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NOTAS DEL DIRECTOR...
Cuando era mucho más joven, mi madre contrató una doncella filipina para cuidar de los niños. Teresa estuvo con nosotros durante 8 largos años hasta que cumplí 12 años. La llamábamos tía Terry. Cuando nos dejó para volver a casa, fue difícil, pero nos acostumbramos a su ausencia y perdimos el contacto. Lo que ha permanecido conmigo después de todos estos años es el nombre del lugar de donde era ella, Iloilo, una provincia en Filipinas. Así es como surgió el título de la película.
Mi experiencia es probablemente similar a la de muchos otros niños en Singapur y en la región, donde los padres trabajan duro y pasan sus días fuera de casa, dejando a los pequeños en manos de una extranjera contratada. En este caso, tener una criada no es un lujo de la burguesía sino una necesidad por razones prácticas.
No ha habido demasiadas películas sobre el tema de estas criadas, al menos no en Singapur. Aunque a menudo, lo que los medios recogen es generalmente algo negativo –controversias de abuso sobre las cuidadoras domésticas, donde las víctimas son tanto los niños que cuidan, o las criadas como víctimas de sus empleadores-. Lo que uno olvida es que toda una generación de niños ha crecido en manos de las criadas. Eso es más cierto hoy en día con la mayoría de familias teniendo a padre y madre trabajando a tiempo completo.
Creo que la experiencia universal de los niños que crecen con sirvientas es la de tener una madre “sustituta”, una amiga y una confidente. Lo que permanece un misterio y que nunca surge a la luz son las interrelaciones emocionales creadas, alimentadas, preciadas y sin embargo brutalmente arrebatadas cuando las circunstancias cambian.
'Retratos de familia' está inspirada en mi infancia –a través de anécdotas y momentos de las personas cercanas a mí, especialmente sus gestos y palabras que han quedado en mi mente. Todo ello ambientado en un período en particular en Singapur.
Estoy agradecido por haber tenido la oportunidad de hacer una película que empieza en casa.