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SINOPSIS
Charlie Mortdecai es un granuja, de profesión marchante de arte, al que le pisan los talones el Mi5, su esposa, un terrorista y un grupo de rusos bastante enfadados con él. Atabiado con su particular elegancia y encanto, intentará recuperar una pintura robada, que según parece, lleva inscrita el código de un banco donde se encuentra el oro nazi...
INTÉRPRETES
JOHNNY DEPP, GWYNETH PALTROW, AUBREY PLAZA, OLIVIA MUNN, EWAN McGREGOR, PAUL BETTANY, JEFF GOLDBLUM, OLIVER PLATT, ULRICH THOMSEN, ALEC UTGOFF, MICHAEL BYRNE
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Charlie Mortdecai, basado en el carismático antihéroe de la popular trilogía de Kyril Bonfiglioli, es un vividor profesional y marchante de arte ocasional que se encuentra permanentemente al borde de la ruina.
Las novelas protagonizadas por Charlie y su criado Jock Strapp, con un estilo y un tono animados, satíricos y absolutamente británicos, se comparan a menudo con las historias de Jeeves y Wooster, las disparatadas creaciones de P. G. Wodehouse. Depp ya había leído las novelas de Bonfiglioli y había quedado entusiasmado con ellas cuando llegó a sus manos el guión. “Las leí hace años y me reí a carcajadas con ellas”, recuerda Depp. “Son irreverentes y disparatadas de una forma que me pareció que podría trasladarse bien a la gran pantalla”.
El actor pidió a su amigo y compañero de profesión David Koepp que echara un vistazo al proyecto con vistas a dirigirlo. “No me cansaré de alabar a David Koepp”, asegura Depp.
Koepp, prolífico y director, comenta sobre la trilogía de ‘Mortdecai’: “Leí los libros y el personaje me dejó una enorme impresión, parecía tener vida propia. No podía imaginarme a nadie más que a Johnny interpretando a Charlie desde el momento en que lo leí. Johnny tiene un gran talento para interpretar a ese tipo de canallas, esa clase de personaje cobarde pero adorable. Parece haberlo patentado a lo largo de los últimos 15 o 20 años”.
El guión que Depp le pasó a Koepp estaba escrito por Eric Aronson, un guionista que en su opinión entendió claramente el enrarecido mundo de Charlie Mortdecai y compartía con el actor su afecto por el personaje. “La verdad es que el propio Eric me lo entregó como muestra de su trabajo”, explica Depp.
Aronson descubrió inicialmente la trilogía de ‘Mortdecai’ en una librería cercana a la turística Plaza de Trafalgar de Londres, mientras trabajaba para el gobierno británico. “En la parte posterior de la sobrecubierta, se describía como un cruce entre P.G. Wodehouse y Raymond Chandler”, recuerda. “En ese momento, se me encendió una bombilla”.
‘Mortdecai ‘es una película llena de gente guapa elegantemente vestida, que mantienen unos diálogos cargados de ingenio y se ven metidos en situaciones disparatadas. “Quieres una trama lo suficientemente compleja como para que el golpe mantenga el interés, pero no tan complicada como para interferir con la comedia maravillosamente divertida”, afirma Koepp.
“El bigote es un personaje principal de la película”, afirma el diseñador de maquillaje ganador del Óscar Joel Harlow, encargado personal del maquillaje de Johnny Depp desde que colaboraran por primera vez en “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra”. “Tenía su propia caravana y viajaba con su séquito.”
El cuidado vello facial era uno de los elementos esenciales del excéntrico aspecto de aristócrata inglés de Charlie Mortdecai. Se inspiró en “The Great Mortdecai Moustache Mystery”, el cuarto libro inacabado de Bonfiglioli, que Craig Brown se encargó de terminar y se publicó a título póstumo. “El bigote de Mortdecai es un elemento central de la película”, aporta Harlow. “Es causa de discusiones entre Charlie y su mujer. Mortdecai se siente muy orgulloso de él y es motivo de rivalidades con otros personajes”.
Con una infinidad de estilos entre los que elegir, desde un enorme bigote a lo Dalí a un bigote lápiz apenas perceptible, Harlow y Depp centraron su atención en un tipo que encajaba a la perfección con Charlie Mortdecai. “Tiene una cierta influencia de Hércules Poirot, porque es un poco más grueso por el centro y tiene una pequeña floritura por el lado. Está muy cuidado y arreglado, que es lo que encaja con el personaje. [Mortdecai] Es muy elegante, así que la verdad es que no me lo puedo imaginar con ningún otro estilo de bigote”.
Depp tenía ideas muy concretas sobre el bigote. “Johnny hizo un pequeño boceto del estilo que tenía en mente en una servilleta”, recuerda Harlow. “Se lo llevé a mi diseñadora de peluquería y ella se encargó de asociar los bigotes con sus respectivos colores de pelo. Creamos tres bigotes del mismo estilo pero de diferentes colores. Uno de ellos era más rubio y ese fue el que acabó eligiendo, ya que encajaba con el color de pelo por el que se había decidido”.
Una vez decidido el color y el estilo, Harlow procedió a encargar unas 30 versiones del bigote con ligeras variaciones. “Algunos sirven de dobles, porque los bigotes sufren cierto desgaste en una película de acción”, explica el diseñador de maquillaje. “Mortdecai se lo cepilla mucho, lo que tiende a arrancar los pelos. Le dan un par de puñetazos, así que le llegará sangre al bigote, lo que mancha la base a la que está fijado”.
La aplicación y el mantenimiento del bigote de ‘Mortdecai’ era un proceso muy delicado que empezaba temprano cada mañana, cuando Harlow daba varias capas de cola de maquillaje mate. A lo largo del día, tenía que volver a darle cola por los bordes. A lo largo del rodaje, hubo que usar uno o dos bigotes cada semana.
A Depp también le gustaba la idea de tener un hueco entre los dientes, así que Harlow encargó una dentadura postiza con diastema. “A David Koepp le pareció que podía resultar demasiado caricaturesco, así que optamos por pintarlo”.
La capacidad camaleónica de Depp para transformarse sirvió para convencer a más de uno durante el rodaje de que el actor llevaba prostéticos faciales, pero Harlow asegura que no era así. “Al añadirle el bigote cambia tanto su aspecto, que la verdad es que no necesitábamos hacer nada más”.
Al diseñador de producción James Merifield, ganador del premio Emmy, le atrajo lo que vio como un aire muy retro en el estilo de escritura de ‘Mortdecai’. “Era algo que quería que se tradujera en el diseño”, recuerda. “Debíamos recordar al estilo de las películas de las décadas de 1940 y 1950. Cuando quedó claro que el director David Koepp opinaba igual, diseñamos la Mansión Mortdecai con un buen número de referencias a esa época”.
Merifield comenta que aborda sus diseños a través de los personajes y en ‘Mortdecai’ encontró una fuente de abundante inspiración. “Los personajes cobran vida propia con entusiasmo, alegría y humor”, opina.
Wrotham Park, en la campiña inglesa, se convirtió en la Mansión Mortdecai, la ficticia finca inglesa de campo en la que viven Charlie y Johanna. “La Mansión Mortdecai tenía que ser un lugar físico real, en lugar de un plató en un estudio, para que transmitiera la sensación adecuada, y para los actores”, comenta Merifield. “Es crucial que se bajen del Rolls Royce, crucen la amplia entrada, suban los palaciegos peldaños, atraviesen una enorme puerta principal y suban por una escalera asombrosa. De esa forma, se ven inmersos en el personaje desde el momento en que pisan el set”.
Las necesidades técnicas de determinadas escenas exigieron a Merifield construir también ciertos interiores en los Estudios Pinewood. Aunque el equipo de rodaje se trasladó del Reino Unido a Los Ángeles para filmar determinados exteriores clave del Standard Hotel, los interiores del moderno hotel de West Hollywood se rodaron en el plató D de Pinewood. “Las habitaciones del Standard son bastante pequeñas”, aporta. “Creamos paredes que se pudieran desplazar y dejaran mayor espacio de trabajo en el que filmar las escenas con mayor eficacia”.
Uno de los decorados más grandes construidos en plató fue el de Sedgwick’s, una casa de subastas de arte estilo Sotheby’s. El equipo de rodaje no sólo tenía que hacer hueco a un montón de extras, sino que la acción va pasando de la sala principal de subastas a una zona más pequeña de almacenaje e incluye un épico duelo a espada entre Mortdecai y Emil. “Era una de nuestras secuencias de acción más importantes”, recuerda Merifield. “Teníamos espadas y trajes de samurái que recibían tajos, cajas que caían sobre la gente, así que necesitábamos crear un entorno en el que pudiera suceder todo eso de forma cómoda y segura”.
El icónico cuadro de Goya tan esencial para la trama de la película se creó específicamente para la película. “Usamos como referencia muchas obras reales de Goya para crear la nuestra propia”, comenta el diseñador de producción. “Dimos total libertad artística a una pintora extraordinaria llamada Sally Dray para que la creara. Pintó dos, porque necesitábamos tenerlo todo por duplicado por si acaso uno de ellos sufría daños durante el rodaje”.
Como la mayoría de los mejores diseñadores de vestuario, la ganadora del Óscar en dos ocasiones Ruth Myers se describe a sí misma como una narradora de historias. “La parte del diseño es sencilla”, asegura. “Estamos acostumbrados a vestir a las mujeres para que queden preciosas y a los hombres para que queden estupendos. La parte difícil es resolver cómo desvelar sutilmente pequeños secretos que aporten matices al personaje y doten de mayor profundidad a la película”.
‘Mortdecai’ ha sido para Myers un “trabajo fabuloso”. Para crear el aspecto excéntricamente aristocrático de Charlie, colaboró con el director, el actor y los productores. “David Koepp y yo estábamos en completa sintonía”, observa. “Ambos queríamos que tuviera un aspecto precioso en un sentido tradicional, que recordara a las antiguas películas de Hitchcock o las de la ‘Pantera Rosa’. Si te paras a pensar en las películas de la ‘Pantera Rosa’, la gente estaba maravillosamente vestida. El vestuario en sí no era para nada cómico, que es precisamente la esencia de lo que he tratado de crear. David me animó en todo momento. Es un director maravilloso, increíblemente previsor, atento y generoso con sus ideas, lo que supone una enorme diferencia en un trabajo como el mío”.
Rowley Irlam es uno de los coordinadores de especialistas y directores de segunda unidad más ocupados del Reino Unido, que ha coordinado o intervenido en algunas de las películas de acción recientes más importantes rodadas en el país.
Aunque ‘Mortdecai ‘es una comedia, está llena de secuencias de acción, ya que Jock se encuentra sacando constantemente a Charlie de los percances más disparatados. Irlam tuvo que coordinar una secuencia con una moto con sidecar circulando a toda velocidad por Moscú, un inolvidable duelo a espada y una enorme secuencia con una explosión en la que intervenían prácticamente todos los miembros principales del reparto.
“También rodamos una gran persecución en coche por el este de Londres”, agrega Irlam. “Había muchos derrapes y acabamos estrellándonos en un bulevar. Hicimos una carambola con el extremo posterior para ese final cómico”.
Irlam y el director Koepp tenían una estrategia muy concreta para la acción del filme. “Esta película gira fundamentalmente en torno a los actores”, plantea. “La veo un poco como un homenaje a Buster Keaton y Charlie Chaplin. Mi trabajo no se limitaba simplemente a la acción. Había que hacer que todo resultara estrafalario, interesante y diferente”.
Una de las secuencias de acción más complicadas para Irlam y su equipo fue el elaborado duelo a espada entre Mortdecai y Emil. Koepp, Depp e Irlam hablaron de encontrar un equilibrio adecuado entre un combate realista y la conocida cobardía e ineptitud física de Mortdecai. “Mortdecai es un embaucador, así que David y Johnny no querían que pareciera demasiado diestro”, comenta Irlam. “Se trataba más bien de mostrar su deseo de evitar el enfrentamiento y huir”.
“Hicimos venir a Johnny Depp y Jonny Pasvolsky para ensayar el duelo a espada y cómo los íbamos a suspender de cables”, prosigue. “Primero les mostramos con unos dobles cómo se desarrollaría la escena, para que luego lo intentaran ellos y le dieran su toque personal. No puedes presentarte en su caravana, soltarles un arnés sin más y decirles ‘poneos esto, ¡nos vemos en el set!’”.