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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es la ópera prima del director asturiano Gonzalo Tapia, que se inspira en el caso real de una amiga suya, aunque novelado y con aires de thriller que le da un poco de emoción a la historia.
Lena es una chica de 18 años, que vive en el barrio vigués de Bouzas, huérfana desde muy pequeña, y con un padre habituado a la bebida y en paro, constantemente metido en líos y trapicheos. Un día unos mafiosos le acusan de haberse quedado con una importante cantidad de dinero y Lena, para salvarle, hace de correo para los mafiosos.
Es curiosa la relación que existe entre Lena y su padre, apodado Gorrión, que en su cariño a la hija miente más que habla, mientras le estropea su proyectado futuro.
Llama también la atención la que se establece con Milio, el mafioso que la toma a su cargo, que se convierte en una especie de padre protector en la sombra sin que ella lo sepa.
El guion está bien estructurado e incluso con algunos giros en el tercio último de la cinta que ponen un punto de emoción en la trama policiaca.
Este aspecto no es lo que mejor está tratado, con unos estereotipos de mafiosos que parecen malos de película.
Desde el punto de vista de la realización funciona sin muchos desmayos en la narración y puesta en escena.
En la interpretación es un descubrimiento Marta Larralde, muy bien flanqueada por los veteranos Manuel Manquiña y Roberto Álvarez. Un correcto debut.
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