|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Las distintas cinematografías que hay distribuidas por el mundo, en algún momento han hecho cine religioso dependiendo del país y de su credo e incluso de otras nacionalidades.
En este caso, una vez más, es el cine norteamericano el que se encarga de llevar a la pantalla parte de la vida de uno de los apóstoles más influyentes de Jesucristo.
Pablo sufre en soledad, debido a su traumática vida pasada, en la Cárcel Mamertina, una prisión romana, a la espera de su ejecución por orden del emperador Nerón.
A Mauricio Galas, el ambicioso prefecto de la cárcel, le cuesta creer qué clase de peligro podría suponer este pobre hombre ya anciano, agotado y destrozado, al que acusa Nerón de ser el instigador del incendio de la ciudad.
El que en otros tiempos, fuera Saulo de Tarso, un brutal asesino e infame perseguidor de los cristianos, tras caerse del caballo, ahora es simplemente Pablo, uno de los más fervientes evangelizadores y su fe inquieta a los dirigentes de Roma.
Corriendo un gran riesgo, Lucas, el galeno griego, visita al anciano Pablo para confortarlo y atenderlo, así como para preguntarle acerca de sus ideas, y de paso transcribir y sacar de prisión las cartas, que éste le dicta, dirigidas a la cada vez más creciente comunidad de creyentes.
Pese a la cruel persecución a la que somete Nerón a los cristianos, a los que culpa de haber incendiado Roma, estos hombres y mujeres seguirán difundiendo la verdad del Evangelio de Jesucristo y cambiarán el mundo.
Entre tanto la hija de Mauricio cae enferma, pero éste se niega a llamar a Lucas para no ofender a los dioses metiendo a un cristiano en su hogar para curarla.
La película nos muestra la persecución a los primeros creyentes en la antigua Roma y cómo a pesar de ello la Iglesia de los primeros tiempos siguió adelante.
Para contar esta historia el guion, del propio director, en compañía de Terence Berden, se fundamenta principalmente en la figura de dos hombres, Lucas y Pablo, cuando el primero viaja hasta la ciudad eterna para visitar a su amigo que está en prisión, donde se desarrolla la mayor parte de este relato.
El film se centra en sus últimos días, encerrado a la espera de la orden de ejecución por el emperador romano Nerón que mandó cortarle la cabeza.
La dirección corre a cargo de Andrew Wyatt, del que ya conocemos su anterior cinta 'Llena de gracia' (2015), que hace una producción densa, con abundancia de diálogos, plana en su ritmo, falta de emoción y de acción, con constante repetición de escenarios y encuentros entre los dos protagonistas, columnas fundamentales de esta historia que pretende ajustarse en lo posible a los textos bíblicos, sobre la figura del apóstol del título, que muy bien se podría representar en la tablas de un teatro, correctamente interpretada por James Faulkner y Jim Caviezel, respectivamente en los personajes de Pablo y Lucas.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE