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CRITICA
Por: PACO CASADO
Siguen llegando a la cartelera producciones de animación que buscan las distribuidoras por todos los rincones del mundo, aún los más lejanos como ocurre en este caso con Japón.
El pequeño gato negro Rudolf vivía feliz en el pueblo de Gifu con su cariñosa dueña Eri, una niña que lo tiene como mascota. Un día sale de la casa a la calle y de manera accidental acaba metido entre los paquetes de un camión de transporte de larga distancia y cuando quiere darse cuenta ha llegado a la bulliciosa gran ciudad de Tokio.
Una vez allí se encontrará con un inesperado compañero y amigo, un gran gato fuerte y poderoso, capaz de enfrentarse a un terrible perro buldog llamado Diablo, al que al preguntarle cómo se llama le dice que tiene un montón de nombres y piensa que ese es el suyo, Tengounmonton, y se le queda como su nombre, y éste le toma bajo su protección tras salvarle de ser atropellado por un camión.
Una vez allí encontrará a otros amigos como el divertido Bucchi, un apasionado karateca, o Misha, la gatita de la que éste está enamorado, con los que permanece durante un año mientras va aprendiendo y madurando, pero siempre con el deseo de volver a la que fue su hogar y su dueña.
Así comienza la aventura de este gatito doméstico, convertido en callejero, cuyo guion está basado en el libro infantil firmado por Hiroshi Saitô y Hanmo Sugiura, muy conocido en Japón que no se ha editado aquí.
En su argumento se introducen algunas enseñanzas y valores como lo útil que resulta saber leer, algo que te puede cambiar la vida, así como la importancia de la amistad, el valor de la educación, el compañerismo, el deseo de aprender, el ayudarse los unos a los otros, el tener conocimiento de las cosas para sentirse seguro o lo difícil que es a veces tomar decisiones y como dice Tengounmontón "la esperanza es lo último que se pierde" al tiempo que transmite todos estos valores.
A lo largo de la trama se combinan algunas escenas de acción con otras de motivos sentimentales en los momentos más dramáticos.
En el aspecto técnico es de admirar la perfección que se ha adquirido ya en la realización con las técnicas digitales hasta el punto de que a veces parece que la fotografía está extraída de la realidad, sobre todo en la ambientación de calles, árboles, coches o edificios, no así en los personajes que están naturalmente caricaturizados y es mucho más admirable aún cuando se ha hecho con tan sólo seis millones de dólares.
La película ha sido realizada por el director de la famosa franquicia iniciada con 'Pokémon: La película' (1998), Kunihiko Yuyama, en este caso ayudado por el debutante Motonori Sakakibara, y aunque no es tan divertida en cuanto a acción o comicidad se refiere, que también tiene momentos de ambas cosas, resulta ser más bien didáctica en torno a los valores antes apuntados para que aprendan los más pequeños.
Fue nominada a los premios de la Academia de cine japonesa como mejor film de animación.
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