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CRITICA
Por: PACO CASADO
Últimamente se ha puesto de moda que las televisiones produzcan algunas películas, ya sean thrillers o comedias, que son los géneros más frecuentes, con lo cual les interesa promocionar sus propios productos con una publicidad masiva hasta aturdir a los telespectadores que casi se ven obligados a verlas y más si en ellas actúan algunas caras conocidas de ese medio televisivo que sean de su agrado.
Así ocurre con la última de estas producciones que llega a las pantallas comerciales, que en este caso se trata de una comedia llena de tópicos que sirve de alegoría al momento actual de nuestro país.
Richi y Juan Osorio son hermanos, han vivido muy bien hasta que llegó la crisis pero ahora no ganan ni para llegar a fin de mes y están dispuestos a cualquier cosa por conseguir unos euros mientras que un bruto y carca alcalde de su pueblo se quiere aprovechar de ellos.
Ambos se hicieron famosos con su conjunto musical Supergalactic, con un tema electrónico en los 90, que daba pena, pero del que hoy ya nadie se acuerda.
Tras años de separación se vuelven a encontrar gracias al alcalde que les dará diez mil euros si hacen el pregón de las fiestas.
Ellos juraron que no se verían las caras nunca más pero por esa cantidad tan razonable de dinero y en las circunstancias económicas en que ambos se encuentran están dispuestos a hacer una excepción, ya que han tocado fondo y están arruinados.
Cuando les contratan para ir juntos a dar el pregón de Provenzo, su pueblo natal, donde aún los valoran e incluso les tienen puesta una estatua, aceptan, pero no saben lo que les espera.
Sus intenciones son las de llegar, coger el dinero y salir corriendo, pero se ven truncadas por unos planes secretos, debido a las maniobras del alcalde para reconquistar a su novia y a las tradiciones más profundas de las fiestas que acaban por complicarles la vida más de lo previsible.
En este caso las figuras televisivas elegidas son las de Andreu Buenafuente y Berto Romero que durante algún tiempo formaron tándem en un programa que son los que se ven metidos en tan ingente fregado, mientras que Jorge Sanz encarna al bruto alcalde tratando de conquistar a Belén Cuesta.
El guion de Diego San José y David Serrano suena a encargo con situaciones ridículas y absurdas, aprovechando las costumbres populares como lo de tirar a una cabra desde un campanario o el hecho de hacer pasar a los artistas por homosexuales, obteniendo así la comicidad los guionistas con la ayuda de los mencionados actores, pero las secuencias se nos antojan forzadas y la mayoría de las veces faltas de gracia.
La producción no debe haber ido muy sobrada de presupuesto ya que se vuelve a usar el pueblo y los decorados de '8 apellidos catalanes' (2015) y actores poco conocidos para arropar a los ya mencionados.
Dani de la Orden tras sus dos films de sketchs locales 'Barcelona, noche de verano' (2013) y 'Barcelona, noche de invierno' (2015) arrostra su primera comedia de cara al gran público de toda España con ciertas irregularidades y sin mucho éxito.
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