28 Octubre 2022. El Festival de Sevilla rescata la memoria de Salvador Valverde, el autor de ‘Ojos verdes’ que silenció la dictadura.
Del 4 al 12 de noviembre, Sevilla volverá a ser el centro neurálgico del cine europeo con más de 200 títulos para todo tipo de públicos, decenas de cineastas que presentarán sus películas en las salas ante el público así como una treintena de actividades que contextualizan y enriquecen los debates que propone la programación del Festival en su conjunto.
Una de las actividades con las que el Festival revalida, una edición más, su compromiso con la memoria histórica y con la recuperación de figuras orilladas por la dictadura será la celebración de un homenaje a Salvador Valverde, intelectual republicano español que falleció en el exilio en Buenos Aires en 1975. Cuando las tropas de Franco se aproximan ya a Sevilla, rotos los frentes, Valverde decide partir a Francia y organiza la evacuación de la gente del espectáculo, afiliada a la CGT, en un tren especial que saldrá rumbo a la frontera. Llegará a Argentina en 1939, donde continuará su exitosa carrera como autor, país en el que falleció, con 80 años, el 5 de septiembre de 1975, apenas dos meses antes de la muerte de Francisco Franco.
Sobre su obra y trayectoria vital, el Festival de Sevilla estrena mundialmente el próximo jueves 10 de noviembre, en el marco de un acto que se celebrará en el Centro Cívico de Torreblanca Juan Antonio González Caraballo, el documental Salvador de Maruxa Ruiz del Árbol. En este trabajo, que cuenta con la producción de José Miguel F. F. Lomana, Quique Álvarez, Pepa González (El Torreón del Sol), participan voces fundamentales en la copla contemporánea como Miguel Poveda, Concha Buika o Diana Navarro, entre otros. El tributo se completa con la presentación de un libro y una exposición sobre la figura y trascendencia de Salvador Valverde, al que tan sólo se empezó a recuperar socialmente en nuestro país a partir de 2003, con la incorporación de su nombre al callejero de Sevilla, en concreto una plaza del barrio de Torreblanca.
Una obra silenciada por la dictadura...
En noviembre de 1939, el barco de vapor Massilia desembarcó en Buenos Aires después de 18 días de travesía desde la ciudad francesa de La Rochelle. A bordo viajan 384 personas que huyen de la guerra en Europa. La Segunda Guerra Mundial acababa de comenzar y la Guerra Civil Española había terminado en abril de ese mismo año, provocando miles de represaliados. Entre otros intelectuales republicanos españoles viaja en ese barco Salvador Valverde, escritor, dramaturgo y coplista. Con 45 años dejaba atrás canciones eternas como María de la O y Ojos verdes y un afamado trío de compositores: Valverde, León y Quiroga, del cual su nombre sería eliminado y sustituido por Quintero, León y Quiroga. Después de su exilio, cuando se transmite por la radio alguna de sus famosas canciones se dice que es de León y Quiroga.
Valverde regresaba así al país que, por azar, le había visto nacer. Sus padres vivieron en Argentina cuatro años, los mismos que él tenía cuando, por la salud de su padre, decidieron regresar de vuelta a Andalucía, de donde eran originarios.
Sus coplas quedaron para siempre en el cancionero popular español, pero pocos saben quién fue su autor y la historia de su exilio, que compartió con otro gran artista de la época como Miguel de Molina. Pese al intento de la dictadura por provocar su muerte civil, Concha Piquer y otros intelectuales y artistas fueron a visitarlo a Buenos Aires. También le visitan y trabajan con él en Argentina Imperio Argentina, Carmen Amaya, Lola Flores, Carmen Sevilla o Sara Montiel.
Este vacío en la memoria de la copla en España fue reparado tímidamente cuando Sevilla puso su nombre a una plaza en 2003 y en 2007, una placa en la casa donde vivió entre 1929 y 1930.
Una obra silenciada por la dictadura...
En noviembre de 1939, el barco de vapor Massilia desembarcó en Buenos Aires después de 18 días de travesía desde la ciudad francesa de La Rochelle. A bordo viajan 384 personas que huyen de la guerra en Europa. La Segunda Guerra Mundial acababa de comenzar y la Guerra Civil Española había terminado en abril de ese mismo año, provocando miles de represaliados. Entre otros intelectuales republicanos españoles viaja en ese barco Salvador Valverde, escritor, dramaturgo y coplista. Con 45 años dejaba atrás canciones eternas como María de la O y Ojos verdes y un afamado trío de compositores: Valverde, León y Quiroga, del cual su nombre sería eliminado y sustituido por Quintero, León y Quiroga. Después de su exilio, cuando se transmite por la radio alguna de sus famosas canciones se dice que es de León y Quiroga.
Valverde regresaba así al país que, por azar, le había visto nacer. Sus padres vivieron en Argentina cuatro años, los mismos que él tenía cuando, por la salud de su padre, decidieron regresar de vuelta a Andalucía, de donde eran originarios.
Sus coplas quedaron para siempre en el cancionero popular español, pero pocos saben quién fue su autor y la historia de su exilio, que compartió con otro gran artista de la época como Miguel de Molina. Pese al intento de la dictadura por provocar su muerte civil, Concha Piquer y otros intelectuales y artistas fueron a visitarlo a Buenos Aires. También le visitan y trabajan con él en Argentina Imperio Argentina, Carmen Amaya, Lola Flores, Carmen Sevilla o Sara Montiel.
Este vacío en la memoria de la copla en España fue reparado tímidamente cuando Sevilla puso su nombre a una plaza en 2003 y en 2007, una placa en la casa donde vivió entre 1929 y 1930.