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INFORMACIÓN
Titulo original: Spectre
Año Producción: 2015
Nacionalidad: EE.UU, Inglaterra
Duración: 148 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Acción, Thriller
Director: Sam Mendes
Guión: John Logan, Neal Purvis, Robert Wade. Basados en el personaje creado por Ian Fleming
Fotografía: Hoyte Van Hoyteman
Música: Thomas Newman
FECHAS DE ESTRENO
España: 6 Noviembre 2015
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Sony Pictures

SINOPSIS

Bond se traslada hasta México siguiendo la pista de un mensaje que ha recibido acerca de su pasado. Una vez allí marchará hasta Roma donde se infiltra en una reunión secreta descubriendo a una organización llamada Spectre...

INTÉRPRETES

DANIEL CRAIG, CHRISTOPHE WALTZ, DAVE BAUTISTA, RALPH FIENNES, MONICA BELLUCCI, LÉA SEYDOUX, NAOMIE HARRIS, BEN WISHAW, ANDREW SCOTT, RORY KINNEAR, JESPER CHRISTENSEN

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Cuando EON Productions de Albert R. Broccoli, los estudios Metro-Goldwyn-Mayer y Sony Pictures Entertainment abordaron la vigésimo cuarta entrega de James Bond, los realizadores tuvieron interés en que la película siguiera la línea de su antecesora 'Skyfall', un éxito a nivel mundial que recaudó más de mil millones de dólares.
  La oportunidad de explorar todas las historias de estos personajes fue de suma importancia para Sam Mendes, que se sienta por segunda vez en la silla del director. El ganador del Oscar® afirma: “Para mí todo comienza con los personajes y quería explorar toda clase de aspectos diferentes de estos que dejé atrás en 'Skyfall'. Hemos poblado el MI6 con toda una nueva generación de personas: un nuevo M, una nueva Moneypenny y un nuevo Q. Quería que esas relaciones crecieran y se desarrollaran”.
 
Para el actor Daniel Craig, el cometido de 'Spectre' era aún más simple. “Queríamos que fuese mejor que 'Skyfall”, afirma. “Así de claro. No teníamos otra elección; teníamos que ser más grandes, mejores. Con 'Skyfall' pusimos algo en marcha y queríamos ir más allá, experimentar un poco más”.
 
Bond rejuveneció al final de 'Skyfall'. “Tuvo una sensación de nuevos comienzos”, continúa Mendes, y esto tuvo un gran impacto en 'Spectre'. En la nueva película, el agente secreto más famoso del mundo es un personaje muy dinámico que controla su propio destino. Desde el principio tiene una misión precisa y nada ni nadie se interpondrá en su camino.
 
“En 'Skyfall' la tendencia de Bond fue la de limitarse únicamente a reaccionar ante las circunstancias”, explica Mendes. “En la primera secuencia estaba persiguiendo a alguien al estilo de siempre, pero recibe un disparo incluso antes de que los créditos aparezcan y durante el resto de la película va un paso por detrás de Silva, el personaje de Javier Bardem. Podría decirse que fracasó al final de 'Skyfall'. No salvó a M y, aunque la muerte de Silva fue una victoria para Bond, hubo otros elementos que fracasaron. Es por eso que con 'Spectre' quise darle una oportunidad para redimirse”. 
 
Michael G. Wilson y Bárbara Broccoli de EON Productions, productores de la franquicia durante muchos años, están de acuerdo. “Creo que esta película trata principalmente del empoderamiento de Bond”, afirma Broccoli, “y Daniel interpreta al personaje con tal honestidad que realmente podemos sentir por lo que está pasando, tanto emocional como físicamente”.
 
La naturaleza dinámica de Bond ha dado a los realizadores mucho margen en lo que respecta a ideas narrativas y a los exteriores. En la película, un enigmático mensaje del pasado lleva a James Bond a una misión misteriosa en México D.F. y finalmente a Roma, donde conoce a Lucía Sciarra (Mónica Bellucci), la bellísima aunque prohibida viuda de un perverso criminal. En el extranjero, Bond se infiltra en una reunión secreta y descubre la existencia de una siniestra organización conocida como 'Spectre'.
 
Esta infame organización ha aparecido previamente en otras seis películas de Bond –'Agente 007 contra el Dr. No', 'Desde Rusia con amor', 'Operación Trueno', 'Sólo se vive dos veces', 'Al servicio secreto de su majestad' y 'Diamantes para la eternidad'– introduciendo una larga lista de villanos. Sin embargo, el filme más reciente muestra a la organización reinventada para el siglo XXI.
 
“Lo que hacemos es interpretar una especie de mito de la creación”, afirma Mendes. “No nos mantenemos fieles a ninguna versión previa de la historia de 'Spectre'. Creamos la nuestra. Nuestro filme es una manera de redescubrir a 'Spectre' y al súper villano, adaptándolo para esta generación”.
 
Craig coincide. Según el actor, “la inclusión de 'Spectre' en la película nos abre muchos caminos para explorar. Contar con esta organización nos permite ser tradicionales y a la vez incorporar algo muy nuevo”.
 
Los realizadores también están entusiasmados con el desarrollo argumental del  MI6. Mientras Bond descubre más sobre 'Spectre' tiene que lidiar además con problemas en casa. En Londres, Max Denbigh (Andrew Scott), cuyo nombre en clave es C, ha sido designado director del Centro Nacional de Seguridad y cuestiona la importancia del MI6.
 
“Hay una corriente de pensamiento en la película que cree que, en lo referente a seguridad nacional, todo debería estar centralizado, que deberíamos depender casi enteramente de la vigilancia y dejar a los drones hacer nuestro trabajo sucio en el exterior”, afirma Mendes. “Es por ello que C se pregunta si es necesario enviar personas al campo de batalla. Por eso el MI6 está en riesgo, en especial la Sección 00”.
 
Con el MI6 bajo amenaza de desaparición, 007 se asegura la ayuda de Q y Moneypenny, y se embarca en una misión que le lleva a una multitud de localizaciones, algunas de las cuales no había visitado nunca antes. Mendes explica “ya que Bond está mucho más comprometido en su propio viaje, fuimos capaces de jugar con muchas localizaciones diferentes. Hay mucha más variedad y un mayor desplazamiento físico y geográfico en esta película que en 'Skyfall”.
 
“No pudimos hacerlo así en la película anterior”, añade, “porque el rodaje transcurrió principalmente en Londres. Es cierto que hubo secuencias en Shanghái y Estambul, pero la segunda mitad del filme transcurrió casi por completo en Londres y Escocia”.
 
En 'Spectre' los realizadores pudieron acercarse un poco más a los filmes clásicos de Bond. “Pudimos trabajar con un estilo ligeramente distinto al de las otras películas de Bond que he hecho”, afirma Craig. “Esta película es muy individual, pero también recuerda en cierta manera a lo ocurrido en las películas de Bond de los años sesenta y setenta”. 
 
Mendes cuenta que 'Spectre' evoca a las películas clásicas de Bond en lo referente a los coches, el tono, la iluminación e incluso el corte del traje que lleva 007. “Además, quería recuperar algo de ese glamour de la vieja escuela con aquellos exteriores fantásticos, de otro mundo. Quería llevarlo al extremo”.
 
Los realizadores quisieron sumergir a Bond en un majestuoso festival en una ciudad latinoamericana. “Y no hay nada más espectacular que el Día de los Muertos en México D.F.”, comenta Mendes.
 
En efecto, los productores consideran la secuencia del Día de los Muertos como una de las más importantes de sus respectivas carreras. “Aunque llevamos más de 35 años trabajado en las películas de James Bond, ambos sentimos que la secuencia inicial de 'Spectre' fue algo majestuoso de contemplar y que marca el tono de una cinta excepcional”, afirma Michael G. Wilson.
 
“Cuando el público vea estas escenas presenciará el buen cine de la vieja escuela representada a una escala gigantesca. Las escenas mexicanas son sin duda impresionantes”.
 
Broccoli añade, “la secuencia del Día de los Muertos sirve de recordatorio de lo que una película de Bond puede conseguir. Allí estábamos, en medio de una capital extranjera, con miles de extras caracterizados extraordinariamente y un equipo de especialistas de categoría mundial grabando escenas de vértigo. Esa es una de las razones por las que sentimos que 'Spectre' supone un momento muy especial en la saga Bond”.
 
Pero eso no es todo. Los realizadores querían cambiar el clima, de cálido a frío, y regresaron a la nieve por primera vez desde Muere otro día, en 2002. “Hemos rodado varias secuencias espectaculares en la nieve”, recuerda Wilson.
 
Bond ha rodado seis aventuras anteriores en medio de paisajes nevados: 'Al servicio secreto de su majestad', 'La espía que me amó', 'Panorama para matar', 'Alta tensión', 'El mundo nunca es suficiente' y 'Muere otro día'.
 
“Y éramos muy conscientes de lo que habíamos hecho en todas estas películas”, continúa Wilson. “Aquello supuso que quisiéramos hacer algo distinto a usar trineos de competición o cualquier otro deporte de invierno habitual. De ahí que tuviéramos una persecución diferente, con aviones y todoterrenos”.
 
Los realizadores también quisieron enviar a Bond a una de las ciudades con mejor iluminación nocturna de Europa. Según Sam Mendes, la elegida fue Roma por “la historia y una atmósfera de oscuridad y aprensión, especialmente reflejada en la arquitectura fascista de los años veinte y treinta, donde se respira algo oscuro e intimidante”.
 
Al desarrollar el elemento romántico de la película, los realizadores optaron porque la relación más íntima de Bond floreciera al norte de África, en Tánger y en el desierto del Sáhara. “Si buscas un increíble paisaje inmenso, esa sensación de vacío, ¿dónde mejor que en el Sáhara?”, pregunta Mendes. “Con todas estas localizaciones logras tonos bastante diferentes y extremos a la vez”.
 
Y ninguna película de Bond estaría completa sin una escena rodada en Londres. Según Mendes, “el desafío fue intentar hallar una manera de rodar en Londres que fuese fresca, novedosa y al mismo tiempo una continuación de Skyfall. Intentamos encontrar una forma de visualizar exteriores y lugares familiares en Londres desde una perspectiva diferente, y creo que dimos con formas estupendas de hacerlo”.
 
“Estas cinco localizaciones dan una pista del motivo por el que la película fue tan difícil de lograr a nivel técnico”, continúa, “y explican por qué ha sido tan largo el rodaje y tan agotadora e implacable la película en la consecución de sus objetivos. Pero en mi opinión, hemos conseguido algo muy especial”.
 
Asimismo, ninguna película de Bond estaría completa sin un tema exclusivo. Los realizadores estuvieron encantados de contar con el artista multi-platino Sam Smith para componer el tema principal de la película, “Writing’s On The Wall”, junto al ganador del Grammy, Jimmy Napes.
 
Es la primera vez que el tema principal de James Bond es interpretado por un solista británico masculino desde 1965. Broccoli cuenta que “Sam y Jimmy han compuesto una canción de lo más inspiradora para 'Spectre' y gracias a la interpretación vocal de Sam, ‘Writing’s On The Wall’ será considerada sin duda una de las mejores canciones de Bond de toda la historia”.
 
Smith, por su parte, tiene el honor de contribuir a una de las franquicias cinematográficas más longevas de la historia. “Este es uno de los mayores éxitos de mi carrera”, afirma. “Tengo el honor de interpretar el tema principal de Bond. Estoy muy emocionado de formar parte de este emblemático legado británico”.   
 
  Dennis Gassner, director de producción ganador de un Oscar®, vuelve con su tercera película en torno al agente secreto Bond y su cuarta colaboración con Sam Mendes. “Trabajar con Dennis es algo mágico, él le pone mucho sentimiento a su arte”, dice Mendes. “Obtienes más de un boceto de Dennis trazado en una servilleta que de 70 páginas de especificaciones técnicas; además de su percepción del color y la luz, de la arquitectura y del estilo y su buen gusto –son en conjunto impecables”.
 
Gassner asegura que lo que los realizadores crearon en Skyfall fue la referencia de lo que soñaron para 'Spectre'. “Ese fue el comienzo y 'Spectre' es la continuación”, dice al referirse a la dirección de producción. “En mis primeras conversaciones con Sam le dije: ‘¿A dónde quieres llegar con esta película?, ¿Cuál es tu dirección?’ y él contestó: ‘¿Puedes dar con algo caliente y luego algo frío?’”
 
Bond se desplaza entre climas que contrastan entre el calor y el frío; la película se inicia en México en el seno de una fervorosa celebración del Día de los Muertos. “Cuando surgió la idea del Día de los Muertos me hizo mucha ilusión porque es algo que he seguido durante mucho tiempo al ser de California, por su cercanía a la cultura mexicana”, dice Gassner.
 
“Comenzamos a investigar y cuando dimos con el estilo apropiado y comenzamos a diseñarlo, todo fue encajando. Trabajar con los mexicanos fue estupendo y es evidente que les gusta mostrar lo que les apasiona como cultura. Una de las cosas más emocionantes que he hecho en mi carrera fue preparar las secuencias del Día de los Muertos en la película.”
 
El desfile contó con 10 maquetas y carrozas decorativas de esqueletos, llegando a medir la más alta 11 metros. La atracción principal fue el esqueleto de ‘La Calavera Catrina’, inspirada a partir de un grabado del ilustrador y litógrafo mexicano José Guadalupe Posada, con un sombrero que medía 10 metros de ancho.
 
Al buscar un clima frío de contraste, Gassner y Mendes se decidieron por los Alpes en donde se desarrollan algunas escenas clave, incluido el primer encuentro de Bond con un personaje importante en la clínica Hoffler.
 
“La clínica fue en verdad donde comenzó la aventura para mí”, explica Gassner. “Fuimos a los Alpes en Suiza, Austria e Italia; afortunadamente encontré Sölden en Austria y un restaurante, el ICE-Q, en la cima del telesilla, que se convirtió en la base de lo que buscábamos. La clínica es una especie de joya de hielo en la película”.
 
Gassner dice que la estructura del ICE-Q contaba con atractivos particulares, una estética alpina perfecta, pulcra y fría, para la clínica Hoffler; y su ubicación en la cima de la montaña Gaislachkogl, a 3.000 metros de altitud, la hacían particularmente interesante. Sin embargo, al haber programado el rodaje de escenas clave en el interior de la clínica los realizadores decidieron construir su interior en los estudios Pinewood en Inglaterra, el tradicional hogar de las películas de James Bond.
 
Conocedor del gusto de Sam Mendes por la simetría, tanto en el diseño como en la composición de la escenografía, Gassner intentó replicar la arquitectura existente y reproducir su forma de mariposa. A medida que se iba desarrollando la idea, la nueva impronta se desdobló una vez más para crear un diseño final que constó de cuatro secciones en voladizo que se extienden en torno a un patio central.
 
Para dar equilibrio a la simetría del nuevo edificio se construyó un túnel a modo de entrada principal de hormigón, tanto en la localización Austriaca como en el plató de Pinewood, dotando así a los actores de una transición continua entre los exteriores y el plató de interiores.
 
A la hora de buscar una ciudad europea clave los realizadores eligieron Roma, impresionados por su sensación de poder y magnitud, lo que en general encaja a la perfección con Bond y, en particular, con 'Spectre'.
 
“Todas las ciudades son complicadas para un rodaje”, dice Gassner, “y Roma no fue la excepción, pero lo que queríamos trasladar a la pantalla era la sensación de poder que emana de la arquitectura de esa ciudad”.
 
Una de las escenas clave transcurridas en Roma y rodadas en Pinewood es la reunión de la organización 'Spectre', donde se presenta al antagonista principal de la película, Oberhauser. “Una vez más, el ambiente que se respira en esa escena gira en torno al poder; eso era lo que buscábamos”, dice Gassner. “La localización original que utilizamos como modelo para nuestros interiores fue el del Palacio Real de Caserta, en Nápoles”.
 
“Se respiraba una sensación de magnitud colosal y queríamos transmitir eso durante la reunión de la organización 'Spectre'”, agrega. “Pudimos recrear eso en los estudios que teníamos a nuestra disposición. Creo que logramos lo que necesitábamos y se trata de una gran entrada para Oberhauser. Es un momento clave en la película”.
 
Otra de las localizaciones clave fue Marruecos, incluida la ciudad de Tánger. “Fue emocionante la visita”, confiesa Gassner, “En general, Tánger cuenta con una imagen romántica y jugamos con ella a través de varias escenas importantes”.
 
En el ínterin, Gassner en Londres dirigió la producción de algunas localizaciones muy específicas, incluida la oficina de M, la guarida de Q y el apartamento de Bond, entre otras. “Para la oficina de M, por supuesto, volvimos a la habitación de la ‘puerta roja’ que es ya un clásico”, explica en referencia al entorno arquetípico y muy tradicional donde Bernard Lee ha situado a M a través de los años, “y luego de allí nos dirigimos al laboratorio de Q y a su taller”.
 
Según el productor Michael G. Wilson, el entorno laboral de Q en 'Spectre' muestra su interés por los inventos. “Q vuelve con muchos de sus artefactos mecánicos y arreglando cosas pero además hay algo de tecnología punta tras bambalinas. ¡Se parece un poco al típico laboratorio de un profesor chiflado!”
 
Además de dotar a Q de un nuevo espacio, 'Spectre' también pone al descubierto el apartamento de Bond en Londres. La productora Bárbara Broccoli lo explica: “Al comienzo de la preproducción le dije a Dennis que el piso de Bond sería una de las escenas más difíciles de lograr y luego de rodarla él me dijo: ‘Llevabas razón,’ porque todo el mundo tiene una idea preconcebida de cómo sería la casa donde viviría Bond.
 
“Cuando en realidad te sientas a pensar cómo debería ser ese lugar”, agrega ella, “te das cuenta de que todos tienen expectativas distintas. Sabíamos que sería complicado, pero Dennis realizó una labor tremenda; y también Daniel se interesó mucho en esa escenografía porque nos dice mucho del propio personaje de Bond y lo que para él es su hogar”.

 
En cada localización de 'Spectre' figuran impresionantes acrobacias y secuencias, comenzando con las escenas del Día de los Muertos grabadas en la ciudad de México, en la que aparecen 1.520 extras, vestidos y maquillados por 107 maquilladores, de los cuales 98 eran de la ciudad. Cada jornada laboral requería de tres horas y media para tener a la multitud preparada.
 
Los realizadores rodaron en tres localizaciones diferentes de la ciudad, El Gran Hotel, Plaza Tolsá y el Zócalo –la plaza mayor ubicada en el centro de la ciudad. El equipo de especialistas reprodujeron una enorme explosión con hotel incluido en los estudios Pinewood en Inglaterra, aunque el propio Zócalo fue el escenario de una gran secuencia en la que participó un helicóptero fuera de control pilotado por el mundialmente famoso piloto de acrobacias aéreas de Red Bull, Chuck Aaron.
 
El helicóptero de Red Bull está construido especialmente para realizar maniobras de acrobacias aéreas de tipo tonel y de caída libre. Debido a la altitud en la ciudad de Méjico, Aaron tuvo ciertas limitaciones en las acrobacias aéreas que podía realizar. Aun así, fue más allá de los límites, volando sobre los extras a tan solo 9 metros de distancia con dos especialistas a bordo recreando la pelea, al tiempo que colgaban fuera del helicóptero.
 
El coordinador de especialistas, Gary Powell, asegura “El mundo de las acrobacias ha cambiado mucho y nos centramos más en la historia en todas nuestras escenas de acción, lo cual es estupendo porque en muchas películas se olvidan de la historia y simplemente hacen ‘¡choques, estallidos y golpetazos!’”
 
La escena del helicóptero en México, destaca él, es una parte esencial de la historia. “Nosotros no hicimos estallar cosas porque quedaba bien”, y añade: “En una película de James Bond la acción cuenta una historia”.
 
Como suele ocurrir con cada película de Bond, el rodaje de las escenas de acción se realiza con planos de cámara reales. “Intentamos hacer el máximo posible de forma real”, dice el supervisor de efectos especiales y de miniaturas Chris Corbould, “y luego aparecen los chicos de efectos especiales y hacen que nuestro trabajo quede mejor, modificándolo, eliminando y agregando cosas”.
 
“Pero todo tiene como base la realidad. En México, D.F. podemos ver miles de personas en el Zócalo, reaccionando frente a esta sorprendente secuencia de helicóptero que se despliega sobre ellos en el firmamento”.
 
La acción aérea continúa en Austria, donde los realizadores trabajaron en el lago Altaussee, Obertilliach y Sölden, éste último es la sede del restaurante ICE-Q y del teleférico que aparece en una tensa secuencia con Q.
 
Según Corbould, la principal secuencia de acción en Austria resultó muy complicada en cuanto a técnica se refiere. Explica “Teníamos aviones colgados de cables de altura descendiendo por el valle y aproximándose a uno de nuestros villanos y a sus secuaces, que conducían Range Rovers”.
 
“Luego las alas del avión chocan contra un árbol antes de aterrizar. Va descendiendo colina abajo, usando sus motores como propulsores pero está sobre el terreno, por lo que construimos aviones con motonieves incorporadas y así pudimos pilotarlos”.
 
Corbould y su equipo usaron ocho aviones diferentes en varias plataformas separadas. Dos de los aviones podían volar de verdad, mientras que otros dos estaban adaptados para plataformas de cables. Otros cuatro aviones eran carcasas adaptadas con motonieves ocultas que los especialistas podían usar para conducir el avión colina abajo, garantizando así un control absoluto sobre la nave.
 
“Se trata de elegir el vehículo apropiado para el terreno adecuado e incorporarlo y ocultarlo dentro del vehículo pertinente”, dice Corbould. “En 'Spectre', en esta secuencia que nos ocupa el avión destroza un granero a su paso, lo atraviesa de extremo a extremo para estallar y caer desde una altura de seis metros”.
 
Para grabar esta secuencia, el equipo de 'Spectre' agregó diez cobertizos y un granero al área de rodaje. Ocho de los cobertizos fueron hallados en las montañas cercanas de la región y fueron adquiridos y reconstruidos en el plató. Un total de 32 kilómetros de revestimiento de madera reciclada se utilizó para crear los cobertizos restantes y el granero, que el avión destroza a su paso.
 
Sin embargo, el mayor desafío en Austria fue otro. “En un primer momento no había hielo ni nieve en Austria”, recuerda Corbould. “Todos nuestros preparativos sufrieron retrasos y tuvimos que desplazarnos bastantes kilómetros hasta una localización diferente para probar las plataformas y motonieves de los aviones.”
 
De hecho, el clima en Austria fue tan atípico que los realizadores tuvieron que fabricar 400 toneladas de nieve artificial para cubrir las laderas que normalmente deberían estar cubiertas de un manto blanco. “Austria fue una secuencia intensiva,” destaca Corbould, “y de ahí fuimos directos a Roma”.
 
En Roma, los realizadores rodaron durante cuatro días en el Museo de la Civilización Romana, que hace las veces de un cementerio donde Bond ve por vez primera a la viuda Lucía. A continuación, la segunda unidad estuvo 18 noches más en el curso de tres semanas rodando la deslumbrante secuencia de persecución en coche nocturna en la que Bond en su Aston Martin DB10 y Hinx en un Jaguar C-X75 circulan a gran velocidad por las calles de la ciudad.
 
“Nuestro afán es intentar mostrar en la pantalla cosas nunca antes vistas,” dice la productora Bárbara Broccoli, “y al final resultó que en Roma rodamos una persecución en coche de lo más espectacular. Es algo de lo que nos sentimos muy orgullosos y también creo que los romanos se sentirán igualmente orgullosos”.
 
La logística, sin embargo, fue difícil de organizar. “En Roma vimos una gran cantidad de carreteras que nos gustaron y en ocasiones contaban con alguna particularidad que las hacía especialmente atractivas para una escena con especialistas para hacer un salto por ejemplo”, dice Gary Powell.
 
“En muchas ocasiones, cuando solicitábamos la autorización nos la concedían, pero a veces nos la denegaban, y a partir de ahí teníamos que intentar encontrar otras carreteras. Fue un proceso continuo hasta dar con las localizaciones apropiadas para las escenas con especialistas. Hubo mucho ir y venir en Roma”.
 
Al final, los realizadores pudieron cortar sectores clave de la ciudad, incluida una parte a lo largo del Tíber, con vistas hacia la Plaza de San Pedro y el Coliseo. Pese a que el público solamente verá dos coches en la pantalla, la segunda unidad utilizó un total de ocho Aston Martins y siete Jaguars en el rodaje de la persecución.
 
En el ínterin, Corbould destaca que en la persecución de coches en Roma no podía existir el más mínimo margen de error. “Los pilotos especialistas conducían por Roma a 160kph, así que hasta el más mínimo detalle tenía que salir a la perfección”.
 
“No queríamos que los pilotos sufrieran lesiones y tampoco queríamos que causaran daños a estos edificios que cuentan con miles de años de historia. Arriesgábamos mucho. Empleamos mucho tiempo probando los coches, asegurándonos de que podrían soportar la paliza que los chicos les iban a dar”.
 
La localización que mayores dificultades causó a los realizadores fue la de Marruecos. El equipo principal de 'Spectre' rodó en Tánger y Erfoud, mientras que la segunda unidad también rodó en la ciudad de Uchda en el noreste del país. Aunque en las ciudades se podía trabajar a gusto, el desierto del Sáhara a las afueras de Erfoud representó un desafío mayor.
 
A la hora de trabajar en el desierto los realizadores tuvieron que alertar a toda la población dentro de un radio de 32 kilómetros de que se producirían explosiones ruidosas; para ello el departamento de localizaciones conducía por los alrededores para hablar con los aldeanos y las tribus nómadas. De hecho, se contrató a nómadas de la región como guías y personal de seguridad durante las etapas preparatorias y el rodaje.
 
Por si fuera poco una gran tormenta de arena asoló Erfoud el primer día del rodaje, obligando a suspender la producción durante toda una tarde ya que la visibilidad era nula. El equipo tuvo que ponerse a cubierto en el interior de sus vehículos ya que los vientos alcanzaron los 80kph. La temperatura en Erfoud era en promedio de unos 45 grados centígrados y llegó a alcanzar los 50 grados el día más cálido.
 
Fue en este marco en el que el equipo de efectos especiales supervisó la que podría ser con diferencia la mayor explosión en la historia del cine. El equipo utilizó más de 7.949 litros de queroseno para avivar el enorme estallido. “Es con toda seguridad la mayor explosión de mi carrera”, asegura Corbould. “La planificación y su puesta en escena fueron complejas, pero mereció la pena”.
 
De vuelta en Inglaterra, los realizadores enfrentaron una diversidad de desafíos ante la coordinación de las secuencias especiales en Londres. Entre las localizaciones externas clave figuran el Ayuntamiento de Londres, hogar del Alcalde y de la Asamblea de Londres, que hace las veces del Centro para la Seguridad Nacional, así como una serie de puentes a lo largo del río Támesis. El puente de Westminster, en particular, desempeña un papel crucial en el punto culminante y una sección de éste se recreó en Pinewood.
 
Emma Pill, gerente supervisora de localizaciones, explica: “Hay una secuencia del río que transcurre de noche y en la que aparece una persecución con un barco de alta velocidad y un helicóptero volando a poca altura –nos supuso muchos desafíos organizativos”.
 
Para cada una de las seis noches del rodaje, los realizadores tuvieron que contar con el apoyo de la Autoridad Portuaria de Londres. “La programación de horarios fue muy compleja”, afirma Pill, “debido a la gran cantidad de eventos que tuvieron lugar en Londres por esas fechas, incluyendo las elecciones generales, la ceremonia de apertura del Parlamento y tres fines de semana de ceremonia del desfile del estandarte”.
 
Para poder llevar a cabo las escenas con helicópteros que volaban a poca altura, los realizadores enviaron 11.000 cartas a los residentes y a los comerciantes dentro de la zona de vuelo. “Sin embargo, el mayor desafío fue iluminar el río por la noche”, dice Pill. “Esto requirió semanas de preparativos. Iluminamos cada parte inferior de los arcos de los puentes de Vauxhall, Lambeth y Westminster, 17 arcos en total”.
 
“Estas luces permanecieron allí durante cinco semanas. También iluminamos el río desde 10 tejados a lo largo de la orilla del Támesis, desde el puente Vauxhall hasta el puente Hungerford, trabajando en conjunto con el Palacio de Lambeth, el museo Tate Britain y los Parques Reales de Londres. También trabajamos estrechamente con la Cámara de los Comunes, el Salón Condal y el London Eye para coordinar el encendido y apagado de las luces o para cambiar los colores de las mismas en función de las exigencias de cada rodaje nocturno”.
 
En cada rodaje nocturno participó un equipo de localizaciones de unas 200 personas, incluyendo a jefes de policía, personal de seguridad, agentes de tráfico y de policía. “Eso conllevó distribuir muchas radios y coordinar a muchos equipos cada noche” dice entre risas Pill, “pero en cada ocasión todo marchó sobre ruedas”. 

 
La vigésimo cuarta entrega de James Bond, Spectre, marca un hito en los 50 años de relación entre la serie cinematográfica y los fabricantes de automóviles Aston Martin, quienes, por primera vez, han fabricado un coche expresamente para la película. Ejemplos como el DB5, el cual debutó en 1964 en James Bond contra Goldfinger; el DBS que apareció en 1969 en 007 al servicio de su Majestad y el V8 Volante del 007 Alta Tensión en 1987 –por mencionar algunos- eran coches que estaban disponibles al público general. Sin embargo el caso del nuevo DB10 es completamente distinto.
  El DB10 es un coche conceptual. Tiene un chasís basado en un V8 Vantage modificado, con mayor distancia entre ejes y presume de un motor V8 de 4,7 litros. Tiene una velocidad máxima estimada de 305,78 kph y puede ir de 0-100 kph en escasos 4,7 segundos. El elegante coche exhibe un morro inspirado en el tiburón en el que la rejilla descansa a la sombra, replegada tras su característica línea central. Esta nueva interpretación de la clásica rejilla Aston Martin alude al carácter sigiloso del coche.
  
Todos los paneles de la carrocería son de fibra de carbono, la cual está expuesta en los estribos y el difusor y exhibe un capó en forma de concha de almeja con un panel perforado que regula el calor, prescindiendo así de las rejillas de ventilación por todo el vehículo. En aras de evocar el DB5, los diseñadores se esforzaron por asegurar que la línea del perfil del DB10 fuera elegante de cabo a rabo.
  El DB10 es el sexto Aston en aparecer en una película Bond, y únicamente se han fabricado diez de estos coches conceptuales. Ocho fueron empleados para rodar escenas clave en Spectre, mientras que otros dos fueron destinados a efectos promocionales. Uno de estos vehículos adicionales será subastado para la caridad el año que viene.
 
A la hora de diseñar el vehículo Aston Martin invitó al director de 'Skyfall' y 'Spectre', Sam Mendes, a que ofreciera sus ideas. “Me sentí parte del proceso”, asegura el director ganador del Oscar®. “No sé si ha sido el amable gesto de Aston que me ha hecho sentir así o si realmente lo fui. Pero cuando vi el prototipo inicial me interesé particularmente en la eliminación de detalles innecesarios”.
  “Quería un coche con líneas limpias y claras”, añade, “algo clásico, tanto que resultara prácticamente imposible ubicar el año de su creación. La sensación que perseguía era que el coche podría haber nacido en cualquier momento entre principios de los 70 y ahora mismo”.
 
El coche aparece en una apasionante persecución nocturna que transcurre en las calles de Roma, mientras Hinx (interpretado por Dave Bautista) sigue la pista en un Jaguar C-X75, otro coche conceptual de última tecnología. Jaguar tiene también una fuerte relación con las películas de James Bond y el C-X75 constituye un gran contrincante para el DB10.
 
“El programa DEL C-X75 representa el pináculo de la ingeniería y pericia diseñadora de Jaguar”, dice Adrian Hallmark, Director Global de Marca de Jaguar. De hecho, la potencia al freno del C-X75 se sitúa por encima los 850bhp gracias a su vanguardista motopropulsor de cuatro cilindros turboalimentado de 1,6 litros inspirado en la mismísima Fórmula 1.
 
Con una transmisión de siete marchas, el coche puede alcanzar los 0-160,93 kph en menos de seis segundos. El primer prototipo C-X75 excedió los 321,87 kph en las pruebas; y el coche tiene en teoría una velocidad máxima de 354,06 kph. El Coordinador de Especialistas de Spectre, Gary Powell, alucinó con la potencia. Afirma “El ‘Jag’ era tan potente que tuvimos que moderar la máquina para que la respuesta del acelerador no fuera tan agresiva”. En total siete Jaguares figuraron en la escena de persecución en Roma.
   Como es de esperar, el Jaguar C-X75 no es el único coche pilotado por Hinx. El musculoso matón también se sube a un Land Rover en una escena que transcurre en los Alpes. Varios Land Rover protagonizaron la escena y cada uno de ellos tuvo que ser adaptado para garantizar la seguridad del conductor en las acrobacias realizadas.
   El Supervisor de Efectos Especiales Chris Corbould explica “tuvimos que instalar barras de seguridad antivuelcos en todos estos vehículos en Austria. Luego hubo que devolverlos a Land Rover para que se encargaran de toda la tapicería interior para ocultar de la vista las barras antivuelcos”.
  Los todoterreno negros aparecen en la nieve durante una secuencia especial con una aeronave, la Britten-Norman BN Islander, una aeronave inglesa de los años 60 de la que echa mano Bond para perseguir a Hinx en una secuencia de acción crucial. Aunque se diseñaron allá por el 1960, varios cientos de BN-2 Islander siguen en servicio con operadores comerciales. Asimismo, el ejército británico y los cuerpos policiales del Reino Unido siguen usando la aeronave en la actualidad.
 
En total, las ocho aeronaves se utilizaron en una variedad de plataformas de acrobacias. Dos de los aviones estaban totalmente operativos. Se trata de máquinas contratadas pintadas con pintura negra lavable. Se construyeron dos fuselajes adicionales para emplearse en una plataforma cableada que guiaba el avión sobre los techos de los todoterrenos hasta impactar un granero especialmente construido para la secuencia. Cuatro aviones más fueron construidos para adaptar las motonieves en sus armazones.
 
“Esto significó que, cuando el avión se estrella en esa escena de la película, nuestro equipo de especialistas podría conducir los aviones colina abajo con las motonieves”, explica Chris Corbould. “Da la impresión de que se ha perdido el control pero en realidad estamos maniobrando el avión, que ha perdido sus alas, desde dentro del fuselaje”.
 
Otros vehículos notables en Spectre incluyen tres helicópteros distintos entre ellos un McDonnell Douglas MD500E que aparece en Marruecos mientras que un ligero Agusta Westland AW109 bimotor forma parte integral del clímax en el puente de Westmister en Londres.
 
El helicóptero más destacado, sin embargo, es probablemente el Messerschmitt-Bölkow-Blohm Bo 105 –otro bimotor ligero- que protagoniza la estremecedora secuencia que se desarrolla en la Ciudad de Méjico. El Bo 105 fue comandado por el piloto acrobático de helicópteros de Red Bull, Chuck Aaron, cuya máquina fue especialmente construida para caídas en barrena y caídas libres.
 
Debido a la altitud de la Ciudad de Méjico, Aaron tuvo que limitar sus extravagancias acrobacias durante una emocionante escena sobre la plaza mayor de la ciudad, el Zócalo, donde voló a 9 metros de los extras mientras dos especialistas colgaban del exterior de la máquina intercambiando puñetazos.
 
“La secuencia de Ciudad de Méjico culmina con una espectacular pelea dentro de un helicóptero que ha perdido el control,” dice Mendes. “Lo pilota un increíble piloto de acrobacias, Chuck Aaron, que hace hazañas sorprendentes. Es un momento espectacular como ningún otro que hayamos visto en una película de Bond”.

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