Título: | NAUFRAGIO | |
Tit. Orig.: |
NAUFRAGIO | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2010 | |
Dirección: | PEDRO AGUILERA | |
Guión: | PEDRO AGUILERA | |
Fotografía: | ARNAU VALLS COLOMER | |
Música | JUAN MARÍA WALKER | |
Interpretes: | SOLO TURÉ, KÁNDIDO URANGA, IÑAKE IRASTORZA, ALEX MERINO, JULIO PERILLÁN, RUTH ARMAS, RAMÓN BAREA, CHARLY BRAVO, JAKOB DEMBELE | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 94 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El joven director guipuzcoano, nacido en San Sebastián, Pedro Aguilera, debutó en la dirección de un largometraje con "La influencia" (2007), que participó en numerosos festivales, tras hacer ayudantías de dirección, entre otros de los españoles Juan Carlos Fresnadillo en "Intacto", Daniel Calparsoro en "A ciegas" y del mexicano Carlos Reygadas en "Batalla en el cielo", y después dirigó y produjo varios cortos.
Esta su segunda película la presentó a la Sección oficial a concurso del Sevilla Festival de Cine Europeo, en la que digamos de entrada que no tuvo muy buena aceptación por parte de la crítica.
En ella nos cuenta la historia de Robinson, un subsahariano, que naufraga en las costas almeriense, le ofrecen trabajo en los invernaderos y posteriormente emigra al País Vasco.
Entre tanto él se comunica con una especie de padre espiritual que le tiene encomendada una misión: encontrar y matar a un hombre.
No para hasta conseguirlo, sin importarle otras cosas más perentorias, como por ejemplo curarse los constantes ataques que le dan de epilepsia o tratar de integrarse socialmente.
El guión se queda bastante corto en la definición de los personajes y nunca llegamos a saber el motivo, ni el porqué Robinson tiene que asesinar a ese hombre, ni quién se lo manda.
Pedro Aguilera parece estar más preocupado por la estética y la planificación del film, que busca ángulos diferentes y novedosos de la cámara que no vienen muchas veces a cuento, como esos planos inclinados que tal vez denoten la inestabilidad y el desequilibrio que afecta al protagonista, que en alguna ocasión parece dejarse llevar del sexo con un joven, hijo del matrimonio de la casa donde vive.
La óptica sesgada con la que es observado el problema de la inmigración es puramente metafórica e imprecisa, ya que ni denuncia ni remarca el tema.
Le interesa más que su cinta parezca diferente, pero no acaba de encajar bien el tema con la forma estética adoptada para poder expresarlo.
Película fallida que nos deja sin saber el motivo de esa llamada espiritual que le incita a cometer un crimen al protagonista.