|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Es tiempo próximo a la Navidad y también de programar una comedia que alegre estas fiestas ambientada en esa celebración, subgénero que por lo general no suele dar buenos productos, con excepciones, y eso se corrobora, una vez más, con la secuela de 'Padres por desigual' (2015) que no se ha hecho esperar mucho.
Brad y Dusty se enfrentaron para conseguir el afecto de los hijos Dylan y Megan y de su madre Sara, pero finalmente se las han apañado para lograr lo que nadie ha conseguido, mantener una relación de co-padres compartiendo amistad y paternidad, uno como padre natural, el otro como padre adoptivo.
Todo va a pedir de boca hasta que entran en escena dos intrusos que se han autoinvitado: el autoritario, machista, vividor y mujeriego Kurt, padre de Dusty, y el sensiblero, sobreprotector y emotivo Don, padre de Brad, justo a tiempo para la celebración de las fiestas navideñas.
Ambos parece que están cortados por la misma tijeras que sus hijos, es decir, que se parecen a ellos como dos gotas de agua.
Espantado ante el estilo progresista de educación empleado por Brad y Dusty, Kurt se propone romper la relación entre los dos. A medida que aparecen las primeras grietas en su amistad tendrán los chicos que demostrar a Kurt que su estilo moderno de educación funciona y que es posible pasar la mejor Navidad en familia de la historia.
A la inesperada visita de los abuelos traen más caos y desorden a las vidas de estos inexpertos padres.
En esta comedia se añade la incorporación de éstos que protagonizan una serie de tonterías con Mel Gibson haciendo de un ligón machista y padre republicano, mientras que al bobalicón de John Litgow se las dan todas en el mismo lado, como a su hijo.
Ante el éxito de la primera los guionistas pensaron en sacarle más producto a esta pareja añadiéndole otra de similar contrate, pero lo que se suponía que aumentaría la comicidad no se ha producido en este caso.
Ante los antecedentes de Sean Anders director de títulos como 'Sex Drive' (2008), 'Desmadre de padre' (2012), 'Cómo acabar sin tu jefe 2' (2014) y la original de esta secuela 'Padres por desigual' (2015), todas pertenecientes al género de la comedia, ya nos podemos imaginar lo que vamos a ver y esta segunda parte es como la primera solo que se añaden ahora también los abuelos.
Humor gamberro con algunos gags aislados que hacen reír, caso de las escenas de la motosierra o del quitanieves, escenas sentimentales al final para quedar todos bien, con mensaje positivo acerca de la familia y la Navidad.
Tiene una floja actuación de un Mel Gibson machista y grosero mejor actor de acción que de comedia.
Los padres se comportan como niños descerebrados con un insoportable Will Ferrer al que le toca recibir todos los golpes y también, porqué no decirlo, algunos de los momentos cómicos de esta comedia navideña en la que la mayoría de la comicidad surge de los slapstick como ocurría en las primitivas películas del cine mudo.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BSO
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE