Asistente-operador en Paris y Berlín después de cursar estudios de Derecho, emigró a Estados Unidos con la llegada de Hitler al poder y participó como ayudante en la realización del filme de Paul Strand ‘Los rebeldes de Alvarado’.
Su primer trabajo importante de dirección fue la adaptación de la novela de Anna Seghers sobre el éxodo de los antinazis a través de Europa, ‘La séptima cruz’ (1944) con Spencer Tracy.
En 1951 su cortometraje ‘Benjy’ fue premiado con un Oscar, y en 1953 consiguió el destinado al mejor director por la excelente película ‘De aquí a la eternidad’, que en total se llevó ocho galardones.
Aunque algunos críticos especializados acusaron a Zinnemann de excesivo académico, lo cierto es que logró múltiples y sonados éxitos, como el Oscar al mejor director que obtuvo por ‘Un hombre para la eternidad’.
Fue también nominado para este mismo galardón por ‘Los ángeles perdidos’ (1948), ‘Solo ante el peligro’ (1952), ‘Historia de una monja’ (1959), ‘Tres vidas errantes’ (1960) y ‘Juila’ (1977).
En 1960 recibió la Estrella en el Paseo de la fama.
Nació el 29 de abril de 1907 en Viena, Austria y falleció el 14 de marzo de 1997 en Londres.