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CRITICA
Por: PACO CASADO
En algunos medios cinematográficos americanos se comenta que la gran cantidad de producciones de superhéroes puede llegar a estropear el gusto por el cine y cansar a los espectadores, pero a juzgar por el buen arranque que ha tenido, tanto en la taquilla norteamericana como en la española, 'Black Panther' (2018), parece que lo segundo está aún lejos, pero de lo primero no dudamos que puede estar ocurriendo ya, o será que el juvenil espectador actual es menos exigente y más superficial a la hora de ir al cine.
Cuenta la historia de T'Challa quien, después de morir su padre vuelve a casa, a la nación de Wakanda, aislada del mundo y muy avanzada tecnológicamente, para ser proclamado Rey, recoger el legado de su pasado y proteger a su pueblo, pero es desafiado por Eric Killmonger, que fue víctima en su infancia del error de su padre, que pone a prueba el temple de T'Challa como Rey y Black Panther, ya que se ve arrastrado a un conflicto que pone en peligro el destino de Wakanda.
Esta nueva producción de superhéroes de la factoría Marvel es un canto a la diversidad que apuesta por el talento afroamericano delante y detrás de las cámaras y que otorga a las mujeres papeles más amplios y completos de lo que suele ser habitual.
El universo Marvel lleva ya 18 películas realizadas sobre sus comics y ahora nos llega esta Pantera negra que debutó en la última aventura del 'Capitán América: Civil War' (2016).
Black Panther es, posiblemente, uno de los menos conocidos, que surgió en 1966 en el número 52 de los tebeos de 'Los cuatro fantásticos'.
T'Challa es el nombre de Black Panther que en un disputado duelo se gana el ser rey de Wakanda, país que, ficticiamente, se encuentra en el corazón del continente africano, único lugar del mundo donde se puede encontrar el valioso Vibranium, un metal del que está hecho su traje, y muchas de las cosas que allí se encuentran, y su fuerza la obtiene de una planta que sólo se cría en ese lugar, que cuidan celosamente para que no se pierda su cultivo.
El resultado es una sociedad próspera, que ignora los errores que se cometieron en el pasado, como la traición sobre el poder y la sangre, ahondando en estos temas, con lo que no está de acuerdo un ambicioso mercenario.
En realidad la historia no ofrece muchas novedades, pero sí tiene una gran variedad en la acción, cierta imaginación en su argumento y adopta un carácter más serio que otras adaptaciones de los tebeos de Marvel, con un reparto espectacular de actores de color, entre ellos Chadwick Boseman que vuelve a enfundarse el traje para interpretar a uno de los primeros superhéroes de color del comic americano.
Aunque muchos de ellos no son muy conocidos del gran público se comportan ciertamente bien, y otros que sí lo son como Angela Bassett o Forest Whitaker le dan un buen respaldo en sus breves apariciones, en una nueva aventura de esta factoría editorial.
Por otra parte en el aspecto visual el país de Wakanda que se nos presenta es espectacular, con una imagen verdaderamente africana en esta superproducción de aventuras, drama, espionaje y efectos especiales en la que algunos han querido ver ciertas reivindicaciones políticas e idelógicas de la gente de color.
El director de color Ryan Coogler, nacido en Oakland (California), tras hacer tres cortos, debutó en el largo con 'Fruitvale Station' (2013) al que siguió 'Creed: La leyenda de Rocky' (2015), de la que sacó un buen trabajo, como ocurre de nuevo con éste su tercer film en el que le da fluidez a la narración que resulta muy contundente en algunas de las escenas de acción.
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