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CRITICA
Por: PACO CASADO
Son abundantes los largometrajes que se están estrenando en los cines de directores primerizos, que o bien a través de crowfunding o porque empeñan sus ahorros sacan adelante estas producciones menores, en las que se nota la falta de presupuesto, aunque en ocasiones esto se suple con ingenio.
La que nos ocupa, “Ligones” es la última en llegarnos. Se trata de una comedia escrita y dirigida por José Texeira, que tiene en su haber una película anterior, “León”, que no llegó a estrenarse en salas comerciales, y ahora ha decidido embarcarse en la aventura que supone esta comedia juvenil.
Cuenta la historia de cuatro jóvenes desesperados porque no consiguen ligar con chicas, ya que no saben ni como entrarles a estas ni como mantener una conversación con ellas. Por eso uno de ellos, que conoce a un joven peluquero que se las lleva a todas de calle le hace la propuesta de que les enseñe en este arte.
El peluquero decide echarles una mano a condición de que sea en otra ciudad, ya que esa es la excusa para ir en busca de un antiguo amor e intentar reconquistarlo.
Por el camino iremos asistiendo a las mil y una aventuras de estos chicos que se las tendrán que ver con una serie de chicas y donde ocurrirá de todo.
Texeira que ha escrito y dirigido el largometraje ha partido de una historia a la que podría haberle sacado mucho más jugo, pues la trama está llena de intentos fallidos para hacer reír al respetable sin conseguirlo, a base en muchas ocasiones de situaciones exageradas, pero no terminan de enganchar con el público, el cual asiste atónito a un sinfín de pruebas de los protagonistas y como estos son auténticos negados para el arte de ligar.
Tenemos en principio un guion que falla en este aspecto, plano, sin apenas emoción y donde tan solo va siguiendo a cada uno de los protagonistas, a modo de sketches que luego son montados y poco más.
A esto le unimos el ritmo cansino que comienza a tener el largometraje desde los primeros minutos, donde apreciamos cierta improvisación en muchos momentos, encontrándonos con una dirección casi amateur, el resultado es un querer y no poder.
El reparto está plagado de jóvenes actores desconocidos, los cuales intentan sacar adelante sus respectivos papeles protagónicos pero nada más.
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