Huérfana desde los cuatro años, vivió una difícil adolescencia.
Trabajó como telefonista a principios de los años veinte, probando posteriormente fortuna en el teatro como bailarina en espectáculos de carácter musical. Así, formó pareja con Frank Fay y actuó tanto en ‘night-clubs’ como en revistas teatrales, interviniendo en obras como la famosa ‘Ziegfield Folies’.
En 1927 debutó en el cine, ya con el nombre artístico de Barbara Stanwyck, interviniendo en filmes de carácter musical y adquiriendo posteriormente una merecida popularidad gracias a las películas que protagonizó bajo la dirección del famoso realizador Frank Capra. También intervino en filmes de carácter policiaco, como ‘Perdición’, de Billy Wilder, y en el conocido western ‘Unión Pacifico’, de Cecil B. de Mille.
En los últimos años Barbara Stanwyck continuó desarrollando una fructífera labor en la televisión a través de series como ‘El pájaro espino’ o ‘Los Colby’, y en 1982 la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood la concedió un Oscar especial por su dilatada trayectoria artística. Premio totalmente justo, tras haber sido nominada anteriormente por ‘Stella Dallas’ (1973), ‘Bola de fuego’ (1941), ‘Perdición’ (1944) y ‘Voces de muerte’ (1948).
En 1960 le otorgaron la Estrella en el Paseo de la fama, en 1981 el Premio a su carrera de los Críticos de Los Angeles, en 1982 un Oscar honorario, en 1986 el Premio Cecil B. De Mille en los Globos de oro y en 1987 el Premio a su carrera del Instituto Americano del Cine.