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CRITICA
Por: PACO CASADO
Nueva entrega de la saga de animación 'Gru. Mi villano favorito' (2010) y 'Gru. Mi villano favorito 2' (2013). Las dos anteriores fueron dirigidas por Chris Renaud y Pierre Coffin, mientras que aquí repite Pierre Coffin, pero en esta ocasión acompañado por Kyle Balda y Eric Guillon, cosa que no es frecuente contar con tres directores para una misma producción.
Los Minions vuelven a la gran pantalla aunque esta vez los esbirros amarillos vivirán las aventuras por su cuenta porque su líder, al que han despedido, junto a su mujer Lucy, de la Liga Antivillanos por no haber conseguido capturar a Balthazar Bradtt, el villano que amenaza a la humanidad, sigue decidido a no abandonar el sendero del bien y dejar atrás su oscuro pasado.
Gru, Lucy y las tres hijas adoptivas de la pareja, Margo, Edith y Agnes, recibirán la sorprendente noticia de que el ex villano tiene un hermano gemelo, Dru, y viajan a Freedonia para conocer a ese enigmático personaje familiar que quiere seguir los despreciables pasos de su hermano y Gru planea junto a él un golpe: robar el rubí más grande del mundo al malvado Balthazar Bradtt, que cuando era un niño estrella que actuaba en una serie de televisión en los años 80 la cancelaron cuando se hizo mayor.
Sus métodos son de lo más ridículos con sus bombas de chicle, sus batallas de baile y su extraño aspecto, para vengarse de Hollywood por su despido.
Este nuevo capítulo sigue siendo muy entretenido arropado por canciones y ritmo ochenteros que todos conocemos y con la encantadora intervención de los niños, que se adueñan de la película en cuando hacen sus aparición en la pantalla.
Las dos anteriores eran muy divertidas, con mucho ritmo, y esta tercera no le va a la saga, con una selección musical brillante, con varios gags y algunas situaciones muy divertidas.
Es no menos interesante el argumento que han construido para seguir explotando al personaje de Gru, a los Minions y todo lo que les rodea, que por cierto han hecho muchísimo dinero no sólo con los films sino también con el merchandising, ya que la verdad es que tienen mucha gracia.
El guion tiene varias líneas directivas por las que sigue la trama, por una parte la emocional de Gru al ser despedido y su relación con su esposa Lucy y sus tres adorables hijas adoptivas en la que como siempre la familia es lo más importante; por otro lado el conocimiento de su hermano gemelo que es todo lo opuesto a él, un pobre villano, mientras que Dru ha heredado la granja de cerdos de su padre y es millonario, con una gran mansión, pero está deseoso de imitar a su hermano y a su fallecido padre siendo un villano; finalmente están los Minions, esos seres amarillos amantes de los plátanos que se aburren y se han declarado en huelga contra Gru al haber abandonado su jefe la villanía y ser despedido de la Liga Antivillanos que, en este caso, actuarán por su cuenta ayudando a dar caza al malvado Balthazar Bradtt aportando la mayor comicidad con sus divertidos gags, como siempre, en estas delirantes historias.
La cinta está llevada a un ritmo vertiginoso lo que hace que no de lugar a aburrirse en ningún momento con la acción de la aventura, los momentos emotivos con las niñas y la comicidad de los Minions.
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