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SINOPSIS
Florence es una mujer que está decidida a hacer realidad el sueño que ella y su difunto esposo tenían desde que se conocieron y que no es otro que abrir una librería en un pequeño y tranquilo pueblo. Para que todo vaya bien contrata como ayudante a una niña, decidiendo a la vez rehabilitar una emblemática casa del lugar lo que terminará por sacar a la luz los sentimientos más escondidos de los vecinos del lugar...
INTÉRPRETES
EMILY MORTIMER, PATRICIA CLARKSON, BILL NIGHY, JAMES LANCE, FRANCES BARBER, CHARLOTTE VEGA, MARY O'DRISCOLL, JORGE SUQUET, KAREN ARDIFF, GARY PIQUER, LANA O'KELL, RACHEL GADD
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NOTAS DE LA DIRECTORA...
Leí la novela de Penelope Fitzgerald hace casi diez años, durante un particularmente frío verano en las Islas Británicas. La lectura del libro fue una verdadera revelación: me sentí totalmente transportada al año 1959 y me creí verdaderamente ser, de algún modo, esa inocente, dulce e idealista Florence Green. De hecho, lo soy. Me siento profundamente conectada a este personaje como nunca me he sentido con los protagonistas de mis anteriores películas.
La gente corre riesgos todos los días. Gryes, pequeños, peligrosos o seguros: y la mayoría de ellos pasan desapercibidas. Pero, ¿qué pasa cuyo No pasan desapercibidas? ¿Y eso cómo refleja el mundo actual que todos habitamos?
Hay algo heroico en el personaje de FLORENCE GREEN, algo simple y familiar. Ella se está aventuro, y por ningún otro motivo que el del deseo de abrir una librería. No le importa ni busca tener el apoyo de su entorno. Simplemente pone empeño y resolución. Como resultado, Florence Green no pasa desapercibida.
Y es ahí donde la cosa se pone interesante. Esta mujer tranquila, en un pueblo tranquilo, en un Suffolk, Inglaterra de posguerra muy tranquilo, es una llamada a todos a madurar y responsabilizarse de hacer que la vida sea mejor para todos nosotros. Es una alegoría para el segundón antes de que hubiera nadie que le animara o que lograra que creyera en sí mismo. Florence no es la persona que suele ir en cabeza. Hay otros que desempeñan ese papel, y no les gusta que se lo usurpen. En realidad, las acciones de Florence ilustran la pasividad de sus líderes sociales, y por lo tanto atraen su ira. Pero Florence tiene agallas: no afloja, ni siquiera tras varios avisos.
Florence representa tantos mundos que me interesan como cineasta– es una mujer con una visión – una visión que no comparte todo el mundo en su pueblo. Florence está haciendo algo nuevo. Ve una oportunidad de llenar un vacío. No hay ninguna librería en su pueblo. El orgullo desmedido de Florence radica en su creencia de que este es un pueblo que desea una librería tanto como ella cree que la desea. Corre un riesgo, y algunos de sus coetáneos tomarán medidas extremas para bajarle los humos. Florence se enfrenta a la poderosa élite social sin darse cuenta ni tan solo de que lo ha hecho. Florence recibe apoyo de la vieja Guardia, o el “verdadero” liderazgo en su pueblo, pero ¿es suficiente? A mí me recuerda a la primera serie de coches eléctricos. Ella es una vocecita con una idea gigantesca. Mientras que los poderes en contra de Florence son las personas agresivas en la autopista que siempre quitan al conductor más lento de en medio, y los triunfos de ella son esas tardes preciosas en las que somos testigos de su arresto.
En el texto original, hay una referencia constante al poder del mar, la mención de humedad o moho en una casa, y de la conveniencia general de un espacio interior basada en su capacidad de mantenerse seco. Esto se traduce casi a la perfección en el estado de las mentes de nuestros personajes. Me encanta el desafío de mostrar a Florence como una bocanada de aire fresco desafío las ideas enmohecidas de su pequeño pueblo. Su rival social, la señora Gamart, es la reina del moho – utiliza al gobierno enmohecido saturado de papeleo para obstaculizarle el camino a Florence, sigue inyectyo el carácter mohoso y pegajoso de Milo North en el entorno de Florence y persiste, aunque no puede vencer, no hasta que encuentra un escondite en la estructura física de la librería.
El equilibrio de esta película radicará en las capas de las varias escaramuzas que Florence deberá superar en su pequeña sociedad. Dichas escaramuzas suman todas las batallas y dichas batallas componen la guerra.
Mientras somos testigos de cómo se establece, y de las decisiones que toma para seguir adelante, también debemos ver la onda expansiva de esa gota en el estanque y cómo afecta a los que la rodean. Y aunque Florence no gana la guerra, deja una impresión en unas pocas personas que pueden o no tener que asumir fuertes acciones en sus propios futuros.
Al final queda el dulce dolor sordo de la inevitabilidad. Los fuegos de la resistencia necesitan oxígeno para sobrevivir. El agua sigue fluyendo y, como el moho logra introducirse en una estructura y derribarla, se lleva la historia. Cada byo debe estar alerta para mantenerse. La guerra contra Florence no da lugar a nada tan impactante. Todos volvemos a ser humanos, llenos “de sonido y furia, significyo nada.” Florence pierde su batalla, pero ¿habrá inspirado a la siguiente generación de guerreros?
Mi misión es demostrar que, en efecto, Florence nos ha inspirado a todos a luchar por las causas justas.
MOTIVACIÓN CULTURAL DE LA AUTORA Y LOS PRODUCTORES...
'La Librería', es una película basada en el libro homónimo de Penelope Fitzgerald, una tragicomedia sutil, que narra la historia de Florence, una mujer que se encara a un enorme desafío: tratar de construir y mantener una librería en un pequeño pueblo inglés. La historia narra las dificultades y los obstáculos con los que Florence se va encontró: la ignorancia, la envidia, y la falsa moral de un pueblo que acabará irremediablemente con su sueño.
El argumento de la historia es casi una parábola sobre el peligro y las dificultades que hoy en día corre el mundo de la literatura y de la palabra escrita al enfrentarse a una sociedad burocrática, inculta e ignorante que se mueve por el dinero y la envidia. Si la palabra escrita tal y como la conocemos desaparece, desaparecen todos los valores culturales, sociales y de conocimiento que ello conlleva. Todos hemos visto en nuestra ciudad como las librerías de toda la vida van desapareciendo engullidas por la maquinaria de una sociedad que parece no necesitar los libros. Esta película pone el punto de mira en esta desaparición incesante, silenciosa y definitiva cuyas consecuencias son tan graves y catastróficas como la desaparición de la biblioteca de Alejandría.
La película también es un alegato a la libertad de expresión y un ataque directo a todos aquellos ejemplos de ignorancia y censura. La publicación de una edición del famoso libro de Nabokov: Lolita, será la excusa perfecta para intentar hundir la librería de Florence, dejó en evidencia la moral inequívocamente hipócrita que demoniza y condena cualquier alegato que no reafirme el discurso de su falsa y controladora moral. En definitiva, la película también es un canto a la libertad de expresión y la pluralidad de opiniones y enfoques.
Además de estos valores, el film también narra la lucha personal de Florence. Una especie de Ave Fénix que intentará reconstruirse así misma después de la muerte de su marido. Un personaje femenino, fuerte, inteligente y maduro que se mueve con y gracias a las emociones y que intentará por todos los medios levantar un negocio cultural simplemente como gesto de amor hacía la persona perdida, sin esperar otro tipo de compensación que la espiritual. Sus antagonistas en cambio querrán arrebatarle su proyecto simplemente para crear otro que esté por encima del suyo y que consiga fama y dinero. Esta lucha es una representación de algo que ocurre hoy en día demasiado a menudo, donde la cultura no promueve las obras artísticas que valen la pena sino todas aquellas obras que con su oportunismo o espectacularidad son rentables y dan un montón de beneficios económicos. Una vez más, dio la espalda a la posibilidad curativa, regenerativa, educativa e insondable que tiene la cultura y el arte por sí mismas.
Este largometraje respira por cada uno de sus poros amor por la literatura y los libros. Un amor puro y eterno por la lectura que debería transmitirse de generación en generación. Es por eso por lo que la protagonista, aunque pierde en su empeño, al final es capaz de transmitir esa pasión a Christine, una niña que representa el futuro de un mundo que no debería dar la espalda a los libros. ¿Quién sino puede preservar la existencia de la literatura sino las nuevas generaciones que a priori no tienen ningún interés por ella? La literatura y la novela está en manos de los que ahora son jóvenes y está en nuestras manos educarles para que no den la espalda a la palabra escrita. La película tiene un desenlace optimista y afín a esta idea y acaba con una secuencia regenerativa donde al final la cultura se transmite de generación en generación y construye un mundo mejor. Lo que justifica que Christine sea la narradora en VO en llamamiento al público juvenil y sea ella misma quien transmita esos valores a la nueva generación social. Además, el hecho de que un personaje de su edad sea un secundario importante en la película puede atraer a este sector del público a las pantallas.
GALERÍA DE FOTOS
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