KATHARINE HEPBURN era una de las actrices con más personalidad de toda la historia del cine.
No buscó nunca la publicidad extra-artística, y eligió casi siempre sus películas, sus directores y sus galanes.
Jamás aceptó intromisiones en su vida privada y, sin embargo, consiguió ser un autentico mito viviente.
Hija de un prominente cirujano de Virginia, recibió, como sus cinco hermanos, una educación liberal muy alejada de la rapidez habitual de las familias de postin en Estados Unidos.
Comenzó ya a interpretar obras de teatro en el colegio, y en 1928 logró un papel en la obra “The big pond”, siendo después la protagonista de la misma cuando la primera actriz fue despedida.
Su carrera teatral fue una continua sucesión de éxitos, especialmente por sus interpretaciones de Shakespeare, y por ello el conocido realizador George Cukor la llamó a Hollywood, a comienzos del cine sonoro, para intervenir en el filme “Doble sacrificio”.
Al año siguiente consiguió el Oscar por la película “Gloria de un dia”, iniciando así una carrera cinematográfica, que sería mucho más brillante que la teatral.
En 1960 le concedieron la Estrella en el Paseo de la fama.