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CRITICA
Por: PACO CASADO
Dentro de la búsqueda de cine infantil y especialmente de animación por parte de la distribución española, últimamente nos están llegando algunas producciones realizadas en México, tal vez a raíz del éxito que tuvo en nuestras pantallas 'Coco' (2017), aunque aquella era norteamericana, pero captaba muy bien el ambiente mexicano del culto a los muertos en esas fiestas que suelen hacer en su honor.
Aunque sea tomado por los pelos, la película que comentamos también trata de alguna manera de ellos.
Esta es la historia de Carmen, que es ingresada en un sanatorio psiquiátrico con su hija Ana, una niña muy especial, quien pronto hace amistad con un perro llamado Choco y con Bruno, un extraño personaje de grandes orejas.
Carmen prohíbe a Ana que suba a la tercera planta, donde están los enfermos mentales, pero en una noche de insomnio Ana cree perseguir a Choco y sube, descubriendo a unos extraños monstruos.
Pasado el tiempo Ana, en compañía de ellos, hará que su padre, Ricardo, trate de sacar a su madre de aquel infierno.
Con gran cantidad de aventuras y humor, combina el mundo real con el fantástico para que las personas compartan protagonismo con toda clase de personajes imaginarios.
No es habitual encontrar un film de animación infantil, que ha tenido una gran acogida por la crítica internacional, con un argumento como éste, basado en la novela 'Ana', de Daniel Emil, quien se ha encargado de adaptarla al cine con la ayuda de Flavio González Mello, en la que priva su inteligencia, humanidad y carácter conmovedor, con una primera parte de pesadilla mientras que la segunda es más aventurera.
La cinta aborda temas no habituales en el cine familiar como el dolor de la separación, la salud mental, la muerte, el amor y la amistad en una fábula divertida.
Aunque es un tanto original, tal vez no sea apropiada para los más pequeños ya que tiene algunos momentos y elementos oscuros, por lo que no es de extrañar la calificación de mayores de 7 años, ya que a ellos les puede crear alguna pesadilla.
Por lo demás resultan bastante divertidas las aventuras que corre Ana en compañía de sus amigos, especialmente de Daniel, un niño huérfano y ciego, que es capaz de conducir un coche y de andar por la vida como un chico normal, que hará la felicidad de Carmen y Ricardo.
Es la primera producción mexicana en 3D estereoscópica por ordenador, con una animación muy dinámica y fluida, sin momentos de pausa, con mucha imaginación en el guion y en el diseño de los monstruos, que posiblemente entiendan mejor los adultos que los niños, los que tal vez no comprendan bien a esa madre obsesionada con el recuerdo de su hija hasta el punto de volverse loca.
La película tuvo dificultades de financiación por lo que costó diez años poderla realizar siendo la más cara del cine mexicano con un coste de 8 millones de dólares.
Carlos Carrera es uno de los directores más afamados del cine mexicano, con varias series de televisión y cerca de una docena de largometraje en su haber, siendo el más famoso de los suyos y el único visto en España es 'El crimen del Padre Amaro' (2002), que fue nominado al Oscar.
Ahora Carrera vuelve a probar en la animación con este nuevo título, un realizador con más de media docena de premios Ariel y con la Palma de oro en el Festival de cine de Cannes al mejor documental de animación por 'El héroe' (1994) y así hasta casi una treintena de galardones en festivales internacionales.
Mejor largometraje de animación en los premios Quirino.
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