Título: | NEDS | |
Tit. Orig.: |
NEDS | |
Nacionalidad: | INGLATERRA, FRANCIA, ITALIA, 2011 | |
Dirección: | PETER MULLAN | |
Guión: | PETER MULLAN | |
Fotografía: | ROMAN OSIN | |
Música | CRAIG ARMSTRONG | |
Interpretes: | STEVEN ROBERTSON, CONOR McGARRON, GREGG FORREST, JOE SZULA, GARY MILLIGAN, JOHN JOE HAY, MHAIRI ANDERSON | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 119 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Así se llama a los jóvenes pandilleros de clase baja que cometen delitos criminales. John McGill buen chico, vive en Glasgow en 1972, desea ser universitario, pero su padre es alcohólico, su hermano Bernie se ha ido de casa y se ha transformado en un matón
El inicio de la película es interesante y está llevado de forma hábil, correctamente ambientada en los 70, pero se vuelve algo derrotista cuando todo se pone en contra de John, un chico sensible, responsable, hijo modélico y buen estudiante, que ve su esperanza amenazada por un entorno de violencia y se convierte en un pandillero y violento algo que no está debidamente justificado, en una historia que tiene un tanto por ciento de real, ya que Peter Mulan estuvo en una banda callejera en los años en que sucede este film, aportando su propia experiencia.
El guion hace un retrato del paso de este buen chaval a delincuente como una forma de ejercer contra el sistema, militando en una de esas bandas que tienen métodos criminales y que utilizaban con rabia en Glasgow en aquellos tiempos.
Es difícil salir adelante con el ambiente opresivo de una familia rota en la que se produce el abuso y la violencia a diario sin motivo, con la presión de la religión en Escocia y con el trauma de los castigos físicos en la educación creyendo que no hay más alternativa que la violencia.
A Peter Mulan, por lo que expresa en esta cinta realista acerca de la lucha de clases cuyo tema es la autoestima, le interesa más la desigualdad social que el conflicto político, pero fracasa en el mensaje.
Película previsible del ascenso y caída de un chulo tras su contacto con la violencia física y moral de las pandillas de los suburbios, las drogas, los malos ambientes de una familia rota con padre alcohólico, hermano delincuente, madre sacrificada, sistema educativo represor, contada con un crudo realismo, de manera políticamente correcta y con una estupenda fotografía.
Reflexiona sobre una juventud a la deriva en un ambiente opresivo asfixiado por el paro y una educación arcaica algo que sigue siendo actual por la crisis en que vivimos, narrado de manera brutal y descorazonadora, sin didactismos morales mostrando las miserias sin reparos. Discutible el tono religioso, sobrando la escena sobre el crucifijo que resulta ridícula.
Utiliza actores no profesionales que le dan un aire auténtico, junto a la buena elección de Conor McCarron y Peter Mulan éste en el breve papel del padre, pero alarga demasiado el tema, resultando excesivas las casi dos horas de metraje.
Ganó la Concha de oro al mejor film en el Festival de San Sebastián 2010 y la de plata para Conor McCarron.