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NOTAS DE LOS DIRECTORES...
La violencia engendra violencia. Esta máxima es la que sirve de motor de la historia. Los directores, testigos de la barbarie humana en diversos conflictos, por causa de nuestro anterior trabajo periodístico en TVE, estábamos interesados en señalar la sinrazón de la guerra y la venganza, y, de paso, subrayar el triste hecho de que un ser humano, aparentemente normal, amante de sus amigos y su familia, pueda ser capaz de las mayores atrocidades cuando se encuentra inmerso en la borrachera de horror que produce una guerra, ese momento en el que parece que todos los valores morales aprendidos carecen de sentido y pueden ser transgredidos sin que nada ni nadie tenga legitimidad para defenderlos.
Todos los personajes de 'Tiempo sin aire' ven transformada su vida por un hecho producido muchos años atrás, y a miles de kilómetros de distancia. Un hecho muy parecido al que puede estar teniendo lugar en estos mismos momentos en cualquier rincón del mundo en el que se viva un conflicto bélico, o similar a los que pudieran suceder en cualquier periodo de la violenta historia del hombre.
Paralelamente, 'Tiempo sin aire' nos muestra cómo el ser humano se sobrepone al dolor, y necesita siempre alimentar la esperanza, por oscuros que sean los caminos que transita. Nuestros personajes, todos ellos poliédricos, como lo somos las personas, se ven en la necesidad de convivir con el daño profundo que produce la tragedia, y, al mismo tiempo, de “conectarse con la vida”, aunque el alma se encuentre llena de cicatrices.
El ser humano es capaz de lo peor, pero también de lo mejor. Y la amistad generosa y el amor incondicional, están también en nuestra historia. De hecho, el amor y la amistad son los catalizadores capaces de transformar el dolor en esperanza y el deseo de muerte en necesidad de vida.
Violencia, venganza, dolor, mentira, amistad, amor, esperanza… Pulsiones humanas elementales y profundamente arraigadas que nos acompañan desde el principio de los tiempos. Y están también muy dentro de los protagonistas de 'Tiempo sin aire'.
DESCRIPCIÓN DE PERSONAJES...
MARIA:
Enfermera de profesión, ha vivido rodeada de los conflictos latentes en una sociedad tan desangrada como la colombiana. Las continuas hostilidades en su país derrumban su mundo: tras la muerte de su marido, será la posterior violación y asesinato de su hija Patricia el desencadenante que marcará su existencia. Pero cuando su corazón debería marchitarse y decir basta, se endurece en la concreción de una meta: encontrar a Iván, uno de los autores de la barbarie cometida sobre su hija. Y esa luz al final del túnel sólo tiene un nombre: venganza.
GONZALO:
Psicólogo escolar en Tenerife, su monótona existencia se desenvuelve entre sus alumnos y los cuidados a su madre. Tras la muerte de ésta, su vida experimentará un giro radical cuando conoce a María y a su hijo Daniel. El destino parece haberle concedido una gracia: ayudar a ese niño y amar a su madre. Hará algo más: ayudará a María en su búsqueda de Iván, la sombra que persigue.
IVÁN:
Joven altanero, seguro de sí mismo y dueño del desparpajo suficiente para tener el éxito asegurado con las mujeres. Ha servido en el cuerpo paracaidista del ejército. Pero su meta más inmediata es engrosar su cuenta bancaria y montar un centro de adiestramiento canino. Una noche se enamorade Vero y la hace partícipe de sus sueños. Aunque ello suponga cruzar el Atlántico para conseguir sus objetivos. Ya conoce la milicia y sus entresijos, así que decide probar suerte como soldado de fortuna.
VERO:
Vero trabaja en un supermercado cuando queda deslumbrada por Iván. Honesta y trabajadora, quiere salir adelante con su esfuerzo. Pero los sueños de Iván la convencen de que se puede conseguir todo más rápido, y cuando parece que su vida ha dado un salto de calidad, descubre que lo rápido a veces no es lo mejor.
DANIEL:
Un niño sensible cuya infancia ha transcurrido paralela al conflicto armado en su país de origen. Será mudo testigo de la violación y asesinato de su hermana Patricia. Daniel viene a representar el lado más doloroso de cualquier conflicto: la inocencia perdida y la entrada cruel en un mundo violento y real. Pero Daniel nunca habla de lo sucedido, un velo de niebla parece recubrir su memoria. Será Gonzalo, psicólogo del colegio donde estudia, el que intente escudriñar los entresijos de su mente. Pero Daniel no entra en el juego. No desea recordar.