En 1929 Burt ingresó en la NYU con el propósito de convertirse en profesor de educación física y entrenador de atletismo.
Cuando transcurrieron dos años el ambiente universitario acabó por ahogarle y decidió abandonar sus estudios y unirse a la “troupe” de un circo, donde formó dúo acrobático con Nick Cravat.
Debutó en el cine con dos films irrelevantes, pero su tercera película, “Forajidos”, fue un gran éxito y Burt se vio catapultado a la fama.
En 1953 fue nominado al Oscar correspondiente al mejor actor por el largometraje “De aquí a la eternidad”, volviendo a conseguir esta distinción en 1962 por “El hombre de Alcatraz”.
No logró el Oscar con este film, pero si el premio de interpretación del Festival de Venecia, y alcanzando finalmente la preciada estatuilla por su magnifica interpretación en la película “El fuego y la palabra”.
En 1981 es nuevamente nominado al Oscar relativo al mejor actor por su trabajo en “Atlantic City”.
Recibió en 1958 la Estrella en el Paseo de la fama y en 1974 el David di Donatello a toda su carrera.