Estudió medicina en la Universidad de San Diego y arte dramático en la de Berkeley, donde inició una carrera teatral que le llevaría a Broadway.
En 1943 debutó en el cine con el filme “Days of Glory” y en 1945 ya fue nominado al Oscar correspondiente al mejor actor por “Las llaves del reino”.
Volvió a ser nominado en 1946 por “El despertar”, en 1947, por “La barrera invisible”, y en 1949 por “Almas en la hoguera”, ganando finalmente este preciado galardón en 1962 por su interpretación de abogado defensor de un negro en una ciudad sureña en el filme “Matar a un ruiseñor” de Robert Mulligam.
No volvería a ser nominado, pero en 1967 recibe de la Academia el Oscar humanitario Jean Hersholt.
Además de los largometrajes citados, Gregory Peck cuenta en su haber con títulos tan interesantes como “Recuerda”, “Cielo amarillo”, “El pistolero”, “Los cañones de Navarone”, “Sólo el valiente”, etc.
En 1986 el Festival de San Sebastian le otorgó el premio “Donostia”, como reconocimiento a su labor cinematográfica.