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SINOPSIS
Shredder ha escapado de la cárcel y se alía junto a un científico y dos secuaces para intentar conquistar el mundo. Al tiempo las Tortugas están listas para enfrentarse a estos pero les aguarda una sorpresa, ya que además tendrán que hacer frente al maligno General Krang...
INTÉRPRETES
MEGAN FOX, ALAN RITCHSON, STEPHEN AMELL, LAURA LINNEY, WILLIAM FICHTNER, ALESSANDRA AMBROSIO, BRIAN TEE, WILL ARNETT, NOEL FISHER, TYLER PERRY, JOHNNY KNOXVILE, TONY SHALHOUB, JEREMY HOWARD
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PREMIERE
SECUELAS:
Tortugas Ninja (1990)
Tortugas Ninja 2: El secreto de los mocos verdes (1991)
Tortugas Ninja III (1993)
Tortugas Ninja jóvenes mutantes (2007)
Ninja Turtles (2014)
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
“Nuestra historia comienza en el momento en el que concluye la primera película... tanto en la vida real como en la ficción cinematográfica”, afirma el productor Andrew Form. “En la noche del estreno de Tortugas Ninja en 2014 nos dijeron que Paramount había dado luz verde al rodaje de una secuela. Fue un sueño hecho realidad.”
Los cineastas eran conscientes de que en la segunda película tendrían que elevar la apuesta, de la destrucción localizada de la ciudad de Nueva York a la aniquilación de todo el mundo, a la vez que abrían la saga a personajes favoritos del público que todavía no habían aparecido en la película cinematográfica.
“Cuando trabajas con una franquicia que tiene tanta historia detrás de sí, tienes muchos recursos a los que recurrir”, continúa Form. “Pero, por otra parte, no te interesa volver a contar las mismas historias que ya se han contado. No nos interesa que la saga se convierta en una rutina.”
“Hemos escuchado a los aficionados”, subraya el socio y productor Brad Fuller, “y nos han dicho muchas cosas. Después de la primera película nos indicaron en términos inequívocos qué esperaban de una segunda película... y resultó que estuvimos de acuerdo en lo que nos dijeron. Querían ver ciertos personajes y elementos narrativos que habíamos intentado incorporar a la primera película, pero que no pudimos abordar adecuadamente, por lo que en esta ocasión nos marcamos el objetivo prioritario de incluirlos. Es la primera vez que vamos a ver a Baxter Stockman, Krang, Bebop y Rocksteady en una película; ayudar a dar vida a esos personajes ha sido muy emocionante.”
Los productores seleccionaron al director Dave Green, de 32 años de edad, y un auténtico fanático de las Tortugas Ninja, para que se pusiera al timón de la secuela. Green recurrió a su enciclopédico conocimiento del universo Tortuga para orientar la historia y repartir por la película sutiles referencias y guiños para otros fanáticos de la serie.
“Hay muchas generaciones de seguidores que sienten devoción por las Tortugas”, dice Green. “Parte del atractivo de dirigir esta película ha sido que me ha dado la oportunidad de cuidar los pequeños detalles, los elementos del universo Tortuga que tanto gustan a la gente. Recorrimos todos los cómics e historietas, y vimos todas las películas originales para descubrir el folclore Tortuga que se ha ido creando en cada instancia. Hay elementos del plató, del atrezo, la vestimenta e incluso las poses de los personajes que hemos tomado prestados del acervo Tortuguesco. En esta película hay cosas todo el mundo,” afirma.
“Es un argumento que está más centrado en las Tortugas”, prosigue Green. “En la película se dedica más tiempo a conocer personalmente a las Tortugas, profundizando en las relaciones que mantienen unos con otros, pero la película sigue girando en torno al poder de la familia y a lo que la familia puede lograr si se mantiene unida y colabora. Cuando la familia se rompe, no consiguen resultados tan positivos como cuando son un equipo.”
“Dave daba gran importancia a los personajes y a la relación entre los hermanos”, explica Fuller. “Teníamos la sensación de que si conseguíamos que ese aspecto de la película funcionase, todo lo demás encajaría por sí solo.”
“Todos los adolescentes atraviesan una etapa en la que les gustaría ser algo diferente de lo que son”, dice Green. “Simultáneamente, aprenden a aceptarse, que es la esencia argumental emocional de esta película. Si tuviesen la oportunidad, ¿querrían las Tortugas convertirse en algo diferente, o se mantendrían fieles a lo que son? Somos testigos de su proceso de aprendizaje, que les lleva a descubrir que son sus diferencias las que les hacen únicas y poderosas. Personalmente, eso es algo que me conmovió”.
Mientras las Tortugas se esfuerzan por superar su angustia emocional, se cierne sobre ellas una amenaza aún más grave, ya que Shredder se alía con el malvado Comandante Krang para traer el Technodromo, un peligroso ingenio bélico alienígena, a la Tierra.
“Krang viene de otra dimensión,” explica Green, “y tiene a su alcance todo tipo de novedades tecnológicas, tan descabelladas como peligrosas, como un fluido púrpura que puede cambiar tanto a mutantes como a humanos. Las Tortugas nunca se habían enfrentado a nada de ese estilo, y se les plantea un desafío físico y emocional.”
Ha pasado casi un año desde que nuestros héroes salvaron a la ciudad y, de acuerdo con su formación ninja (y su aspecto poco convencional), durante este tiempo han actuado con discreción. Mientras tanto, April O’Neil (Megan Fox) ha empezado a trabajar de incógnito, para investigar a Baxter Stockman (Tyler Perry), un científico brillante y respetado que puede estar vinculado a Shredder (Brian Tee).
“Creo que April siempre ha querido ser la gran presentadora de las noticias, en el estudio, tras la mesa”, dice de pasada Form. “Pero no estoy seguro de que pueda renunciar a la adrenalina de estar en la calle, descubriendo noticias y trabajando con las Tortugas. Disfruta con su trabajo, pero disfruta mucho más con su relación con las Tortugas. En esencia, se ha convertido en la quinta Tortuga”, dice.
“La primera película se centró en la ambición de April”, dice Fox, “pero en esta película, su relación con las Tortugas, y su supervivencia como familia es su prioridad”.
“Megan ha establecido unos vínculos increíbles con los chicos que interpretan a las Tortugas”, destaca Green. “Incluso cuando las cámaras no estaban rodando, siempre estaban haciendo el tonto, riendo, jugando. Es como si fueran sus hermanos.”
Repitiendo en su papel de Tortugas originales están Pete Ploszek, como Leonardo, el líder estoico y disciplinado del cuarteto; Alan Ritchon, como Raphael, el rebelde de sangre caliente; Jeremy Howard, como Donatello, el inventor experto en tecnología; y Noel Fisher en el papel del incontrolable y juerguista Michelangelo, que anhela vivir la vida de un adolescente humano.
“Para mí, los actores se han integrado tanto en los personajes que interpretan, que cuando veo una toma terminada, visualizo y escucho a Noel, Alan, Jeremy y Pete”, dice Form. “Veo a cada uno de ellos manifestándose a través de la interpretación animada. No puedo imaginar a nadie más interpretando a estas Tortugas”.
Desde las sombras planteó nuevos desafíos a Ploszek en su representación de Leonardo. “Leo ha sido educado con unos firmes valores éticos”, dice Ploszek. “Sin embargo, es mucho más interesante cuando tiene que adoptar decisiones en las que no se dilucida claramente entre blanco o negro. Nunca ha pensado de verdad en lo que sería vivir fuera de las alcantarillas, y cuando se les presenta la oportunidad de vivir en el mundo exterior, se opone, porque no quiere romper la cuadrilla”.
“Es difícil ser un adolescente que lidera a otros adolescentes”, dice Green, “en particular, si todos tienen personalidades tan marcadas. Leo simplemente quiere mantener la estabilidad del grupo, pero entre los hermanos hay secretos que acaban descontrolándose. Afortunadamente, Splinter está a su lado para recordarle que un buen líder acepta sus diferencias y reconoce sus puntos fuertes.”
A diferencia de Leonardo, Raphael no ha madurado mucho en los meses que han transcurrido desde su primera incursión en el mundo exterior. “Rafa es el Rafa de siempre”, dice Ritchson. “Su personalidad no ha cambiado; siempre está enfadado con lo que le ha tocado en la vida”.
“Si soy sincero, me parezco mucho a Rafa”, dice Ritchson entre risas. “No le gusta pensar mucho las cosas, porque la indecisión puede provocar inactividad. Prefiere equivocarse a no hacer nada. Con esa filosofía se llega más lejos y más deprisa. Entiendo su forma de ser.”
Desde la última vez que le vimos, el tecnófilo Donatello ha estado actualizando diligentemente la guarida y los medios de transporte del equipo. “Donnie ha estado muy ocupado”, explica Howard. “En esta película tiene un completo laboratorio, el doble de pantallas de vigilancia y su proyecto estrella: un camión de basura de la ciudad de Nueva York al que le ha puesto todos los extras imaginables... y los no tan imaginables. Tiene un sofá, múltiples televisores de gran pantalla, un cañón que dispara tapas de alcantarilla y brazos robotizados en el exterior. El único problema es que no ha probado nunca ninguno de esos extras, así que no sabe si funcionan o no.”
“Donatello tiene una mentalidad noble y lógica”, dice Green, “pero su personaje también tiene la tarea de dar mucha información a la audiencia. Jeremy no solo dominaba toda la jerga tecnológica, que prácticamente podría considerarse un idioma extranjero, sino que era un maestro a la hora de dotar de la trascendencia debida a esos momentos. Puede que no siempre sepamos de qué está hablando, pero siempre somos conscientes de lo que está en juego”.
Howard está encantado de que sus hermanos en la gran pantalla tengan más emociones y profundidad. “Es emocionante ver cómo estos chicos se pelean y se enfadan unos con otros y tienen las mismas experiencias que tienen todas las familias”, afirma. “Descubrimos qué motiva a cada uno de ellos.”
Fisher estaba entusiasmado de haber vuelto al papel de Michelangelo. “Mikey es el alma del grupo”, dice. “Es un personaje de gran pureza, que siempre defiende los intereses de todo el mundo. Es divertido, y a la vez es el aglutinante del grupo, el que lo mantiene unido”.
Al inicio de la película, Michellangelo disfruta de un desfile de Halloween, que brinda a las tortugas ninja la inigualable libertad de unirse y relacionarse con sus conciudadanos de Nueva York.
“Mikey descubre durante ese breve momento qué es ser “normal”“, dice Fisher. “Actúa como si fuese un ser humano más, con un disfraz absurdo, pero él sabe que no es un ser humano más. Sabe que su aspecto es diferente, y su lucha para ser aceptado se convierte en uno de los principales temas de la película.”
El maestro rata de las cloacas, el sensei Splinter, orienta a las Tortugas durante su inesperada crisis de identidad.
“La forma de aconsejar a las Tortugas de Splinter ha cambiado un poco en esta película”, afirma Green. “Impone menos disciplina, y está más dispuesto a dejar que aprendan de sus errores, porque sabe que dejar que las Tortugas se equivoquen puede enseñarles una lección más importante que limitarse a decirles lo que tienen que hacer.
Después de decidir que el mundo exterior no está preparado para descubrir sus heroicidades, las Tortugas permiten que su oportunista amigo Vern Fenwick (Will Arnett) se lleve la fama y las alabanzas.
“Vern decide atribuirse el mérito de haber salvado Nueva York”, explica Arnett. “Y eso cambia su vida. Cuando vemos a Vern por primera vez, está sentado en primera fila, en un partido de baloncesto de los Knicks, junto a una supermodelo (Alessandra d’Ambrossio), disfrutando de su fama, pero cuando se enfrenta a una amenaza inminente, se muestra aún menos dispuesto a hacerla frente de lo que lo estuvo durante la primera película.
“A Vern le encanta estar en el candelero, disfrutando de la gloria que conlleva ser un héroe”, dice Green. “Ha aprovechado al máximo la situación, y la utiliza como una invitación a lo mejor que Manhattan puede ofrecer... y las Tortugas están un poco enojadas por ello. Están celosas y quieren disfrutar de parte de esa atención. El contraste entre las dos situaciones es realmente cómico”.
“Me encanta que Vern no se corte nunca y diga lo que siente”, afirma Arnett. En ciertas circunstancias es la voz de la razón y la moderación, que advierte a April y las Tortugas de que sus planes son una insensatez. Al fin y a la postre, Vern es un amigo leal.”
“Todo lo que hace Will tiene un elemento de sutileza”, dice Green. “Incluso en los momentos en los que Vern es arrogante, la interpretación de Will te deja ver que el personaje sufre, al mismo tiempo, de una profunda falta de confianza. Vern descubre que no basta con que digan que eres un héroe. Tienes que ganarte el derecho a ser considerado un héroe”.
Después de que Shredder se zafe de la policía y huya, las Tortugas encuentran un nuevo aliado en el funcionario de prisiones reconvertido en vigilante con máscara de hockey Casey Jones (Stephen Amell).
Conocido entre los seguidores de Arrow de todo el mundo, Stephen Amell se ha acostumbrado a interpretar a antihéroes.
“Me encanta interpretar personajes que caminan por el filo de la navaja, con propensión a perder los nervios”, dice. “De todas formas, Casey también es un tío divertido. Tiene una personalidad más cercana a la mía que otros personajes que he interpretado”.
“Cuando conocemos a Casey en la película, es un funcionario de prisiones que aspira a convertirse en detective”, explica Amell. “No le gusta patrullar enmascarado con un palo de hockey en la mano; lo hace obligado por las circunstancias.”
Fuller reconoce que Casey fue el primer personaje que el equipo de producción pensó en incorporar al conjunto de las Tortugas Ninja. “Queríamos que hubiese un personaje que diese la réplica a April”, afirma. “La química existente entre April y Casey es apreciable, lo que añade otra dimensión a nuestro equipo.”
“Sabíamos que cabía la posibilidad de que surgiera el romance entre Casey y April; incluso podría generarse un triángulo amoroso entre April y Casey, con Vern como el tercero en discordia de la relación”, continua. “También queríamos a alguien que pudiese rodar escenas de acción y de humor, y que fuese absolutamente encantador; precisamente lo que define a Stephen. Hicimos una prueba con Megan y Stephen y nos dimos cuenta inmediatamente de que Stephen era Casey Jones”.
Arnett se mostró encantado con la elección de Amell para el papel, aunque sus razones eran diferentes: “Es estupendo que haya otro canadiense en el equipo”.
Laura Linney interpreta a la jefa de Jones, la Jefa de Policía Rebecca Vincent, una policía que no se anda por las ramas y que se muestra igual de impaciente con los criminales que con los vigilantes.
“Es jefa de departamento de la unidad de crimen organizado”, explica Linney. “No puede decirse que se entusiasme cuando oye hablar de estas criaturas fantásticas. No confía en ellas, y cuando las conoce en persona, no puede creer lo que ve”.
En cuanto a la relación de Casey Jones con su jefa, a ella “Le molesta todo lo que él hace”, dice Linney entre risas. “Casey le parece arrogante y un inútil, aunque al final le demuestra que estaba equivocada”.
“La actuación de Laura dota a la película de una realidad que no tendría sin ella”, dice Green. “En el plano personal, ha sido una fantástica profesora para mí; me ha enseñado mucho sobre la manera de trabajar con actores”.
Cuando los productores se pusieron en contacto por primera vez con Linney para ofrecerle el papel, le enviaron el guión acompañado por una pizza de queso enorme.
“Inicialmente no nos dijo nada”, dice Form, recordando los nervios que sintieron. “En aquel momento pensamos que tal vez la pizza no le había sentado bien”.
Sin embargo, al día siguiente recibió un mensaje con una foto de Linney, tumbada en el suelo, aparentemente desmayada junto a una caja vacía de pizza y una lata de Orange Crush.
“Tuvimos suerte”, dice Form, con una sonrisa de satisfacción. “Cuando llegó al rodaje, fue mágico”.
“Hacer una película como esta es algo muy estimulante y divertido”, dice Linney. “Tienes permiso para divertirte, y esto está muy bien. Y ahora que tengo un hijo, me gustaría que pudiera ver una de mis películas sin traumatizarse, antes de que cumpla 25 años”, bromea.
Al igual que Linney, Tyler Perry quería hacer una película que le gustase a su hijo. Perry, un gran aficionado de las Tortugas, no lo dudó cuando le ofrecieron interpretar a Baxter Stockman, el minusvalorado aliado de Shredder.
“Lo que más me gusta de mi personaje es que lo hace todo él, pero nadie le hace caso, todos le dejan a un lado”, dice Perry. “Entiendo cómo se siente, de niño siempre estuve en el lado de los perdedores, así que conecté inmediatamente con el papel. La oportunidad de interpretar a un científico chalado que se vuelve aún más loco fue muy divertida. Al principio no es tan malo, pero acaba siendo uno de los peores villanos”.
“De hecho, en el guión de la primera película había una escena en la que aparecía Baxter Stockman”, dice Fuller, con una sonrisa maliciosa. “No puedo decir qué escena era, pero definitivamente aparecía en el guión de la primera película. Siempre hemos sentido un gran afecto por el personaje, así que mientras desarrollábamos esta historia, el único actor en el que pensamos era Tyler Perry.”
Perry se lo ha pasado muy bien dotando al personaje de unas características propias, desde su manera de andar y su voz a su forma retraída de comportarse; Perry llevó a su personaje mucho más allá de lo que estaba escrito en el guión.
“Tyler sacaba las pequeñas trazas de arrogancia y orgullo que son innatas en Baxter, aunque en apariencia sea reservado y humilde”, dice Green.
“Tyler se apoderó del personaje, lo hizo suyo”, dice Form. “Se ponía las gafas y se transformaba en Baxter Stockman. Era impresionante.”
“Cuando llega al plató, todo el mundo presta atención”, continua el productor. “Es una leyenda. Lo que ha logrado a lo largo de su carrera no tiene precedentes, así que cuando nos preguntaba si estábamos satisfechos con una escena o una intervención, no teníamos más remedio que reírnos y decirle “dínoslo tú”“.
Krang, uno de los personajes favoritos de los seguidores de las Tortugas, el cerebro alienígena sin cuerpo cuyo fluido mutágeno púrpura es uno de los motores del conflicto de la película, es obra de los magos de los efectos visuales de Industrial Light and Magic.
“Basamos el diseño inicial de Krang en los cómics”, dice el supervisor conjunto de efectos visuales Robert Weaver, “y después incorporamos algunas influencias de formas de vida marina. Sus ojos se inspiran libremente en los del tiburón de morro negro y también tiene algo de pez gota. A Michael Bay se le ocurrió la idea de que tuviese un tamaño imponente moviéndose en el cuerpo androide que le sirve de alojamiento”.
“Krang tiene un cuerpo androide enorme que resulta impactante”, dice el supervisor de efectos visuales Pablo Helman. “Sin embargo, detrás de todos esos artilugios, es simplemente un cerebro. Es potente, pero vulnerable”.
El fluido mutágeno de color púrpura de Krang desempeñó una función esencial en la creación de Rocksteady y Bebop, dos de los rufianes más icónicos de la saga, a los que en el plató se les llamaba, afectuosamente, los “cabezas de chorlito”. Stephen Farrelly y Gary Anthony Williams interpretan a los matones descerebrados que mutan en un rinoceronte antropomórfico (Rocksteady) y un jabalí africano (Bebop), respectivamente.
Farrelly, que recientemente ha cumplido su sexto año como “Sheamus”, el personaje de lucha libre de la WWE, veía la lucha libre cuando era niño y soñaba con llegar a ser una de sus superestrellas. De la misma manera, veía las Tortugas ninja todas las tardes, sin ser consciente de que un día llegaría a representar uno de sus personajes animados favoritos.
“Es una pasada formar parte de todo esto”, dice Farrelly. “Me encantaban los dibujos animados, sobre todo los villanos”, dice. “Todos los personajes tienen un trasfondo, incluso Bebop y Rocksteady, que no se enteran de lo que pasa, y que para Shredder son, en realidad, más un obstáculo que otra cosa.”
Farrelly fue uno de los primeros que hizo cola para ver la película en 2014, y ha estado esperando pacientemente desde entonces a que entrasen en escena más villanos. No es una exageración afirmar que saltó, literalmente, ante la oportunidad de participar en el casting para el papel de Rocksteady.
“Me monté literalmente de un salto en el coche y fui de Tampa a Orlando”, recuerda Farrelly. “Tenía una cresta mohawk, así que me la peiné hacia arriba, como si fuese un cuerno, me puse encima todos los artilugios, el uniforme de combate, todo lo que hiciese recordar al personaje que tenía en la memoria y traté de interpretar el diálogo de la manera más cercana posible al personaje. Cuando Andrew Form me preguntó si quería participar en la película, le respondí ‘¡Claro! ¿Me tomas el pelo? ¿Dónde tengo que ir? ¿Cuándo empiezo?’ ¿Cómo vas a rechazar una oportunidad como esa?”, dice, riéndose. “Es un sueño hecho realidad.”
Gary Anthony Williams también era un aficionado a los dibujos animados de los 80.
“Probablemente ya no tenía edad para estar viendo las Tortugas, pero no me importaba,” recuerda, entre risas. “Mi amigo Jerry y yo veíamos todos los episodios. Me gustaba que los hermanos fuesen tan diferentes unos de otros. Mi favorito era el listo del grupo, Donatello. Me gustaban todos los artilugios y el hecho de que era un cerebrito”, dice el actor, que fue estudiante de matrícula de honor.
“Me esforcé mucho para conseguir el papel”, continua Williams. “Al principio pensé que estarían buscando a alguien mucho más corpulento, más musculoso, pero resultó que Michael Bay estaba más interesado en el lado cómico, y en la capacidad de improvisación, e improvisar es lo mío.
“Bebop no es el tío más listo del mundo”, dice. “Ninguno de ellos lo es, pero Bebop y Rocksteady se quieren como hermanos y ponen todo de su parte para hacer el mal de la mejor manera posible. Hemos conseguido grandes resultados empleando esa dinámica estúpida.”
“Rocksteady es descuidado, como un niño grande” añade Farrelly. “He trabajado con muchos musculitos a los que se les iba la fuerza por la boca, y a la hora de la verdad no eran capaces de hacer lo que decían. Lo mismo les ocurre a Rocksteady y a Bebop; quieren ser como Shredder, el jefe, pero no saben cómo dar el siguiente paso. Piensa en el líder más inteligente y detallista que conozcas. Y ahora piensa en todo lo contrario. Esos son Rocksteady y Bebop.”
Williams y Farrelly eran los favoritos del reparto y el equipo técnico, y los días que no estaban en el plató de rodaje se notaba su ausencia.
“Stephen y Gary no paran”, dice Tyler Perry acerca del dúo de rufianes de Baxter. “No desconectan nunca. Cuando conocí a Gary, no supe si era británico o si era del Bronx”, dice riendo. “Pasaba de un acento a otro sin parar, contando historias graciosísimas. Cuando se ponen los dos a interactuar es realmente impresionante.”
“Los contratamos por separado”, dice Green, “pero ahora son inseparables”. La química que hay entre los dos es pasmosa. Cuando hacíamos la grabación del diálogo para los personajes animados, querían estar juntos en la cabina de doblaje. Siempre se atenían al guión, pero al acabar les dejábamos improvisar. Cuando volvíamos a la sala de montaje teníamos un auténtico tesoro tomado de esas sesiones.”
A pesar de lo divertida que resultó la experiencia, los dos actores se toman muy seriamente sus papeles. “Con estos personajes tan icónicos siempre se siente la tensión de tener que estar a la altura de las expectativas”, dice Farrelly. “Evidentemente, los personajes cambian, y cuando los ves en forma humana por primera vez, no son exactamente como los recordabas de los dibujos animados, pero no obstante nos esforzamos por aportar la vivacidad y el sentimiento de los dibujos animados a Rocksteady y Bebop, por darles esa dimensión añadida”.
Brittany Ishibashi, que interpreta a Karai, cree que Bebop y Rocksteady son mercenarios contratados que ayudan a Shredder y al Clan del Pie a salirse con la suya. “Puede que sean grandes y fuertes, pero hay que estar siempre detrás de ellos”, dice. “De todas formas, es muy difícil interpretar al malo de la película cuando estás esforzándote por no reír”, reconoce, al hablar de sus compañeros de reparto. “Están histéricos. Gary es una máquina de soltar chistes, uno tras otro”.
Ishibashi, que proviene del mundo de la danza y las artes marciales, nunca había interpretado un papel de mala.
“El personaje de Karai tiene muchos elementos relacionados con el deber y el honor”, explica. “Lo que ocurre es que está en el bando opuesto al de los protagonistas. Pero Karai siempre me ha gustado mucho, sobre todo cuando era pequeña, porque su nombre significa “estricta”, y realmente lo es. Es una mujer fuerte, que siempre lo controla todo y consigue que las cosas se hagan”.
Cuando la actriz leyó el elenco de personajes en el guión, simplemente decía: mujer soldado de infantería.
“Recuerdo que mientras iba al casting pensaba ‘Por favor, que sea Karai, por favor, que sea Karai’”, dice. “Aunque no hubiese sido ese personaje, quería participar en la película. ¡Estaba dispuesta a ser la chica del café, con tal de que me dejasen participar!”
Aunque su personaje es de mala, Ishibashi se identifica con las Tortugas. “Todo el mundo puede identificarse con algún aspecto de alguna de ellas”, dice Ishibashi. “De pequeña, siempre iba con Leonardo, porque yo era la hermana mayor”, recuerda. “Me parecía lógico que yo fuese la líder”, dice, riendo.
El maestro de ceremonias responsable de haber reunido a esta galería de villanos es el mismísimo líder del Clan del Pie, el infame Shredder.
“Shredder es el que maneja todos los hilos,” explica Brian Tee. “Es el arquetipo de villano y, como aficionado a la saga, me encanta haber podido incluir a todos estos personajes. Bebop y Rocksteady, Baxter Stockman, Karai y Krang. Todos los personajes legendarios en la misma película”.
A Tee le gusta mucho el vestuario de su personaje, y cree que le ha ayudado a introducirse en el papel. “El vestuario fue una de las cosas que más me gustó del trabajo”, dice riendo. “Es una manifestación externa de cómo es el personaje de Shredder. Todo en cuero, estilizado, con un aire muy samurái. El casco es muy importante, porque Shredder siempre lleva esa máscara. Su uniforme no deja duda respecto a su fortaleza. Evidentemente, está en una categoría completamente diferente de la del traje de Shredder que tenía cuando era un niño”.
“Cuando preparo un personaje, trabajo de dentro afuera”, explica Tee. “Shredder tiene un determinado porte, y cuando te pones el traje, adoptas una postura, un aire, una forma de ser particular que genera la esencia del personaje. Como muchos niños, crecí con la duda de qué aspecto tendría Shredder debajo de la máscara, así que ahora me parece algo surrealista que el mío sea el rostro del personaje.
“Brian tiene un halo de intensidad serena que rebosa trascendencia”, dice Green. “Bastaba con que girase la cabeza y recorriese el plató con la mirada para que se hiciese el silencio. El poderío que imprimía a su personaje, su porte, su autoridad, hacían que el más mínimo gesto que hiciese tuviese mucho más significado que cualquier línea de diálogo. Llenaba la sala con su autoridad.”
“Shredder tiene que ser un personaje capaz de aterrorizar al más pintado”, dice. “Pero también tiene esta relación de amor-odio con Karai. Karai ha sido uno de sus mejores soldados de infantería y era alguien en quien se podía confiar, pero incluso ella le falla. Para Shredder, todo el mundo es prescindible.”
Aunque Tee resultase amenazante en la pantalla, confraternizó muy bien con sus esbirros fuera del plató. Tee, Ishibashi, Williams y Farrelly pasaron la mayor parte del tiempo juntos, se hicieron muy buenos amigos e incorporaron ese elemento adicional a la malévola conexión existente entre sus personajes.
“Está todo lleno de malos, todo el rato”, bromea Ishibashi.
Acción es la palabra operativa en todo lo que tiene que ver con las Tortugas, pero los creativos de la película no han escatimado esfuerzos para conseguir que todas las escaramuzas estén intercaladas de humor. “Energía divertida”, como le gusta decir a Green, el director. “Es importante que la audiencia tenga la impresión de que las Tortugas están constantemente en peligro”, dice. “No obstante, en los momentos más serios o escalofriantes, siempre incluimos una broma, para interrumpir la escalada y ofrecer un pequeño alivio a la tensión acumulada. Jojo es un genio en ese terreno”.
El coordinador de escenas de acción, Jonathan Eusebio, conocido en el plató como Jojo, diseñó las escenas de lucha de la película de 2014. En esa ocasión, contrató al veterano artista, maestro en múltiples artes marciales, Jon Valera para que le ayudase en la preparación y la articulación de la mayor parte de la acción de la película.
Eusebio y su equipo empiezan por planear y ensayar la acción en una nave industrial, grabando las secuencias con extras de acción en el lugar de los actores, para que el equipo creativo pueda hacerse una idea de lo que piensan hacer. Cuando reciben las notas de rodaje, Eusebio y Valera depuran las rutinas y empiezan a trabajar con los artistas para prepararles para el rodaje.
“Con las secuelas, el principal desafío siempre consiste en tratar de superar a la original, ya sea en la magnitud de la acción o en la complejidad de la historia”, dice Eusebio. “Hemos intentado hacer cosas que no pudimos hacer en la película original, pero al mismo tiempo hemos mantenido la diversión y el humor de la camaradería de las Tortugas. Hemos prestado atención a los comentarios sobre la película anterior y, en esta ocasión, los aficionados pueden esperar algo aún mayor y mejor.”
Teniendo en cuenta que Eusebio se había encargado de entrenar a los actores que interpretaron a las Tortugas en la primera película, Fisher, Ploszek, Howard y Ritchson tenían una base a partir de la cual empezar a aprender los nuevos movimientos para la secuela.
“Aunque los chicos salen más en escena en esta película, a la hora de la verdad tuvieron que ensayar menos que en la película anterior”, dice Eusebio. “En la primera película hubo una curva de aprendizaje para determinar cuándo había que utilizar los movimientos del actor y cuándo se debía recurrir a los movimientos de su doble de acción. Hemos descubierto la forma de ser más eficientes y de ahorrar tiempo en los calendarios de rodaje. Los dobles de acción y los efectos visuales se encargan de la mayor parte de los movimientos de acción de las Tortugas.”
El equipo de Eusebio también tenía preparada la rutina de trabajo con Fox, gracias al trabajo realizado en la película anterior. “A Megan no le da miedo meterse en medio de la acción, y siempre está dispuesta a hacer todo lo que pueda, en términos de escenas de acción”, afirma.
Eusebio y Valera pudieron pasar mucho tiempo ensayando con el actor Stephen Amell, y eso ha redundado en beneficio de la película. Atribuyen a su experiencia en su serie de televisión Arrow la capacidad del actor para aprender rápidamente sus movimientos.
“Fue una decisión consciente hacer que la versión de Casey Jones interpretada por Stephen abordase las escenas de acción de una manera diferente a como lo hace su personaje de Oliver Queen / Green Arrow en Arrow,” dice Eusebio. “A diferencia de Green Arrow, Casey no es un maestro de las artes marciales, sus movimientos son más toscos, no están tan refinados. Gana las peleas y salva las situaciones instintivamente, en vez de utilizar un diseño metódico y bien planificado”.
A la hora de rodar una gran escena de acción en la que Casey tenía que patinar recorriendo una peligrosa ruta de escape mientras se burlaba de sus perseguidores, Amell mostró su determinación a rodar la escena de acción él mismo.
“Un día Stephen me miró fijamente y me dijo, “¿Te he dicho ya que sé patinar?”, recuerda Form. “Sabía que había jugado al hockey sobre hielo y le advertí de que tendría que patinar entre coches, en medio de una persecución con vehículos en movimiento. Me respondió, “Traedme unos patines de ruedas en línea”, y lo hicimos. He de reconocer que sabe patinar. Stephen no quería que nadie se encargase de rodar sus escenas, así que en todas las escenas de acción, cada vez que veas a Casey, ya sea con el pie en el acelerador, con las manos en el volante o luchando o zigzagueando en medio de un garaje abarrotado de personas, estarás viendo a Stephen”.
Green quería que Shredder y el Clan del Pie de Karai recuperasen sus raíces ninja. “Queríamos que volviesen a los orígenes y que dependiesen de los mismos conjuntos de habilidades ninjutsu que las Tortugas”, afirma. Eusebio había trabajado con Brian Tee en el pasado, así que ya contaban con una estrategia para organizar el ritmo de las escenas de acción de Shredder.
“Brian siempre aparece en una fantástica forma física y aporta una intensidad serena a todo lo que hace”, declara Eusebio. “Brian era muy consciente del lenguaje corporal de Shredder y consultaba mucho al departamento de escenas de acción los diferentes aspectos de ese lenguaje corporal”.
“Brittany tiene formación en danza y artes marciales y era capaz de poner en práctica con gran facilidad la coreografía de sus peleas con Megan”, dice Eusebio acerca de Karai. “Llegó al plató preparada para trabajar y ensayó mucho con el equipo de escenas de acción. No tenía formación en escenas de acción, así que tuvimos que enseñarle los aspectos básicos del combate ante la cámara. Imitar un movimiento de pelea y conocer la intención que subyace tras el movimiento son dos cosas diferentes”.
Stephen Farrelly y Gary Anthony Williams también tuvieron su cuota de escenas de acción como dos de los esbirros de Shredder.
“La experiencia de Stephen como luchador profesional ha sido de gran ayuda para esas escenas”, dice Eusebio. “Está acostumbrado a interpretar combates durante todo el año y tenía un gran control siempre que hacía una escena con dimensiones físicas. Creo que hizo muy bien de antagonista de Gary, su fuerza física estaba muy bien compensada con el dinamismo y energía de Gary”.
Cuando Bebop y Rocksteady bromeaban, Farrelly le daba a Williams un inocente golpecito en la mandíbula o un empujoncito, y Williams salía por los aires.
“Tuve que esforzarme por no darle un manotazo en el pecho”, reconoce Farrelly. “En ocasiones me olvido de dónde estoy y hago instintivamente lo mismo que en el cuadrilátero de lucha libre; el mundo de las personas normales es completamente diferente”, dice entre risas.
Al llegar al final de la primera película, la guarida de las Tortugas estaba destruida, por lo que en la práctica Splinter y los chicos se convirtieron en sin techo. Esto ofreció a los creativos la perfecta oportunidad de rediseñar y ampliar la guarida y la camioneta de las Tortugas, que hasta ese momento habían resultado un tanto agobiantes, dado el tamaño de los gigantescos reptiles.
El diseñador de producción Martin Laing, que ha trabajado en películas tan destacadas como Titanic y Avatar, sabía que los diseños de la secuela tendrían que superar a los que había imaginado el diseñador Neil Spisak para la película original. Laing, que había crecido con los cómics y las películas de Tortugas de los noventa, recuperó esos materiales, y además llevó a cabo un estudio de la arquitectura y el sistema subterráneo del alcantarillado construido en el Nueva York de principios de siglo.
Laing comenzó por pintar sus conceptos, y después se los enseñó al director Dave Green, que tenía su propia visión de los nuevos aposentos de las Tortugas. Posteriormente, consultaron a los productores Andrew Form y Brad Fuller antes de presentar sus ideas al socio sénior de Platinum Dunes y productor Michael Bay, que también aportó sus impresiones y dio la autorización final.
“Dave da mucha importancia a los aspectos visuales”, dice Laing. “Trabajamos como un auténtico equipo. Ha sido una tarea con una gran colaboración.”
Tanto la guarida como el camión de las Tortugas fueron construidos en la histórica Brooklyn Armory de Park Slope, Brooklyn. El edificio, que albergó al 14º regimiento de la Milicia de Nueva York, fue construido originalmente en 1893, y ha acogido a diferentes divisiones del Ejército de Estados Unidos a lo largo de los años, a la vez que se utilizaba como espacio de rodaje.
El coordinador de construcción Ken Nelson y su equipo necesitaron 14 semanas para completar la guarida. Comenzaron por preparar el espacio con líneas de diseño sobre el suelo, para distinguir las dimensiones de cada montaje específico. A continuación fue el turno del jefe de maquinistas Tommy Prate, que tuvo que instalar una enorme estructura de iluminación a 15 metros de altura sobre el espacio de montaje, antes de que Nelson pudiese instalar los diferentes niveles de entablados que conformaban el suelo de la guarida, junto con la inusual incorporación de un foso.
“En este escenario en particular utilizamos hormigón, que servía para dos cosas”, dice Nelson. “Tiene la misma apariencia que el sistema de alcantarillado de Nueva York y es muy sólido. Queríamos dejarnos margen para poder utilizar cualquier tipo de grúa en el plató, así que estructuralmente el suelo tenía que ser muy firme y cumplir ciertos requisitos de resistencia de peso. El suelo, junto con las paredes y los túneles, tenía una gran textura que ofrecía la oportunidad de lograr fantásticos contrapuntos entre sombras y luces, para que pareciese que la guarida se extendía hasta el infinito”.
“Queríamos que la guarida fuese una caverna divertida en la que cualquier adolescente de 15 años quisiera vivir”, dice Laing. “Para que una alcantarilla sea habitable, tiene que resultar acogedora. Acentuamos los colores y los detalles. Y nos aseguramos de que todo el mundo tuviese en cuenta lo que iba a pasar cuando empezásemos a rodar en el escenario, puesto que únicamente teníamos 10 semanas para construirlo, lo que convirtió el proyecto en una especie de carrera”.
“Supusimos que cualquier cosa que no hubiese sido destruida en la explosión habría sido trasladada a la nueva guarida” dice la decoradora de escenarios Debra Schutt, que comenzó la planificación y las compras dos semanas antes de haber visto los dibujos de Laing. “Trabajé con criterios geográficos, y empecé a comprar en lugares lejanos, como Filadelfia, Scranton, Connecticut y la baja New Jersey, antes de trasladarme a Nueva York. Visitábamos empresas de reciclaje de material arquitectónico y vertederos”.
“Las Tortugas son tan fuertes que pueden coger cualquier cosa y llevársela a donde quieran”, explica. También ofrece una explicación razonable al misterio de décadas sobre cómo consiguen su material y aparatos unos mutantes que viven en el sistema de alcantarillado. “Creo que Donatello gana dinero haciendo trabajitos técnicos por Internet, en donde el dinero no tiene que cambiar físicamente de manos. Estoy segura de que compran cosas online, y ahora ha modernizado radicalmente su trabajo con nuevos ordenadores.”
“Cada Tortuga ha dejado su huella en la guarida”, dice Laing. “Hemos tratado de crear un ambiente para cada uno de los chicos. Leo es el hermano mayor y es algo superior. Tiene la advertencia “No pasar” escrita al lado de la cama. La habitación de Donnie es una maravillosa colección de aparatos tecnológicos, con un arsenal de ordenadores. Si te fijas, te darás cuenta de que cada vez que se le ocurre algo, lo escribe en la pared. Rafa y Mikey comparten una litera, pero como Rafa es mayor, la suya es la cama de arriba. Le gusta muscularse, así que tiene pesas repartidas por todas partes. Y Mickey, que es el más joven, tiene una batería y una guitarra. Construimos paredes de diez metros y nos esforzamos en conseguir que el espacio fuese lo más real posible, para que a los de efectos especiales les resultase más sencillo incorporar los personajes generados por ordenador.
La guarida también cuenta con una cocina comedor (con sillas adornadas con grafiti, cortesía de Mikey), una sala de armas especiales, una sala de meditación zen, un garaje con banco de trabajo, un centro de operaciones con alta tecnología de vigilancia electrónica y un laboratorio, además de un espacio elevado para que Splinter observe sus cargas.
Una de las incorporaciones más impresionantes a la nueva guarida de las Tortugas es la cascada de agua operativa que recorre de lado a lado su escondrijo, dividiéndolo en dos y separando la zona de vivienda del espacio de trabajo y estudio.
El supervisor de efectos especiales J.D. Schwalm contrató a la empresa canadiense Rain for Rent (que está especializada en evacuación de agua tras inundaciones catastróficas causadas por huracanes), para que colaborase en el funcionamiento de la cascada, cuyo caudal tenía que fluir a diferentes velocidades. Mediante un sistema de ocho tuberías de 10 pulgadas, junto con varias bombas de alto rendimiento ubicadas en el exterior del edificio de la Armory, el equipo de efectos especiales podía utilizar una, dos o todas las bombas para impulsar el agua por la cascada, dependiendo de la rapidez de flujo que se necesitase en cada escena en concreto. Cuanto mayor era el número de bombas empleadas, más caudaloso era el flujo de agua y mayor el efecto de circulación.
El equipo de Nelson colaboró con los efectos especiales, aportando el substrato para la cascada e incorporando ventanas en los pasadizos existentes bajo la cascada y el entarimado, que permitían a los electricistas desplazarse por el plató y operar un sistema de iluminación bajo el suelo del escenario.
“Pasamos en vela algunas noches”, reconoce Nelson. “Pero funcionó impecablemente. Fue impresionante el acierto con el que el equipo técnico llevó a cabo este montaje en un periodo de tiempo tan reducido”.
El departamento de diseño se sintió obligado a subir la apuesta a la hora de crear el medio de transporte de las Tortugas. Para lo que habían pensado, no valía un vehículo normal y corriente.
“Teniendo en cuenta que son ninjas que tienen que moverse de manera furtiva por la noche, necesitábamos un gran vehículo que no llamase mucho la atención”, dice Laing. “Y... ¿qué pasa en Nueva York por la noche? Que salen todos los camiones de la basura. ¿Qué mejor manera de que las Tortugas se desplacen sin llamar la atención?”
De una forma similar a la de la nueva guarida, el vehículo de las Tortugas fue diseñado para que fuese una versión adolescente de una caverna. El interior del camión se construyó para crear un plató sobre una plataforma móvil de 3m x 19m, con paredes levadizas para facilitar el acceso y la maniobrabilidad de las cámaras, del equipo técnico y de los actores con sus enormes caparazones.
“Donnie es un técnico asombroso, y un maestro del reciclaje”, dice riendo Laing. “Utiliza todas las cosas que encuentra en la basura y lo que puede pillar en la superficie para crear su centro de mando móvil Tortuguesco”.
Schutt y su equipo instalaron en el camión un sofá, siguiendo las instrucciones de Form, una máquina de Orange Crush, un videojuego de cuya creación se encargó el propio equipo de Schutt, monitores, un televisor y asientos especiales de tamaño tortuga - todo lo que un adolescente puede necesitar.
El equipo de Schutt también se encargó de decorar el interior de la cabina delantera del camión, que era un elemento independiente, comprado para que fuese como el de los vehículos de verdad, y que después se soldó a la parte delantera del plató.
Armado con varios rotuladores indelebles y con su calenturienta imaginación, Laing pasó la madrugada anterior al rodaje en el plató etiquetando todos los mandos, palancas e interruptores.
“Es una sala de juegos llena de botones, teclas y diales que te mueres por toquetear”, dice Green. “Da igual que tengas cinco o cincuenta años de edad, es una pasada, una auténtica delicia para la vista”.
El supervisor de vehículos de acción Graham Kelly, el coordinador Bobby Griffon y su equipo construyeron los dos camiones de verdad sobre un par de chasis del modelo de principios de los 90 del camión volquete Mack Cabover, equipados con motores Mack y transmisiones automáticas.
“No usamos camiones de basura de verdad por los lixiviados que anegan el fondo de estos camiones”, dice Griffon entre risotadas. “No es agradable trabajar en camiones de basura, aunque puede que a las Tortugas les guste. Nuestros camiones acabaron siendo una combinación de camiones de basura volquetes, prensadores y de carga frontal. Fue necesario el trabajo de 10 personas durante cuatro meses para completar el proceso. El primer paso fue montar sobre el chasis un contenedor de volquete de 30 metros. A continuación incorporamos un techo sólido, montamos el prensador en la parte trasera y colocamos los brazos para la carga frontal sobre la cabina. Después los pintamos e instalamos la iluminación. La última etapa fueron todas las barras decorativas, las tapas de alcantarilla y el sistema de escape. Los camiones rodaban correctamente, con una velocidad máxima de 100 km/h, pero cuesta un rato llegar a los sitios”, bromea.
La única diferencia entre los dos camiones Mack utilizados era que uno era 30 centímetros más largo que le otro. El equipo corrigió la diferencia cortando por la mitad el camión más largo, eliminando los 30 centímetros sobrantes y soldando de nuevo las dos partes.
Form había solicitado que el sistema de escape generase un efecto de llamarada, para lo que era necesario perforar los tubos de escape, al objeto de que el equipo de efectos pudiese instalar unos tubos de propano en el escape.
El camión encierra otra sorpresa cuando sale en pantalla. “Si te fijas atentamente” dice Green, “se puede ver la naturaleza idiosincrática de los inventos de Donnie, como la plataforma trasera del camión, que recuerda a las conchas de tortuga.”
TCRI, el laboratorio de Baxter Stockman, fue otro escenario importante para el departamento de diseño. Laing visualizó un escenario completamente blanco, rodeado de cristal, que, según Nelson, podía provocar dificultades en el rodaje, por no hablar de las que provocaría su construcción.
“La arquitectura moderna, con sus líneas limpias y esbeltas, y sus marcados ángulos, puede resultar muy dura”, afirma. “Sobre todo cuando dentro del laboratorio va a haber tanta acción, cosa que influye mucho en la forma en que fabricamos las cosas. Nos enteramos de cómo iba a ser la coreografía de esas escenas solo un par de semanas antes de que se rodasen, así que tuvimos que decidir con mucha rapidez qué iba a ser desmontable y qué no”.
“Acabamos utilizando un falso techo blanco de plexiglás y un suelo de linóleo brillante”, dice Schutt. “Al principio nuestro DP Lula [Carvalho] y su jefe de iluminación Jay [Fortune] no estaban muy entusiasmados, a causa de la posibilidad de que hubiese fugas de luz de la parte superior, pero después se dieron cuenta de que era una buena idea, porque el plexiglás hacía que el techo brillase. El único problema fue que en el escenario acababa haciendo mucho calor, porque la ventilación no era muy buena, pero tenía un aspecto insuperable.”
Paul Teutul, Jr., de American Chopper, que tiene más de 15 años de experiencia en la construcción de motocicletas, fue contratado para que diseñase unas motos customizadas para Bebop y Rocksteady. “Había hecho montones de motos para personas, empresas, incluso para organizaciones benéficas, pero nunca había hecho una moto para una película, así que no dejé pasar la oportunidad.”
Teutul, que vive a unos 175 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, bajó a la ciudad para reunirse con los creativos y estudiar los diseños más recientes de los personajes.
“Confieso que cuando recibí la llamada tuve que comprobar quiénes eran esos tipos”, dice Teutul. “Y entonces recordé que eran estos matones de feria gigantescos. Se supone que Rocksteady mide unos dos metros y medio y Bebop mide dos metros, así que los dos son enormes. Por suerte, mis motos siempre son grandes y están al límite.”
Teutul adornó las motos con granadas y piñas a lo largo del depósito de combustible de la moto de Rocksteady y pelotas de béisbol en el caso de Bebop, además de tachuelas y pinchos, cadenas, palancas y un bate, colmillos de aluminio e incluso unos colores especiales - gris pizarra y marrón óxido - que hicieran juego con los rinocerontes y los jabalíes africanos.
“He intentado que las motos reflejasen a cada personaje”, explica, “así que parece que cada uno se ha hecho su propia moto. Son muy agresivas, imponentes, con aspecto militar. Aunque su diseño es muy exagerado, no por ello dejan de ser funcionales.”
El reparto y el equipo técnico comenzaron la producción el 27 de abril de 2015 en la ciudad de Nueva York, rodando en lugares emblemáticos como el Madison Square Garden, la Grand Central Station, Times Square, el Museo Americano de Historia Natural, Central Park, Bryant Park, el Puente de Manhattan, el Edificio de la Chrysler, la sede de la NASDAQ, el ferry panorámico de la Circle Line y en la Liberty Island en la Estatua de la Libertad, convirtiéndose en la primera película que se rueda por la noche en la isla. Muchas de las escenas callejeras se rodaron en importantes vías públicas, además de en pequeños callejones apartados.
La compañía productora también pasó tiempo en el Brooklyn Bridge Carousel, conocido también como Jane’s Carousel, un tiovivo restaurado con 48 caballitos de madera, construido originalmente en 1922, y en escenarios creados en la Brooklyn Armory (la guarida de las Tortugas y el Camión de las Tortugas), así como en estudios de rodaje de Hollywood Este (laboratorio de Baxter).
La segunda unidad se desplazó a Buffalo, para rodar la importante escena de acción inicial a lo largo de un tramo de 4 kilómetros de la Autopista de Kensington. La compañía pasó dos semanas rodando escenas en las que el Clan del Pie trataba de liberar a Shredder de la custodia policial a lo largo de una parte vallada de la Ruta 33.
Meses después de concluir el rodaje principal, una pequeña unidad aérea, junto con el equipo de efectos especiales de ILM, se desplazaron a Brasil, donde rodaron en el mayor escenario de la secuela, una brillante escena a la altura de la escena de persecución en las montañas de la primera película. A diferencia de la película original, en esta Form y Fuller estaban decididos a utilizar imágenes rodadas en escenarios naturales en combinación con personajes generados por ordenador, en vez de elaborar una secuencia completamente animada.
Rodada en las sobrecogedoras Cataratas de Iguazú, en la frontera entre Brasil y Argentina, esta pequeña unidad, dirigida por el supervisor de efectos visuales de ILM Pablo Helman, captó la belleza y el peligro del escenario natural con sus cascadas, que se extiende a lo largo de más de dos kilómetros de pared de roca con unos impresionantes precipicios de hasta 80 metros de altura.
“Estuvimos rodando dos semanas en las Cataratas de Iguazú, desde el aire, en tierra y en barco”, dice Helman. “Queríamos rodar todo lo que fuese viable, para que ILM pudiese crear unas cataratas iguales a las que habíamos rodado y dar a esas escenas el mismo tratamiento de foto-realismo que a las Tortugas.”
Como pasó con todos los demás aspectos de la película, las órdenes del equipo creativo fueron “¡Hacedlo a lo grande!”, así que el supervisor de efectos especiales J.D. Schwalm dio réplica al reto y creo unos efectos aún más espectaculares, en estrecha colaboración con Helman, así como con el afamado director de la segunda unidad Spiro Razatos, conocido por sus arriesgadas secuencias de acción de las dos últimas películas de Fast & Furious.
Schwalm creó una explosión azul especial utilizada durante la secuencia de persecución inicial de la película, en la cual el Clan del Pie ayuda a Shredder a escapar de la custodia policial. Su equipo comenzó por instalar cañones en 14 automóviles que iban a ser transportados a Buffalo. Una vez allí, el equipo de Schwalm mantuvo reuniones con el departamento de bomberos local, que no estaba acostumbrado a las extrañas necesidades pirotécnicas de los equipos de rodaje cinematográfico.
Razatos quería que Schwalm volcara varios vehículos en el mismo preciso instante, a la misma altura en trayectorias específicas.
“Cuando el Clan del Pie alcanzó a la escolta policial de Shredder, (Razatos) quería que todas las bombas explosionasen en el momento preciso, deshaciendo el convoy para que el Clan pudiera acercarse con sus motocicletas y sacar a Shredder del transporte carcelario”, explica Schwalm. “Volcamos los coches de tres en tres, alejados unos de otros, hacia atrás, de modo que convergiesen unos con otros”.
En un momento posterior de la película, Rocksteady persigue a Casey Jones en una secuencia en la que había que volcar 20 vehículos que estaban en fila india, uno tras otro, en un efecto dominó. Green y Razatos eligieron una pequeña zona del Muelle 94 de Manhattan, que planteó un desafío con el que Schwalm disfrutó.
“Querían que los coches volcasen como en un tsunami”, dice. “Así que nos sentamos y empezamos a ver vídeos y más vídeos en YouTube”, recuerda entre risas. “Queríamos ver cómo se daban la vuelta cosas grandes y pesadas como un coche, y recordé los potentes trenes de mercancías de Rusia que se abrían paso a través de la nieve y el hielo.
“Hicimos unos modelos informáticos y realizamos pruebas con diferentes hipótesis, antes de montar nuestro diseño en la parte delantera de un Chevy Suburban, para empotrarlo contra 10 coches a 60 kilómetros por hora”, continúa. “Nuestra mayor preocupación era el techo de seis metros y medio de altura y las columnas de cemento del centro del espacio, que se extendía por toda la longitud del edificio; no podíamos hacer volar por los aires los coches a una altura superior a los seis metros y no podían desplazarse más de 12 metros desde el lugar inicial, puesto que de lo contrario golpearían las columnas”.
El equipo de Schwalm comenzó ensayando la escena en una zona de aparcamiento abierto para asegurarse de que tenían un margen de seguridad razonable en el espacio más confinado del muelle. La producción también se encargó de que un ingeniero inspeccionase el solado, la techumbre y los pilares del muelle, para asegurarse de que la estructura general era sólida.
“Hacer que 20 coches volcasen de esa manera era algo que había que rodar estrictamente en una sola toma”, explica Schwalm. “Y solo teníamos los coches que íbamos a emplear en esa toma, así que si teníamos que repetir la escena, íbamos a tener problemas. Nos costó dos horas colocar los coches con la separación precisa, cableados entre sí y dispuestos para la acción. Si alguno de ellos golpeaba contra un aspersor contraincendios, una cabina de electricidad, o una columna estábamos perdidos. Afortunadamente, lo hicimos en una sola toma”.
La escena favorita de Schwalm es una aparentemente sencilla, en la que Casey y April adelantan a la policía cuando se dirigen a un aparcamiento. Su coche, un Dodge Challenger, se libra por poco de las barreras retráctiles, pero los coches patrulla de la policía no tienen tanta suerte y se empotran contra ellas.
Aunque la escena parece simple y espontánea, su ejecución en la práctica resultó ser mucho más complicada. Schwalm y el equipo de especialistas de conducción planificó la escena hasta el mínimo detalle. Tenían que regular la velocidad del coche, programar el momento de activación del cañón de nitrógeno que hace que el coche salga por los aires (lo que incide directamente en el tiempo que el coche permanece en un ángulo de 90 grados) y, por último, tenían que controlar la fuerza con la que el coche caía sobre el suelo del garaje, que el equipo de Schwalm había reforzado con una enorme viga de hierro con forma de I.
“Cuando ruedas con Spiro puedes estar seguro de que va a haber desafíos”, dice, “pero es un profesional de pies a cabeza y siempre explica perfectamente qué es lo que quiere. Es la mejor manera de hacer las cosas.”
Cuando el director Dave Green comenzó la película, el supervisor de efectos especiales de ILM Pablo Helman le mostró un enorme tutorial en power point en el que le explicó la tecnología que se había empleado para la primera película, una combinación de rodaje con tecnología de captura de movimientos en el plató y rodaje con captura de movimientos en estudio, en tándem con animación. En esta segunda entrega de la serie, los autores estaban decididos a rodar la mayor parte posible con cámara.
“Los elementos prácticos, los exteriores reales, con actores, atrezo y vehículos de verdad, añaden textura y densidad a todos los fotograma”, dice Form. “No puedes replicar la realidad de la ciudad de Nueva York o el audaz poder y la inmensidad de las cataratas de Iguazú. El uso de una toma real, con sus detalles de iluminación, mejora todas las animaciones, y los profesionales de ILM son los mejores a la hora de combinar una realidad increíble con imaginería generada por ordenador.
“Kevin Martel y su equipo tienen un gran talento y pasión para retocar y ampliar la intención de la actuación real del actor y añadir ese detalle adicional”, dice Green. “El destello en la mirada, o la curva de la sonrisa que hace que la interpretación suba de nivel”,
Entre los comentarios del público sobre la primera película había indicaciones sobre el aspecto general de las Tortugas. Después de que algunos seguidores indicasen que las Tortugas parecían malvadas, que su diseño daba miedo, los creativos realizaron cambios sutiles, suavizando las líneas de la mandíbula y los dientes e incluso cambiando la forma de sus cintas de pelo.
“Las Tortugas han crecido y han cambiado un poco”, dice Helman. “Su diseño general ha cambiado en aspectos muy sutiles. Aprendimos mucho durante el rodaje de la primera película, descubriendo sus formas de ser y lo que hace que resulten atractivas para el público, y los avances realizados en la tecnología de captura de la actuación han hecho posible que los personajes definitivos sean mucho más fieles a las actuaciones de los actores.”
El hecho de que los actores del reparto estuviesen familiarizados con la tecnología ha ayudado a que los actores volviesen a entrar en el personaje.
“Interpretar a Mikey en esta película es mucho más fácil”, afirma Noel Fisher. “Una cosa es ver imágenes o dibujos de las Tortugas, pero ver tu personaje y los increíblemente detallados movimientos faciales y corporales es una experiencia completamente diferente. Puedes abordar tu interpretación desde una perspectiva mucho mejor informada”.
“Cuando vuelvo a ver como sonreía o fruncía el ceño en una escena o como me quedaba boquiabierto en otra escena de la primera película, me pregunto si esa era la forma en que quería que se manifestase el personaje”, dice Jeremy Howard. “Me ha resultado muy útil darme cuenta de que si levanto las cejas o hago una mueca, las imágenes generadas por ordenador pueden parecer raras y no ser necesariamente lo que quiero transmitir en ese momento. Existe una delgada línea entre lo que sientes como actor y la emoción que se expresa y se transmite en ese rostro generado por ordenador”.
“Todos esos dispositivos de captura del movimiento se han convertido en mi segunda piel”, dice Pete Ploszek “No creo que la gente sepa que, sea lo que sea que estén haciendo las Tortugas, dar un volatín desde una cornisa, bajar por una cuesta o saltar, nosotros tenemos que hacer cálculos constantemente porque ILM tiene que prestar atención a las proporciones y el espacio, incluso en lo relativo a sus rasgos físicos. En esta ocasión tenemos todo a nuestro favor para hacer justicia a estas Tortugas”.
“A estas alturas estamos acostumbrados a los trajes de captura de movimiento”, dice Alan Ritchson. “Es invisible, como si fuera parte de nuestros cuerpos. Sin embargo, como cada vez pasamos más tiempo rodando en las calles de Nueva York, lo que es muy divertido para todos los que se acercan a echar un vistazo, nosotros nos sentimos un poco raros ahí, de pie en la acera, vestidos con esa especie de extraño pijama gris. Aunque sea la segunda vez que lo hago, me sigo sintiendo como un idiota”, dice riendo.
“Dejé de darme cuenta de que llevábamos puestos trajes de captura de movimiento el segundo día de rodaje de la primera película”, reconoce Fox. “Las personalidades de los actores se reflejan tan claramente que ni siquiera me llaman la atención las extrañas cámaras que llevan en la cabeza.”
Bebop y Rocksteady plantearon un reto especial al equipo de ILM.
“Tuvimos que hacer malabarismos con estos personajes”, dice el supervisor coordinador de efectos visuales Robert Weaver. “En primer lugar, son monstruosamente grandes, así que había que estar analizando constantemente los problemas de escala. En segundo lugar, teníamos que lograr que pareciesen igual de naturales corriendo sobre sus patas traseras que cuando corrían a cuatro patas. En tercer lugar, tuvimos que trabajar incansablemente para conservar la idiosincrasia de las actuaciones de los actores.”
Tanto Farrelly como Williams tenían experiencia en la tecnología de captura de movimientos, puesto que los dos habían aparecido previamente en videojuegos.
“No creo que haya nada más ajustado que los pantalones que nos ponemos para salir al ring”, dice Farrelly. “Cuando empecé a hacer lucha libre me sentía cohibido por la ropa que llevaba. Era un mundo nuevo para mí, pero a lo largo de los años te vas acostumbrando a estar así frente a la multitud, así que cuando llevo un traje de captura de movimiento me siento perfectamente vestido”.
“La tecnología ha cambiado radicalmente en los dos últimos años”, dice Williams. “Antes tenías todas aquellas bolas de ping pong repartidas por el cuerpo, pero ahora son solo un par de triángulos. Al principio de esta película nos hicieron un escáner completo del cuerpo, que fue como si un tipo nos recorriese el cuerpo con una plancha, grabando literalmente hasta la última pulgada de nuestra anatomía. Parece cosa de brujas”.
Al final de la producción, los cineastas tenían la esperanza de que el público llegase a divertirse tanto viendo la película como ellos se habían divertido haciéndola.
“Magia es la palabra que mejor describe esta experiencia”, dice Green. “Todos crecimos leyendo estos comics, viendo estos programas de televisión y jugando con estos juguetes, y este proyecto es la perfecta extensión de esa realidad. Seguimos jugando con juguetes, solo que ahora a escala mucho mayor”.
“Hemos incorporado muchos elementos de nostalgia”, dice Fuller, “pero esta película es tanto para los nuevos seguidores como para los aficionados de toda la vida. Es una película que los padres querrán ver tanto como sus hijos”.
“Las Tortugas tienen algo misterioso que hace que sigamos volviendo a ellas”, dice Form. “No quiero utilizar la típica frase hecha, pero son como esos viejos amigos que nunca se van de tu lado, con los que nos encanta pasar el rato. Esperamos que el público sienta lo mismo.”
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