INFORMACIÓN EXCLUSIVA
NOTAS DEL DIRECTOR...
Gente sin fronteras, ese es probablemente el leitmotiv de mi película. Diferentes nacionalidades, creencias religiosas que se oponen, enemigos que se convierten en amigos. Personas que gradualmente se van dando cuenta que no es necesario ser enemigos. Esta película debería mostrar al público que en todo el mundo las personas somos parecidas, que tenemos valores humanos comunes. En las guerras desencadenadas por políticos irresponsables, la gente ordinaria que ama la vida acaba muriendo. La muerte de una persona es la muerte de un mundo único pero para los políticos tan solo es una cuestión de estadística. Las fronteras dividen a la gente de manera artificial. Esta película debería ser un intento de destruir los límites artificiales. Los héroes que recientemente, por alguna razón, eran enemigos, derribarán esas fronteras artificiales. Serán capaces de perdonar, ayudar y protegerse unos a otros, incluso protegerse de su misma gente y llegando a pagar hasta con sus propias vidas.
ENTREVISTA AL DIRECTOR...
Su última película “Mandarinas” toca el tema de la guerra de Abjasia en 1992-1993. Aunque la película se refiere a acontecimientos ocurridos veinte años atrás, da la impresión de que es un tema latente incluso en la actualidad...
.- Por supuesto. Sigue siendo algo muy de actualidad en Georgia. El sistemático cambio de fronteras causa fuertes reacciones entre los ciudadanos georgianos. Y, siendo ciudadano de un país pequeño, no me puedo quedar parado observando estos intentos de despojarnos de nuestro territorio. Sin embargo, mi película no debería percibirse como un modo de comprometerse con las luchas políticas internas entre estados. Esta película es, sobre todo, una historia sobre personas que se encuentran en una situación que escapa a su control y les obliga a renunciar a su naturaleza humana.
Mientras esta película cuenta la historia del típico conflicto caucásico, usted, sorprendentemente, eligió un protagonista estonio ¿Por qué?...
.- En primer lugar, deberíamos decir que Ivo no debería ser visto como la personificación del típico estonio. Es un hombre que tiene profundas raíces en Abjasia: nació allí y su familia ha vivido allí durante más de 100 años. En particular, esto explica su decisión de no abandonar Estonia a pesar de la guerra. Es un hombre de una cierta edad muy arraigado a su tierra.
Esta moralidad empuja a Ivo a dar cobijo a dos soldados heridos, uno georgiano y otro checheno...
.- Ivo es muy humano. Tiene todas las características que distinguen a los humanos de los animales (indulgencia, deseo de perdonar y comprender, tolerancia, sensibilidad y empatía, etc). No es envidioso y conserva su mente abierta a pesar de todas las circunstancias que les rodean. De esto básicamente trata la película: de la humanidad. Podemos de una manera sencilla olvidar, negar o incluso permitir a otras personas que nos manipulen. Fácilmente olvidamos que somos humanos. Podemos ser de diferentes orígenes, de diferentes estados, de diferentes creencias pero todos somos humanos. Este es el mensaje de la película que deberíamos recordar: lo más importante es seguir siendo humanos.
Ivo continuamente se refiere a sus “enemigos tutelados” con ironía pero también con cierto reproche en su tono. Usted ha creado la imagen de una comunidad humana pero especialmente me ha impresionado otra de las escenas en las que unos soldados rusos se convierten en una amenaza real para todos los personajes de la película. Incluso queriendo dejar de lado la política en la película nos damos cuenta que no siempre funciona...
.- Pero la película no dice directamente quienes son estos soldados. Al final, esa escena que mencionas básicamente revela la locura de la guerra y su brutal irregularidad. El oficial borracho que aparece podría pertenecer a cualquiera de los dos lados del conflicto. Insisto una vez más en que estoy intentando evitar la política. Quiero mostrar, antes que nada, un valor que en un conflicto, con frecuencia, se pasa por encima: el valor de la humanidad.
¿Cómo ha recibido el público en Georgia la película?...
.- Muy bien y eso me hace muy feliz. Tras la premiere tuvimos una ovación en pie de casi 15 minutos. Esta reacción fue una increíble sorpresa para mí y también motivo de orgullo. Los premios en la 29 Edición del Festival de Cine de Varsovia demostró que hemos sido capaces de crear algo universal.
Esta es la primera coproducción estonia-georgiana. Como dirigente del Centro Cinematográfico Nacional de Georgia, sería razonable preguntarte si esta película podría ser hecha sin el apoyo de otros países ¿Cuál es la situación actual de la cinematografía en tu país?...
.- Hay que tener en cuenta también que, Mandarinas, fue respaldada por el Ministerio de Cultura de Georgia, aunque las contribuciones financieras por parte de Estonia fueron más importantes. El dinero es el principal problema para nuestra cinematografía. En los últimos años hemos conseguido crear un mecanismo para apoyar el cine nacional, que funciona bastante bien pero continúa luchando con temas de financiación. El año pasado, por ejemplo, el Estado aportó solamente dos millones de euros para todo el sector cinematográfico. Es una suma increíblemente pequeña y los cineastas georgianos estamos continuamente dándonos de bruces con el reto de encontrar dinero para uestros proyectos. Sin embargo, esto no niega el hecho de que estamos de alguna manera avanzando y que se van viendo auténticos signos de mejora.