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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el cine alemán se han puesto de moda las películas de temática histórica a raíz de éxitos como los logrados por 'Good Bye, Lenin!' (2003), 'El hundimiento' (2004), 'La vida de los otros' (2006), etc.
En esta ocasión es el director Dennis Gansel, que ya armó el escándalo con su film 'Nápola' (2004), quien lleva a cabo la versión cinematográfica de la inquietante novela de Todd Strasser en la que se recoge un hecho real ocurrido en 1967 en el Instituto Cubberley de Palo Alto, en California, en el que el profesor Ron Jones llevó a cabo un experimento con los alumnos de su clase que acabó denominándose La tercera ola, que al quinto día tuvo que parar al originarse varios episodios de violencia.
El guion traslada ese hecho a la Alemania de hoy en la que en una ciudad indeterminada el profesor Rainer Wenger para explicar la autocracia, que es básicamente un tipo de despotismo, y el funcionamiento de los gobiernos totalitarios, realiza ese mismo experimento durante cinco días, que finaliza con resultados trágicos al originar un fuerte sentimiento de comunidad entre los alumnos que con el paso de los días se fue haciendo cada vez más peligroso creando una auténtica espiral de violencia.
Los alumnos se entusiasman y comprueban cómo el grupo adquiere fuerza a través de las ideas, de la unidad y de la acción, pero no ven las consecuencias, como son el desprecio de las minorías y la violencia que ejercen si no se adhieren al movimiento de la ola, que así lo denominan.
Cuando el profesor quiere pararlo al comprobar que un chico se le ofrece como guardaespaldas y el enfrentamiento de su esposa, se da cuenta de que ha perdido el control y ya es demasiado tarde.
Al igual que el profesor protagonista, el director de esta cinta expone de forma esquemática y didáctica lo fácil que es manipular a unas mentes jóvenes y maleables, inculcándoles la importancia del grupo y anulando al individuo.
El guion se olvida del entorno familiar, reflejando sólo el del profesor y de forma superficial, de la relación con los demás enseñantes o la directora del instituto.
La dirección de Dennis Gansel lleva el relato a buen ritmo aunque con una puesta en imágenes más bien académica, sin mucha personalidad, mejor planteada que resuelta.
Bueno el trabajo de Jürgen Vogel y de los alumnos casi todos ellos actores no profesionales.
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