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CRITICA
Por: PACO CASADO
La fragilidad de la amistad y la decepción del paso del tiempo, son cuestionadas en este relato centrado en la historia de cuatro amigos, Olivia, Guille, Eloy y Anna, que viajan a Berlín para darle una sorpresa a su compañero Álex Comas, que cumple 35 años.
No obstante, éste no los recibe con la alegría de volver a verlos, como ellos esperaban y, a partir de ese incómodo momento, todos verán cómo la comunión con él, que los deja prácticamente tirados en su piso durante todo el fin de semana, se ha roto.
También el grupo hace aguas y se rompe poco a poco, ya que a lo largo de esos tres días van tomando conciencia de que los lazos de amistad ya no son los mimos de cuando eran más jóvenes y que los problemas que tienen actualmente no son los de entonces ya que ahora les embarga la soledad a todos.
Cine catalán que cuenta el fracaso de la generación de los 30 años debido a la crisis económica y de identidad, en cuyo relato expone las crisis personales de cada componente del grupo ocultadas por una puesta en escena que a ratos resulta algo artificial con insufribles e incómodos tiempos muertos y sin nada prácticamente que contar.
La descripción de la personalidad y la problemática de cada uno de ellos la vamos sabiendo poco a poco y de manera incompleta, ya que de alguno no llegamos a saber qué le ocurre, cual es su problema o cómo es la relación con los demás.
Olivia parece ser el aglutinante y la que por interés particular para con Álex, ha llevado a los otros hasta esta aventura berlinesa.
Por su parte Guille, el más hostil de todos, no lleva bien la relación con Anna, su novia, ni con los demás y en cuanto a Eloy, el solitario del grupo, que está sin trabajo y ha vuelto a casa de sus padres, es un poco tópico y no acabamos de conocerlo bien.
Cine independiente catalán de la directora Elena Trapé que tras debutar en el largometraje con 'Blog' (2010), sobre unas chicas adolescentes, poco visto por mal distribuido, ha tardado ocho años en hacer el segundo que es 'Las distancias' (2018) que, a diferencia del amplio reparto del primero, aquí se maneja con tan sólo cinco actores en escena y de una generación de treinteañeros en este caso.
Para reflejar esa decepción generacional no hacía falta irse a Berlín, podía plantearse en cualquier lugar más cercano sin que hubiera esa distancia física de por medio ya que la amistad se puede enfriar en cualquier lugar cuando no se frecuenta.
Ellos descubren que su vida no es como habían pensado que sería ya que se han convertido en paradigna de una generación desencantada con el mundo que les ha tocado vivir.
Es un film pesimista ante la situación de los protagonistas, aspecto en el que puede caer el espectador si logra identificarse, por edad, con los personajes viendo sus problemas reflejados en la pantalla, resultando tan fría como el invierno que al parecer viven en Berlín, que les lleva a una melancolía y tristeza permanente.
El público más mayor puede que no se contacte con ellos.
Alexandra Jiménez, en su personaje de una Olivia embarazada, es la que da un poco de unidad al grupo y tiene mejor ocasión de lucimiento.
El guion incluye algunos diálogos que suenan forzados, poco fluidos, tal vez por la dificultad del idioma (rodada en catalán, español, inglés y alemán) en algunos de ellos, hace que no sea muy creíble en ocasiones.
Biznaga de oro a la mejor película, Biznaga de plata para mejor dirección y mejor actriz Alexandra Jiménez en el Festival de cine en español de Málaga.
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