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CRITICA
Por: PACO CASADO
Como en casi todas las buenas familias nadie evita que haya un garbanzo negro, así ocurre en el cine británico que está dando notables muestras últimamente, con directores que hacen cine social y no por ello ha dejar de ser un cine divertido e interesante.
Dentro de ese tipo de comedias al parecer ha salido este garbanzo negro del personaje de Ali G, nacido en la televisión que debido a su éxito, han decidido hacerle protagonista de un largometraje.
Claro que no es lo mismo mantener un show en la tele que hacer una película aunque sea corta, como ésta, que no llega a la hora y media, cosa que por otro lado se agradece dada la baja calidad de la misma.
Pero en ese espacio de tiempo no hay ni una sola escena que nos moviera ni siquiera a provocarnos una ligera sonrisa.
De entrada el aspecto físico del personaje ya repele y su gracia la debe tener como las abejas, en el trasero, porque no se la ve por ninguna parte.
El guion no tiene pies ni cabeza, cuyas situaciones absurdas acaban en una vulgar comedia chabacana y de mal gusto, con un humor escatológico, obsesionado por el sexo, la provocación gratuita, sin gracia y de pésimo agrado.
Firme candidato a lo peor del año.
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