A los trece años se inició como cantante y actor cómico en revistas y espectáculos musicales.
En 1937 debuta en la televisión y en 1945 fue llamado a Hollywood por la RKO debutando en el cine.
Descubierto por Joshua Logan por su continuada y apreciable labor en televisión, le ofreció un papel en “Sayonara”, que le valió el Oscar de 1957 al mejor actor secundario de la temporada.
Tras este triunfo siguió trabajando incansablemente para el cine y la televisión, actuando en películas importantes como “¡Hatari!”, “El día más largo”, “Danzad, danzad malditos” o “La aventura del Poseidón”.
No volvió, sin embargo, a ser nominado.