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EL RODAJE Y LA PRODUCCIÓN...
Filmada durante siete semanas en localizaciones de Guipúzcoa y Álava, y protagonizada por Blanca Portillo y Luis Tosar, la cinta se inspira en hechos reales y cuenta la historia de Maixabel Lasa, viuda del político vasco asesinado por ETA, Juan María Jaúregui, y una de las primeras víctimas en acceder a entrevistarse en la cárcel con las personas que mataron a su marido, en el marco de los encuentros restaurativos impulsados en 2011 desde la llamada ‘Vía Nanclares’.
Escrita por la guionista Isa Campo (“Entre dos aguas”, 2018) e Icíar Bollaín, "Maixabel" cuenta con un elenco encabezado por Luis Tosar (ganador de tres premios Goya, uno de ellos por “Te doy mis ojos”, 2003, de Bollaín, con quien también ha trabajado en “Flores de otro mundo”, 1999 y “También la lluvia”, 2011) y Blanca Portillo (“Invisibles”, 2019; “Volver”, 2006, Premio a la Mejor actriz en el Festival de Cannes). Les acompañan María Cerezuela (“Inolvidables”, 2021; “Útero 26”, 2019) y Urko Olazabal (“Víctima número 8”, 2018; “Errementari”, 2018).
La banda sonora de Maixabel está a cargo de Alberto Iglesias, ganador de once premios Goya y tres veces nominado al Oscar. Javier Agirre (premio Goya en 2017 por “Handia”) es el director de fotografía. Mikel Serrano (premio Goya por “Akelarre” y por “Handia”) es el director de arte. Alazne Ameztoy (premio Goya en 2020 “La trinchera infinita”) es la responsable del sonido. Clara Bilbao, ganadora de 3 Premios Goya, se encarga del vestuario. Karmele Soler (premio Goya en 2012 por “La piel que habito”) es la jefa de maquillaje, y Sergio Pérez (“Patria”, 2020) es el jefe de peluquería. Nacho Ruiz Capillas (premio Goya en 2004 por “Los Otros”) se ocupa del montaje.
NOTAS DE LA DIRECTORA...
"Maixabel Lasa se ha convertido en un referente en el camino que hoy transita el País Vasco hacia la convivencia. Su trabajo como directora de la Oficina para las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco es muy conocido, pero su implicación personal en los Encuentros Restaurativos de 2011 no tanto.
Hay algo profundamente humano en lo que hace Maixabel: encararse con los hombres que mataron a su marido para hacerles saber el dolor sufrido, para pedir respuestas a las preguntas que solo ellos pueden contestar, para escucharles decir que lamentan profundamente el dolor causado y valorar si hay sinceridad en esas palabras.
Por el otro lado, estos dos hombres han hecho un largo y difícil viaje: han dejado atrás las justificaciones que un día les empujaron a empuñar una pistola para quedarse a solas, cara a cara, con lo que han hecho. Son tres vidas unidas un día por el horror. Tres caminos que se cruzan. Cada uno hará un viaje distinto hacia el mismo lugar: la esperanza y la reparación, en un encuentro frente a frente en el que pasan por la rabia, la angustia, la vergüenza, y el miedo, pero también por la gratitud y por la esperanza de plantar algo mínimamente bueno dentro de tanto horror.
La película aborda a través de estos personajes las consecuencias y el coste humano que tiene la violencia, sobre todo para quien la sufre, pero también para quien la ejerce y para toda la sociedad que la alberga.
Con “Maixabel” hemos querido contar esta historia de nuestro pasado reciente con emoción, sinceridad y, sobre todo, mucho respeto por sus protagonistas”.
DECLARACIONES DE LA DIRECTORA ANTE EL RODAJE...
"Maixabel Lasa se ha convertido en un referente en el camino que hoy transita el País Vasco hacia la convivencia. Su trabajo como Directora de la Oficina para las Victimas del Terrorismo del Gobierno Vasco es muy conocido, pero su implicación personal en los Encuentros Restaurativos de 2011 no tanto.
Hay algo profundamente humano en lo que hace Maixabel: Encararse con los asesinos de su marido para hacerles saber el dolor sufrido, para pedir respuestas a las preguntas que solo ellos pueden contestar, para escucharles decir que lamentan profundamente el dolor causado y valorar si hay sinceridad en esas palabras. Son tres vidas unidas un día por el horror. Tres caminos que se cruzan. Cada uno hará un viaje distinto hacia el mismo lugar: la esperanza y la reparación, en un encuentro frente a frente en el que pasan por la rabia, la angustia, la vergüenza, y el miedo, pero también por la euforia, por la gratitud y por la esperanza de plantar algo mínimamente bueno dentro de tanto horror.
Me gustaría contar esta historia de nuestro pasado reciente, con emoción, sinceridad y sobre todo, mucho respeto por sus protagonistas”