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CRITICA
Por: PACO CASADO
En sus 33 películas, varias veces Woody Allen se ha introducido en el mundo de la delincuencia.
Podemos recordar de pronto 'Sueños de seductor' (1972), dirigida por el recién fallecido Herbert Ross, y las propias 'Toma el dinero y corre' (1969), 'Balas sobre Broadway' (1994), 'Granujas de medio pelo' (2000), etc.
En el Nueva York de 1940, para contarnos cómo un pobre un detective privado de una empresa de seguros, chapado a la antigua, llamado CV Briggs mantiene un constante conflicto con la mueva experta en eficacia de la empresa, Betty Ann Fitzgerald.
Una noche, mientras celebran el cumpleaños de un compañero de la oficina, un mago hipnotiza a Briggs y Fitzgerald con perversas intenciones para convertirlo en el ladrón de joyas de un caso que tendrá que investigar y del que no recuerda nada.
Para colmo tiene enfrente a su nueva jefa, de ideas avanzadas, que lo quiere dejar sin empleo
Woody Allen se traslada a una época que parece gustarle y en la que se mueve como pez en el agua, la tan querida de los años 40.
Así, desde su habitual sabia y perspectiva económica vinculó dos géneros tan típicos de esa época dorada como son el cine negro y la screwball comedy, marcada por su aguda batalla de sexos.
Y para ello, como es habitual en su cine se rodeó de secundarios de auténtico lujo, o en este caso tal vez sea mejor decir secundarias como unas espléndida Helen Hunt, Charlize Theron y Elizabeth Berkley.
Pocas veces hemos visto un guion tan liviano pero que sirva mejor a los intereses de crear unas situaciones tan divertidas, unos personajes estereotipados del género negro y unos diálogos más chispeantes, irónicos, agudos e ingeniosos, cargados de doble sentido y de las más hilarante comicidad.
Esta vez Woody Allen se ha olvidado de sus traumas sobre el sexo, la religión, etc., y con una brillante puesta en escena, realiza una comedia cargada de intenciones, en la que hace una sátira sobre los films de gángsteres que comienza por él mismo imitando a Bogart, una vez más, con una estupenda ambientación de Nueva York y un reparto de lujo, encabezado por la oscarizada Helen Hunt, seguida por la breve intervención de Charlize Theron en un papel de una chica caprichosa y sensual y el resto de extraordinarios secundarios. Una magnífica y deliciosa comedia.
Premio al mejor film en el Festival de Sitges.
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