|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Es la típica producción norteamericana cuya historia ya conocida se desarrolla en los años 60, una época más que interesante cuando Neil Armstrong fue el primer hombre que llegó a la Luna, pero también cuenta un hecho precedente que marcó su vida, como fue el fallecimiento de su hija de dos años, debido a un tumor, que le dejó marcado y que no logró superar, hundido en una gran tristeza.
A partir de ahí se refugió en su trabajo e hizo unas pruebas para entrar en la NASA y de esa forma aplacó su dolor.
El tramo del viaje a la Luna tan sólo ocupa la última media hora, pero sin el tono triunfalista y patriótico de otras producciones, hasta el punto de olvidársele plantar la bandera americana.
El resto del tiempo se centra fundamentalmente en la figura de Armstrong, pero sin aureola de héroe y deja en un muy segundo plano a los dos hombres que le acompañaron en el histórico viaje, Michael Collins y Edwin "Buzz" Aldrin.
Es una película correcta, pero no aporta nada nuevo y en ella se juntan otra vez el director, el protagonista y el músico de 'La ciudad de las estrellas' (La la land) (2016), que ganó seis Oscar, pero lo extraño es que haga un film como éste, tan diferente, cuando también fue un musical Whiplahs (2014), que obtuvo otros tres Oscar.
El guion de Josh Singer está basado en el libro 'First Man: The life of Neil A. Armstrong', de James R. Hansen, publicado en 2005, en el que esta vez no ha participado Chazelle, como hizo en las dos anteriores, que cuenta la misión de la NASA que llevó al primer astronauta a la Luna.
La cinta explora el sacrificio y el precio que supuso tanto para Neil Armstrong como para Estados Unidos llevar a cabo una de las misiones más peligrosas de los viajes espaciales y de la historia de la humanidad que, afortunadamente, fue un triunfo.
El director de 33 años responsable de esta película esta vez se cambia de género, ya que no tiene nada que ver con la música, sino que aborda la gesta de la llegada del primer hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969, en el Apolo XI con lo que representó de logro para él, su familia y el país, haciendo al mismo tiempo el contraste de la vida personal del personaje con la misión heroica de un destino incierto.
Es algo fría la relación con su esposa Janet y casi todo el peso recae en Ryan Gosling, que no da la humanidad del personaje, en un único registro de hombre atormentado por la tragedia, sumido en una honda crisis existencial, cuyo éxito le sirvió para superar su drama personal con esa hazaña universal. Falleció en 2012 a los 82 años.
El film revela al hombre más que al mito, una persona profunda y humilde, con cualidades, algo que no es fácil de poseer.
Cinta interesante en lo referente a la reconstrucción de los hechos, con imágenes espectaculares, pero no lo es tanto en la vertiente de acercarnos al aspecto humano y familiar del protagonista, una persona difícil de conocer, que no refleja sus sentimientos y emociones, que era poco expresivo.
Es más apreciable por la puesta en imágenes que por el contenido, que por momento adquiere el aspecto de un documental, en esa especie de carrera espacial que se estableció con la extinta Unión Soviética en la que ganaron los americanos la partida consiguiendo llegar antes a la Luna, que ocupa la segunda parte que tiene más emoción que la primera, aunque no mucha.
En realidad en la película podemos encontrar dos viajes, y no nos referimos al anterior que resultó fallido, sino el que se hace realmente a la Luna, que nos recuerda a los de Cristóbal Colón en sus pequeños barcos y en este caso en esos cohetes que hoy nos parecen tan endebles y primitivos, y el otro el emocional del personaje, aspecto en el que se echa de menos algo más en la relación con la esposa.
Remedando la famosa frase del astronauta, el film supone un pequeño paso para Chazelle y un salto atrás en su filmografía.
A pesar del excesivo metraje, con un ritmo muy tranquilo, no se hace pesada y retrata bien los hechos de forma bastante realista, resultando didáctica en algunos momentos y lo que empieza siendo apasionante resulta finalmente algo reiterativo.
La cinta invita a reflexionar sobre los sacrificios que cuesta el triunfo.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE