico que ‘La mujer de negro: El Ángel de la muerte’ ofreciera algo nuevo a los fans del libro original, la obra de teatro y la película. “Pretendíamos ofrecer al público más acción y más terror, sin perder por ello la contención que exige el suspense”, aporta Harper. Armbrust agrega: “La mujer de negro lleva un tiempo inactiva. A la hora de desarrollar la mitología, hablamos de ella como depredador (los niños son, en esencia, su presa), pero también como cazador inteligente”. Es inevitable que, con “La mujer de negro” en el título, la película se vea como una secuela. Aun así, no cuenta con ningún personaje de la original, sino que, más bien, como señala McCrory: “No es una secuela, la casa y la propia mujer de negro es lo que une ambas historias, pero nadie de esta historia conoce la otra. Son películas completamente distintas. También tiene un tono muy distinto. Y todo el diseño es igualmente muy diferente. No es gótico. Es mucho más naturalista”. Sin duda, el filme juega con la idea de que cada personaje carga con un dolor emocional que debe asumir, de forma similar a cómo Kipps lloraba la muerte de su mujer Oakes asegura que “no es posible evitar el hecho de que esta película se perciba como una secuela, pero nos interesa mucho que los espectadores vean esta cinta como un filme independiente por derecho propio”.