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CRITICA
Por: PACO CASADO
'La momia' es el primer capítulo de una serie que la productora Universal denomina Dark Universe (Universo oscuro) en el que trata de recuperar nuevas versiones de grandes éxitos de los años 30 del género de terror como 'El doctor Frankenstein' (1931), 'Drácula' (1931), 'Vampyr' (1932), 'El hombre invisible' (1933), 'La novia de Frankenstein' (1935), etc. De todas ellas y otras más se han hecho infinidad de versiones para el cine y la televisión.
Superarlos no es imposible, ahí están las muy dignas versiones de la Hammer de los años 50 y 60, los resultados ya se verán.
Todo será que esta primera tenga éxito o de lo contrario el proyecto posiblemente se vaya al traste.
Terror, intriga y aventuras es lo que propone esta nueva versión del clásico aunque no siempre lo consigue. Nick Morton se dedica con su amigo Chris a saquear yacimientos arqueológicos y venderlos como antigüedades, que en un momento determinado se ven obligados a combatir a la espeluznante Ahmanet, una antigua princesa egipcia milenaria que tiene sus dilemas personales, que despierta de su tumba, nunca mejor dicho ya que fue enterrada viva, en la época actual en Londres.
Una apuesta taquillera con fuertes personajes femeninos que, aunque respeta el esquema de la clásica, introduce el terror y deja la manipulación del mal en manos de otro clásico, el doctor Jeckyl y su contrario Hyde, antes de que tenga su largometraje en solitario.
A pesar de estar enterrada en una cripta en lo más profundo del desierto, esa mujer, cuyo destino le fue arrebatado injustamente, se despierta en nuestros días y demuestra una maldad que ha crecido hasta límites insospechados con el paso de los años.
Desde las inmensas arenas de Oriente Medio hasta unos desconocidos laberintos en los bajos del Londres actual, 'La momia' ofrece una nueva versión de un mundo de dioses y monstruos.
Va a ser difícil que se olviden los clásicos, pero siempre hay un público joven que no tuvo ocasión de verlos, por su edad, ésta quiere tener sentido del humor como en 'La momia' (1999) de Stephen Sommers, pero Brendan Fraser es más cómico que Tom Cruise.
La nueva versión quiere ser terrorífica pero el director no le da el ritmo y la atmósfera necesarias para que al menos asuste, con algunas secuencias espectaculares, pero es de los peores blockbuster vistos últimamente, con una acumulación de escenas sin sentido, que por mucha acción que se introduzca no evita aburrir en algunos momentos por reiteración.
Es la primera vez en la que la momia es de una figura femenina, intrigante y misteriosa, en el personaje de Ahmanet, con un pasado distinto al del clásico.
Una realización impersonal de Alex Kurtzman, director de 'Así somos' (2012), que fue guionista de series como 'Sleepy Hollow', 'Star Trek: Discovery', extraídas de films de éxito, que firma su segundo largometraje tras la cámara, imitando el esquema de las superproducciones que antes escribía, que tiene falta de imaginación algo tan necesario en el cine de género.
El personaje de Nick Norton es más apropiado para alguien más joven que Tom Cruise que aquí parece que su misión es estar todo el tiempo a carrera abierta, con un Rusell Crowe desquiciado en el papel del doctor Henry Jekyll metido con calzador.
Ambos comparten protagonismo con Sofia Boutella como la momia y Annabelle Wallis en el papel de Jenny Halsey, la egiptóloga.
Hay que apuntar que es el primer capítulo de una serie de secuelas, así que está claro que habrá más de una, como deja abierto el final en este caso, con pocos momentos de aciertos como para desear que esta nueva serie de los monstruos de la Universal continúe, pero con mejor fortuna, ya que el resultado es un desfile de aventuras que nos hacen añorar la cinta de 1932, de Karl Freund.
Una película sin otras pretensiones que la taquilla, que abusa de incluir demasiados géneros, thriller, aventura, intriga, terror, fantasía, suspense, que parece influido por la moda de las producciones de zombis, con extraordinarios efectos especiales para asombrar al espectador con lo que se consigue hoy día con ellos, lo que hace que entretenga a lo largo de toda la trama, con escenas espectaculares, a las que ayuda la correcta banda sonora a tono con las mismas, que están muchas veces por encima de la labor de los actores, pero hay que tener en cuenta que por mucho dinero que se aporte (costó 125 millones de dólares) si no hay ingenio el resultado será siempre mediocre.
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