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CRITICA
Por: PACO CASADO
Curtido en varias series de televisión y un par de documentales el barcelonés Marcel Barrena debuta en el largometraje de ficción con '100 metros' (2016) para cuyo guion, del que también es el responsable, se basa en un hecho bastante increíble a pesar de ser real.
Ramón Arroyo, padre de familia, vive para el trabajo hasta que su cuerpo empieza a fallar. Diagnosticado de esclerosis múltiple, todos los pronósticos eran muy negativos. Pero Ramón decidió plantarle cara al problema no dándose por vencido participando en la prueba deportiva más dura del planeta. Entrenó para ser un Ironman, una especie de superhombre, capaz de hacer cuatro kilómetros nadando, 180 kms. en bicicleta y una maratón de 42 kms., una de las más completas que se conocen.
Con la ayuda de Inma, su mujer, y Manolo, el gruñón de su suegro, Ramón inicia un peculiar entrenamiento en el que luchará contra sus limitaciones, demostrándole al mundo que rendirse nunca es una opción.
Una de las carreras más importantes en el atletismo es la de los 100 metros lisos. Muchos atletas la corren en una pista en un tiempo de apenas 10 segundos, el que se necesita para decir te quiero y de esto salimos y nos sobran unos segundos.
Esta es una historia que nos lleva al amor, la superación, la amistad, la constancia, el llanto, la risa y en definitiva la vida. Es una realidad llevada al cine que supera la ficción.
Cien metros es lo que a Ramón Arroyo le dijeron un día, que no iba a poder caminar y en ese momento el reloj de su vida se paró, pero se volvió a poner en marcha al compás del latido de su corazón que marcó lo que podía ser y lo que él quería que fuera y así hizo lo imposible realidad.
La meta no estaba en ser el primero, sino en llegar y el premio era su familia que le esperaba con los brazos abiertos como a un campeón, aunque no hubiera ganado la prueba pero sí la meta que se propuso y además obtendría ese otro premio del reconocimiento de su suegro.
La película supone un reto no sólo para el debutante director catalán sino también para el actor Dani Rovira ya que esta vez no se trata de una comedia en la que toca hacer reír sino un drama hecho con buen gusto, dignidad y respeto para con los enfermos de esa clase de dolencia, aunque en algún aspecto tiene también algo de comedia, como suele ocurrir en la vida, que a veces de las situaciones más dramáticas surgen alguna risas. La mayoría de las personas necesitamos que nos cuenten historias con esperanza en las que no todo sea malo y ésta es la de este hombre al que la vida le es contraria y se rebela contra los contratiempos. Para Ramón su meta son los 100 metros pero para nosotros es lograr un fin.
El guion está inspirado en el Programa 'Informe Robinson' dedicado a Ramón Arroyo del que se ha sacado esta historia real, con algo de ficción como por ejemplo el personaje del suegro que no existe pero era necesario para hacer el contraste y aportar un poco de comicidad.
El Ramón del guion tenía 43 años pero se bajó la edad para ser encarnado por Dani Rovira, que está muy bien. Ella es la que le da la fuerza convirtiéndose en una especie de ángel de la guarda, incorporado por Alexandra Jiménez, una actriz que al igual que él se adapta estupendamente al drama, sin dejar atrás al veterano Karra Elejalde.
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