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NOTAS DE LA DIRECTORA...
Crecí rodeada de la clase alta británica, con una madre francesa siciliana y un padrastro inglés. Gracias a sus diferentes culturas, mis hermanos y yo recibimos una educación apasionada, autoritaria y en cierto modo contradictoria. Lo que más me impresionaba de pequeña y aún hoy sigue impresionándome eran los valores de los que tenían autoridad.
Los privilegiados ejercen autoridad sobre los demás, debido a su situación financiera y educación privada, asumen que tienen un mayor conocimiento. Mi opinión, basada en mi experiencia, no ha cambiado desde mi niñez; los que están en el poder ciertamente no saben lo que es mejor. El mayor regalo que espero compartir con mis hijos (¡aunque creo que a menudo yo sí sé que es lo mejor!) es animarlos a cuestionar sus propios valores y los valores de aquellos que los rodean (incluyéndome a mí).
Con Silent Night, quería crear una exploración metafórica de la moral y de los valores emocionales de la clase alta británica.
Puesto que heredamos los pecados de nuestros mayores, serán nuestros hijos quienes hereden nuestros errores y, dado que a los niños casi siempre se les niega la voz, quería que el público se adentrara en la película a través de los ojos de un niño. Elegí que la amenaza fuera ambiental porque, lamentablemente, la catástrofe climática es algo universal y sobrecogedoramente profética.
El género de la comedia navideña crea inmediatamente una expectativa de personajes excéntricos y sentimentalismo emocional, eso me permitió hacer malabarismos con las ideas preconcebidas de la audiencia. Mientras honraba sus largas relaciones de amistad y el amor mutuo, podía someter a mis personajes a una presión ineludible para investigar su relación con temas como la paternidad, el sufrimiento, el socialismo o el racismo.
Espero que Silent Night nos lleve a preguntarnos ¿con todas las ventajas que nos otorga el "privilegio" somos capaces de proteger a los que amamos?
En otro orden de cosas, creo que es importante decir que comenzamos la producción de Silent Night antes de que estallara la pandemia del COVID-19. Y, lamentablemente, aunque ninguno de nosotros podía imaginar lo devastadora que terminaría siendo la pandemia, me gustaría dejar muy claro que Silent Night NO tiene ninguna intención de transmitir un mensaje antivacunas.
Como cineasta, quería cuestionar la moralidad de un gobierno que evita responsabilizarse de sus errores y de la población más vulnerable.
El personaje de Art cree en el cuidado de todos. Art cuestiona el uso de Exit una píldora suicida (su nombre fue inspirado por el Brexit) NO el uso de una vacuna que salva vidas.
Art no cuestiona en ningún momento la confianza en la ciencia médica; su personaje únicamente pone en duda lo confiable que, durante un estado de emergencia, es la información.
Por lo tanto, me preocupo apasionadamente de que mi película no sea malinterpretada.