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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las películas policíacas sobre asesinos en serie adquieren una dimensión nueva, como ocurre en este thriller sobrenatural, cuando entra a formar parte de su argumento algo de fantasía o ciencia, no sabemos cómo llamarlo esta vez, cuando participan en el juego las intuiciones o premoniciones que ayudan a resolver unos casos de asesinatos.
Un médico psiquiatra y analista civil retirado, John Clancy, una especie de vidente, trabaja con Joe un agente especial del FBI en busca del asesino Charles Ambrose.
Después de haber vivido en aislamiento durante dos años, desde la muerte de su hija Emma y la ruptura de su matrimonio con su esposa Elizabeth, Clancy se presta a ayudar su amigo Joe Merriwether y a su colega Katherine Cowles, para resolver varios casos de extraños asesinatos cometidos por un asesino en serie que todos tienen las mismas características.
Cuando los poderes de intuición de Clancy le ponen en la pista del asesino no tarda en darse cuenta que el problema está en que Ambrose es también psiquiatra y va muy por delante de él, lo que dificulta la misión.
Las victimas son variadas, un hombre de 42 años, un niño de 12, una mujer de 69 y todas mueren de la misma forma y de manera indolora.
El guion de este film viene rodando por diferentes manos desde hace una década hasta que por fin el oscarizado actor Anthony Hopkins, tras leerlo, se interesó por él e incluso se decidió a producirlo e interpretarlo en el personaje de John Clancy.
Posee un estudio de personajes bastante sólido, con algunos giros interesantes y con una cierta sorpresa al final, lo único que tiene en contra es que hay que admitir lo que de sobrenatural hay en su trama.
El guion, algo efectista, tiene algunos convencionalismos propios de este género que si se admiten nos llegan a interesar por los giros que da su argumento con momentos de tensión y algo de morbo en el que se inserta el crimen como un hecho cometido por piedad para con las víctimas en una especie de eutanasia no consentida, lo que no deja de ser un crimen, ya que nadie tiene derecho a quitar a otra persona ni un segundo de su vida sin su permiso.
El realizador brasileño Alfonso Poyart, tras largo tiempo filmando spots publicitario, debutó en la dirección de un largometraje con '2 coelhos (Dos conejos)' (2012) una frenética cinta de acción, y ahora hace su primer largometraje de habla inglesa con Premonición el segundo título de su filmografía en el que nos presenta una historia bien contada, con buen tempo tomada en serio, aunque no sea muy creíble, pero resulta ciertamente disfrutable.
Anthony Hopkins, actor del que a estas alturas nadie duda de su maestría cuya sola figura eleva el nivel, que asume todo el protagonismo que comparte con Jeffrey Dean Morgan y la actriz australiana Abbie Cornish que incorporan a los dos agentes, mientras que Colin Farrell aparece en el tercio final.
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